El fabricante de El Milagrito se lanza a la conquista de EEUU con las primeras 15.000 unidades de su desengrasante rumbo a Miami

Sevilla/La compañía sevillana Fabrienvaf Nuca, fabricante del desengrasante El Milagrito, acaba de iniciar su expansión internacional con una primera pica que tiene como destino nada menos que EEUU. Un mercado al que ha puesto rumbo con el envío de las primeras 15.000 unidades de botellas rosas de su conocido producto con destino a la ciudad de Miami, en Florida, que será la punta de lanza de una estrategia con la que aspira a conquistar todo el país.

“Cuando se alcanza cierto volumen toca apostar por la expansión, bien con la diversificación del negocio o saliendo al exterior, que es por lo que hemos optado porque estamos convencidos de que nuestro producto es único”, explica a este diario el director comercial de Fabrienvaf Nuca, Javier Castro, que apunta que han puesto el primer foco en EEUU porque “hemos visto otras empresas sevillanas, algunas colaboradas nuestras, que están trabajando allí con gran éxito”.

El reto es “importante”, reconoce Castro, quien, no obstante, muestra su confianza en que “vamos a conquistar el mercado norteamericano con nuestra botella rosa”. La previsión de la compañía, que para operar en el país ha cerrado un acuerdo con una firma comercializadora local y ha creado una sociedad propia radicada en Miami, es alcanzar unas ventas al cierre de este año de unos 100.000 litros de El Milagrito, lo que se traducirá en una facturación de 250.000 euros.

El desembarco de la firma con sede en Dos Hermanas (Sevilla) en el mercado norteamericano arrancará, concretamente, en 302 puntos de ventas del área de influencia de Florida, donde comercializará tres formatos distintos: spray de 750 mililitros, push pull de un litro y garrafa de cinco litros, cuyas etiquetas se han adaptado al sistema métrico anglosajón y se han traducido al inglés para explicar las bondades del desengrasante, así como su poder diferenciador.

Las botellas rosas salieron de la fábrica de la compañía sevillana hace unos días, de modo que el primer container está ya embarcado en un buque portacontedores que partirá el próximo 5 de julio desde el Puerto de Algeciras (Cádiz). “Los envases llegarán en unos días a Miami, a un almacén que lo distribuirá por todo Florida, y desde aquí se irá articulando la expansión por EEUU hacia el norte. Queremos llegar hasta Canadá”, indica el director comercial de Fabrienvaf Nuca.

Y el despliegue en el exterior no se detendrá ahí, ya que a la empresa se le ha quedado pequeño el mercado nacional en el que tradicionalmente venía operando y tiene ya diseñada su próxima entrada en Portugal, Marruecos y Andorra, además de que, como avanza Javier Castro, “a finales de año, coincidiendo con la feria Privel -que se celebra en Madrid y está especializada en la industria de la marca de distribuidor-, queremos cerrar acuerdos comerciales para dar el salto a Sudamérica y Centroamérica”.

Nueva línea de envasado

Para poder sustentar la expansión internacional, Fabrienvaf Nuca puso en marcha hace unos meses una nueva línea de envasado con sistemas automatizados de última tecnología que ya funciona a pleno rendimiento en sus instalaciones. Esta infraestructura, donde ha acometido una inversión superior al millón de euros, le permite triplicar la producción del formato spray de su desengrasante El Milagrito, pasando de 1.800 a 4.500 unidades por hora.

“Con esta tecnología podemos alcanzar una producción de unos cuatro millones de litros anuales y tener capacidad para seguir creciendo sin miedo a no poder asumir el volumen de ventas”, asegura el director comercial de la empresa, que genera medio centenar de puestos de trabajo tanto directos como indirectos y que cerró el ejercicio 2024 -coincidiendo con la celebración de su 25º aniversario- con un crecimiento de la facturación del 13,4% hasta el récord histórico de siete millones de euros.

La nueva línea ha marcado un hito en la trayectoria de la compañía porque ha hecho posible aumentar el envío de envases por todo el territorio nacional y, en paralelo, lanzarse a la expansión internacional. “Vender fuera de España requiere su tiempo y su organización. Es un camino que estamos recorriendo desde hace tiempo, que no es fácil, pero del que no desistiremos porque nos llena de ilusión la idea de llevar por el mundo las botellas rosas de nuestro desengrasante”, concluye Javier Castro.