Apple acusa a Oppo y a un ex empleado de apropiarse de secretos del Apple Watch

El ex empleado, arquitecto de sistemas de sensores en el equipo del reloj de Apple, se hizo presuntamente con información confidencial antes de dejar la compañía rumbo a la tecnológica china.

Los argumentos de Elon Musk para demandar por monopolio a Apple y OpenAI

Apple Watch en la sede central de Apple en Cupertino, California.
Apple Watch en la sede central de Apple en Cupertino, California. / JOHN G. MABANGLO, EFE

El mismo día que se conoce la demanda de Elon Musk contra Apple y OpenAI por su supuesta alianza para asfixiar la innovación en el campo de la inteligencia artificial, la primera de ellas, Apple, protagoniza otro caso judicial, en este caso como parte acusadora.

La tecnológica de Cupertino ha presentado una demanda que desvela una presunta apropiación indebida de secretos comerciales protagonizada por un ex empleado y la firma china Oppo.

El objetivo: detalles confidenciales de la tecnología de sensores de salud del Apple Watch.

El arquitecto que se llevó los planos

La historia gira en torno al Dr. Shi, descrito en el texto de la demanda presentada por Apple ante un tribunal de California como un "arquitecto de sistemas de sensores altamente remunerado en el equipo del Apple Watch" que trabajó para Apple entre enero de 2020 y junio de 2025.

Durante este período, la compañía "le confió valiosa información comercial secreta sobre el Apple Watch, incluida su documentación de diseño y desarrollo, especificaciones internas y hoja de ruta del producto".

Lo que comenzó como una aparente dimisión por motivos familiares se ha convertido en el epicentro de una batalla legal que expone las tensiones del sector tecnológico por el control de la innovación en dispositivos de salud.

Una dimisión que ocultaba otros planes

El 5 de junio de 2025, el Dr. Shi comunicó a sus superiores su intención de abandonar Apple. Sus motivos parecían legítimos: razones personales y familiares, específicamente regresar a China para cuidar de sus padres mayores, asegurando que no tenía intención de buscar otro empleo a corto plazo. La fecha de salida: 27 de junio de 2025.

Sin embargo, la realidad era muy diferente. Según los documentos judiciales, el Dr. Shi ya había asegurado un puesto en el centro de investigación estadounidense de Oppo y estaba "involucrado activamente en la transferencia de información confidencial de Apple a un dispositivo externo" durante sus últimos días en la compañía.

La cronología revela que el ex empleado ya buscaba trabajo en Oppo desde abril de 2025 y "fue reclutado por los más altos niveles de liderazgo de los demandados", incluyendo al "presidente de su Centro de Investigación de EEUU y a su vicepresidente de Salud".

La operación de recopilación de secretos

En las semanas previas a su marcha, el Dr. Shi desplegó una estrategia sistemática para extraer información confidencial.

"Ocultando su inminente empleo con un competidor directo, el Dr. Shi organizó y asistió a docenas de reuniones individuales con miembros del equipo técnico del Apple Watch para conocer sus esfuerzos de investigación y desarrollo en curso, incluido su trabajo en sensores ópticos, sensores de temperatura y sensores ECG".

Además, "recopiló documentos confidenciales de Apple que detallaban aspectos clave de sus tecnologías de detección de la salud en beneficio de Oppo".

El clímax de esta operación llegó tres días antes de su salida: a altas horas de la noche, el Dr. Shi descargó 63 archivos desde los servidores internos de Apple, que contenían información estratégica sobre la tecnología de sensores de salud de la compañía, y los transfirió a un disco duro USB personal.

Entre estos archivos se encontraban detalles sobre especificaciones de productos futuros no lanzados y otros planes confidenciales de desarrollo.

Borrando las huellas

A pesar de la "naturaleza ilegal de sus acciones", el Dr. Shi continuó con su plan, intentando eliminar las evidencias. Borró archivos clave de su MacBook y realizó "búsquedas en internet sobre cómo borrar rastros" de su actividad.

Los mensajes que "dejó en su iPhone de trabajo de Apple" revelan que actualmente trabaja en la oficina estadounidense de Oppo, donde "dirige un equipo que desarrolla tecnología de detección".

Oppo, cómplice necesario

Apple no solo señala al Dr. Shi. La demanda acusa directamente a Oppo de "conocer, aprobar y animar" estas actividades y de haber "adquirido y utilizado ilegalmente" los secretos comerciales de Apple, lo que les habría permitido obtener una ventaja competitiva en el mercado de tecnología de salud y dispositivos electrónicos.

Según Apple, Oppo sabía perfectamente que la información obtenida por el Dr. Shi era confidencial y había sido adquirida mediante medios indebidos.

Más aún, se alega que la compañía china incentivó al ex empleado a realizar estas acciones, convirtiéndose en responsable "tanto directa como indirectamente de la apropiación indebida de la información".

El valor de los secretos robados

La información sustraída no es cualquier dato corporativo. Apple describe su tecnología de sensores de salud como fruto de "años de investigación y grandes inversiones", que otorga a la empresa "una ventaja significativa en el mercado".

Esta información confidencial incluye especificaciones no anunciadas de productos futuros y está sujeta a "estrictas medidas de protección, incluyendo acuerdos de confidencialidad firmados por todos los empleados con acceso a dichos secretos comerciales".

La violación de los acuerdos

El Dr. Shi había firmado un Acuerdo de Propiedad Intelectual (IPA) con Apple, comprometiéndose a no divulgar ni utilizar información confidencial sin consentimiento explícito de la compañía.

Este contrato establecía que cualquier material confidencial debía ser entregado al finalizar su relación laboral y prohibía su uso para propósitos ajenos a las responsabilidades en Apple.

Apple sostiene que el ex empleado "incumplió flagrantemente el acuerdo al transferir secretos comerciales a un dispositivo de almacenamiento externo", constituyendo una "violación material del contrato" que ha causado "daños económicos considerables" y "perjuicio irreparable" a su reputación.

Las armas legales de Apple

En su arsenal legal, Apple ha desplegado múltiples frentes de ataque, invocando la Ley de Defensa de los Secretos Comerciales (DTSA), que regula la protección de información confidencial en el ámbito empresarial.

Las peticiones de la compañía incluyen:

  • Compensación económica: Apple busca recuperar los daños por la pérdida de ventajas competitivas y oportunidades de negocio, además de exigir la devolución de los secretos comerciales y la reparación de los perjuicios ocasionados.
  • Daños punitivos: Dada la naturaleza "maliciosa" de las acciones del Dr. Shi y Oppo, Apple solicita daños punitivos para disuadir futuras conductas similares y castigar las acciones fraudulentas.
  • Medidas cautelares: La tecnológica también ha solicitado medidas preventivas para garantizar que Oppo deje de usar o divulgar cualquier información confidencial de la compañía, incluyendo la devolución inmediata de todos los archivos obtenidos ilegalmente.

Esta demanda es una prueba de la cruenta batalla por el control de la innovación en tecnología de salud, un sector donde gigantes como Apple, Samsung y las emergentes firmas chinas compiten ferozmente por liderar el futuro de los dispositivos wearables.

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