Expertos reclaman agilidad empresarial ante la entrada de nuevo orden mundial
Andalucía Management 2025 reunió este jueves a más de 600 empresarios en una decimosexta edición centrada en la sostenibilidad, las nuevas formas de liderazgo, retos de un entorno internacional inestable y la velocidad de las tecnologías
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Ante la redefinición de un nuevo orden mundial que tiende a la multipolaridad, así como ante unas transformaciones tecnológicas más rápidas de lo que los humanos somos capaces de avanzar, la adaptación y agilidad son dos máximas aplicables tanto para la continuidad y crecimiento empresarial como en la vida en general. Así se desprende de la participación este jueves de empresarios, expertos y antiguas personalidades públicas en la cita anual de Andalucía Management, un encuentro celebrado en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga que acogió a más de 680 empresarios y directivos en su decimosexta edición.
Bajo el lema Empresas que transforman, los protagonistas resaltaron los retos y cambios de un mundo tan acelerado como el actual, exponiendo la situación que ocupa Europa y, más concretamente, España y facilitando herramientas para no quedarse atrás. El director de Andalucía Management, Francisco Cabrera, y en sustitución del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que por razones de agenda no pudo asistir al evento, inauguraron la jornada.
Sergio Durán Ruiz, director territorial de Málaga, Granada y Melilla de Cajamar, abrió el turno de las ponencias, poniendo en valor una de las máximas del banco: cuidar a sus profesionales y clientes, entre los que se encuentra el empresario andaluz, quien, en palabras del directivo, es “muy responsable” del desarrollo económico y social de Andalucía, así como del posicionamiento de la comunidad como tercer motor económico de España. En la misma línea del cuidado, alzó la voz Inma Puig, psicóloga clínica que trabajó como responsable de psicología para el FC Barcelona entre 2003 y 2018. Puig centró su intervención Sostenibilidad emocional: gestión de intangibles en lo que a su juicio, son las premisas que incrementan la productividad: escuchar, cuidar y poner límites.
La segunda intervención Cómo revolucionar tu empresa con la inteligencia artificial corrió a cargo de Lasse Rouhiainen, experto de inteligencia artificial. Este explicó cómo las herramientas como ChatGPT o Copilot pueden impulsar la competitividad empresarial si se integran estratégica y adecuadamente. Así, subrayó el no utilizar esta herramienta como un superbuscador, sino trabajar a través de workflows.
Para ubicar dónde se encuentra Europa y ante qué nos enfrentamos como españoles, el diplomático Rafael Dezcallar expuso la Rivalidad China-EE.UU. y el papel de Europa. El exembajador ofreció su análisis geopolítico sobre la reconfiguración del orden mundial actual, estableciendo el punto de fricción en la competición estratégica entre las dos grandes potencias, China y EE.UU., así como en los problemas internos de Europa, aludiendo a las propuestas de Draghi y Letta como el camino a seguir.
Tras acoger las palabras de Dezcallar, Gonzalo Delacámara, experto global en gestión económica de recursos naturales y adaptación al cambio climático y director académico en IE University, protagonizó la ponencia Sostenibilidad: La gestión de la complejidad y la incertidumbre, donde asumió que se están tomando decisiones en base a un mundo que ya no existe. Delacámara, invitó a la reflexión al plantear el porqué ser sostenibles nosotros con el sobrecoste que conlleva, si China parece no hacerlo, destacando la paradoja de que el gigante asiático es simultáneamente el mayor contaminante mundial y líder en tecnologías sostenibles. Sin embargo, aseguró que la sostenibilidad ha dejado de ser una moda para convertirse en un cambio estructural comparable a la digitalización hace una década.
Su tesis central, “tenemos muy buenas razones para tomar muy malas decisiones” porque respondemos a incentivos poderosos, la documentó con casos andaluces como el estrés hídrico creciente, capaz de transformar mercados, modelos de negocio y marcos regulatorios, la sostenibilidad solo será viable si se convierte en una ventaja competitiva clara, incidió. Como alternativa, advirtió, Europa quedaría atrapada entre potencias más ágiles y decididas, acabando como un “parque temático” incapaz de competir tecnológicamente ni de sostener su propio bienestar.
A continuación, Ignacio Osborne, consejero de Savencia y ex-presidente y consejero delegado de Osborne, bajo el título La empresa ante la nueva era, reveló que el secreto para prosperar en esta no está en lamentar lo inevitable, sino en asumir con realismo que cada generación juega el partido que le toca. Así, si las empresas combinan perspectiva histórica, ambición, adaptación rápida y una cultura orientada a las personas y a la calidad, el presente —lejos de ser peor que el pasado— ofrece oportunidades extraordinarias para las que hay que estar dispuesto a trabajar mucho, aseveró mientras soltaba como chascarrillo que “la mala noticia es que hay que currar”.
Entre ponencia y ponencia, desde Andalucía Management galardonaron a Coviran, Bodegas Alvear y Grupo Mas con la entrega de una estatuilla realizada por el artista Domingo Cabrera, quien las denominó Volutas, como reconocimiento a la excelencia empresarial en Andalucía en diferentes categorías: impacto social, empresa familiar y desarrollo empresarial.
Al ritmo de AC/DC, Inés Torremocha, Mentor&Coach Ejecutivo-Experta en ventas, inició la sesión de la tarde con su ponencia No es magia, es Inteligencia Comercial. Torremocha abordó la inteligencia comercial como herramienta para impulsar el crecimiento y bienestar profesional. Ofreció un enfoque práctico y orientado al impacto en el mundo empresarial, para maximizar el éxito en entornos competitivos mediante su fórmula de la “TransformACCIÓN”.
Por su lado, José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España (2011-2016), quien se mostró preocupado por “el anuncio del Gobierno de Andalucía de un nuevo sistema de financiación autonómica”, intervino bajo La economía española: Retos, transformaciones y su impacto en el tejido empresarial. En esta, diagnosticó la transformación demográfica que España enfrenta: para 2030, cuatro de cada diez residentes serán extranjeros o hijos de madres extranjeras, necesitaremos 25 millones de inmigrantes hasta 2050 y la ratio de trabajadores por pensionista pasará de 3-1 a 2-1 en 2035. Otro de los grandes problemas es la escasa subida del salario en España en 30 años, apenas el 3%, mientras la vivienda, por ejemplo, lo hace a más del 160%, aseguró.
Para los males de España resumió una única causa: la baja productividad, lastrada por un capital humano deficiente, innovación insuficiente, implantación tecnológica baja y tejido empresarial atomizado con dificultades administrativas para crecer. Además, advirtió que el anunciado sistema de financiación autonómica con cupo catalán sería “catastrófico” para comunidades beneficiarias como Andalucía. También lamentó la pérdida de peso mundial de la UE, que, en 50 años, no ha creado ninguna megaempresa y el 30% de unicornios europeos se va a EEUU por energía y financiación más baratas. En la misma línea que Dezcallar, propuso aplicar los informes Letta y Draghi como solución. “Los países europeos se dividen en dos: los que saben que son pequeños y los que todavía no lo saben, pero lo son”, sentenció.
El broche final llegó de la mano de Fabián C. Barrio, escritor, empresario y viajero, con ¿Qué le dirían Epicuro a Elon Musk y Diógenes a un atormentado autónomo? De este modo, articuló su exposición en torno a cuatro grandes escuelas filosóficas entendidas como guías prácticas: el epicureísmo, que invita a simplificar el éxito y reducir la ansiedad corporativa; el cinismo, que desmonta la hipocresía organizativa y pide honestidad radical; el escepticismo, que reivindica la duda como forma de inteligencia frente a los dogmas empresariales; y el estoicismo, centrado en la disciplina de distinguir entre lo que depende de uno y lo que no. Y, comentó, emplear la filosofía como herramienta de autogobierno. Su invitación a la reflexión dejó ver que, en tiempos de caos, la filosofía clásica no es la clave para aumentar la productividad sino para recuperar libertad interior, integridad y humanidad: ningún KPI vale más que la conciencia tranquila y ningún crecimiento justifica el agotamiento de quienes lo hacen posible; si los pensadores griegos pudieron mantenerse libres en un mundo que se derrumbaba, también nosotros podemos hacerlo.
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