Andalucía cierra la campaña citrícola con una producción de 2,3 millones de toneladas
El trabajo se ha visto empañado por la falta de agua o de mano de obra, la competencia de terceros países y la caída del consumo
Las cooperativas agroalimentarias de Huelva facturan 1.050 millones en 2024, un 9% menos por la sequía

Sevilla/Asaja-Sevilla celebró ayer la XVII edición de su Jornada de Cítricos, un evento consolidado como punto de encuentro y reflexión para el sector citrícola andaluz, que reunió en el salón de actos de la Fundación Caja Rural del Sur, a expertos, productores, representantes institucionales y profesionales del sector, para poner sobre la mesa los principales retos y perspectivas de futuro de este cultivo, que aporta 1.000 millones de euros a Andalucía. En el encuentro, además, se ofrecieron en primicia los datos de cierre de la campaña citrícola andaluza 2024-2025, cuya producción finalmente ha sido un 4% superior a lo aforado por la Junta y se ha situado en 2,3 millones de toneladas.
La jornada dio comienzo con las palabras de bienvenida de la presidenta de Asaja-Sevilla, María Morales, quien dio paso al acto de inauguración por parte del subdirector general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria, Pedro Cerezuela. En suintervención destacó la importancia del sector de los cítricos en Andalucía, donde el cultivo ocupa en esta campaña 2024-2025 una superficie de más de 88.500 hectáreas y ha obtenido una producción de 2,3 millones de toneladas, con un valor de esta producción de 1.000 millones de euros. Como informó, “este cultivo es símbolo y entidad de muchas comarcas andaluzas y, especialmente, en la provincia de Sevilla, que aporta más del 36% de la producción andaluza”. “Nuestra comunidad, además, posee la mayor superficie ecológica de España, con más de 12.000 hectáreas y más de 2.250 operadores ecológicos y un gran potencial de crecimiento. Andalucía también es líder en producción integrada, con más de 6.000 hectáreas”, explicó.
Pese a su importancia, como explicó Cerezuela, el sector de los cítricos no es ajeno a la realidad: “A los problemas estructurales, como el del acceso al agua, la falta de mano de obra o de relevo generacional, hay que sumar la competencia cada vez mayor que suponen los cítricos que llegan de otros países (Sudáfrica, Egipto, el nuevo acuerdo de Mercosur,…), el impacto de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, los nuevos retos que plantea el cambio climático o las exigencias del consumidor en el mercado”.
Durante la jornada, el jefe del Servicio de Estudios y Estadísticas de la Consejería de Agricultura, Juan Bascón, analizó la situación actual del sector, ofreciendo en primicia los principales datos de cierre de la campaña andaluza 2024-2025. Según informó, de las 88.593 hectáreas de cítricos de superficie que se ha plantado en Andalucía, casi el 68% lo ocupa la naranja (61.088 ha, 28.004 ha de Sevilla), un 23% la mandarina (20.461 ha, 3.805 ha en Sevilla) y un 8 % el limón (7.044 ha, 207 ha en Sevilla).
En cuanto a la producción, ha alcanzado finalmente en esta campaña 2.353.387 millones de toneladas, un 3,98% más de lo inicialmente aforado, correspondiente a: 1.645.964 toneladas naranja (+6% respecto a la media 19/20-23/24), 560.531 toneladas de mandarina (+11%) y 99.182 toneladas de limón (-6%). Según señaló Bascón, ha sido una campaña media, pese a que la producción haya sido un 24% mayor que la de la campaña anterior, ya que esta fue muy baja, con 1.899.577 toneladas. En Sevilla, la producción de cítricos en Sevilla ha sido de 1.049.429 toneladas.
El valor de esta producción ha sido de 1.081 millones de euros, 557 correspondientes a la naranja, 496 a la mandarina y 28 al limón. Bascón destacó el valor de la mandarina, “que está creciendo de forma espectacular en los últimos tiempos”.
Respecto a los precios, Bascón explicó que la naranja comenzó con unos precios por encima de la campaña anterior que se han mantenido bien, al igual que la mandarina, y destacó que el precio medio ponderado de la naranja que ha recibido el agricultor en árbol en lo que llevamos de campaña es de 0,31 €/kg, un 22% mayor que en el de las últimas campañas, mientras que el precio de salida de la central de manipulación ha sido un 0,86 €/kg, un 46% más que la anterior campaña, una tendencia al alza que invita a reflexionar sobre los altos costes que está soportando toda la cadena.
Otro aspecto para reflexionar ha sido la caída del consumo de naranja, en continua tendencia a la baja, y que ha descendido de 20,5 kg por persona al año en 2014 a 10,6 kg en 2024, un descenso que no se ha dado en mandarina ni limón.
En cuanto al mercado exterior, las importaciones de naranja por la UE27 continúan creciendo ligeramente, con un incremento medio anual del 4%. Egipto acapara ya el 51% de estas importaciones, mientras que Sudáfrica aporta el 35%.
Enfrentar la gran competencia en la primera parte de la campaña de los cítricos que entran en Europa procedentes de Sudáfrica y, en la segunda parte, de los que proceden de Egipto y Turquía, es, por tanto, como señaló Bascón, “uno de los grandes desafíos del sector, que se suman a la necesidad de aumentar el consumo, la escasez de mano de obra en general y especializada, la dificultad en combatir las plagas y el riesgo de entrada de nuevas (HLB, …), la preocupación por el acuerdo de Mercosur y la incertidumbre por el impacto de políticas arancelarias proteccionistas”.
La situación del sector, a debate
Para reflexionar sobre todos estos datos el evento contó con una mesa redonda moderada por la presidenta de Asaja-Sevilla, María Morales, en la que participaron figuras clave representativas de todo el ámbito citrícola andaluz: el presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra; el vicepresidente de Asociafruit, José Rodríguez; el presidente de la sectorial citrícola de Cooperativas Agroalimentarias, Francisco Bernal, y el responsable de la cadena agroalimentaria de Mercadona en Andalucía, Rubén López.
Ricardo Serra destacó entre los principales problemas que encuentran los citricultores la falta de capacidad que tienen para entender y procesar la cantidad de información de la que disponen o la dificultad para sacar adelante su cultivo, ante la falta de agua y la ausencia de medidas para solucionar este problema. Además, señaló la falta de mano de obra como otra de las grandes dificultades del sector: “La situación laboral de este país es una catástrofe, hay paro en los pueblos y no se encuentra gente para recoger la fruta, el sistema que tenemos hoy induce al fraude, hay un problema de legislación muy serio y, además, no solo no es una cuestión de cantidad, sino también de calidad, porque los trabajadores que se encuentran no están especializados”, aseguró el presidente de Asaja Andalucía.
Otro tema preocupante que puso sobre la mesa es el de los precios, “el pago a resultas es el cáncer del sector, hay que hacer un contrato y el precio debe quedar fijado en él, esto es imprescindible”.
Serra también abogó por incrementar la promoción de nuestro producto nacional, ante el descenso del consumo, que ha caído a la mitad en las naranjas, y poner en valor nuestro producto, que es de excelente calidad. “Y entre esta calidad se encuentra también la “fruta fea”, que se elimina por pequeñas manchitas en la piel o detalles insignificantes, cuando el precio de esta fruta que se tira, que es óptima para el consumo, acaba repercutiendo en la fruta que finalmente se vende”, aseguró.
Por su parte, Francisco Bernal apuntó como estrategia para ayudar a superar las dificultades del sector la concentración: “Es una herramienta fundamental, hay que unirse para producir y comercializar en común; aunque en las cooperativas no estemos exentos de problemas, establecer alianzas y estar concentrados abarata costos y optimiza el proceso para que el producto finalmente pueda ser rentable”.
También al estar unidos, como apuntó José Rodríguez, el agricultor puede estar mejor informado y estar al tanto de las tendencias, “acercar al agricultor a la cadena de valor, así como aplicar las nuevas tecnologías en todos los momentos de la producción son dos cuestiones fundamentales para poder ser más eficientes y rentables”. Asimismo, como defendió, implementar mejoras en la mecanización permite no depender tanto de la mano de obra, que al igual que Serra, señaló como uno de los grandes problemas del sector. “Además de que las exigencias normativas que nos impone la UE no se cumplen en muchos de los cítricos importados, pese a que nos aseguren que son muy estrictos en los controles, estos países, como por ejemplo Egipto, no tienen el mismo coste en la mano de obra; en este sentido, la continua subida de los salarios mínimos también va en contra de nuestra competitividad y nos supone una desventaja importante”.
La distribución, parte igualmente interesada en que la cadena agroalimentaria sea sostenible para poder seguir vendiendo, tampoco lo tiene nada fácil. Así lo puso de manifiesto Rubén López, quien aseguró que el mercado es muy competitivo y los clientes son muy exigentes. “No solo demandan productos de cercanía, sino tener siempre disponibles muchas variedades de frutas, a lo largo de muchos meses, y a buen precio y calidad, lo que no es nada sencillo y requiere un gran esfuerzo para la distribución”.
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