Dreexo Energy instalará en Cádiz una planta pionera en el tratamiento de materias grasas para la generación de biocombustibles avanzados
La compañía energética anuncia que las instalaciones de Zona Franca convertirán la región en el principal hub estratégico en el sector del sur de Europa
La inversión, inicialmente cuantificada en 27 millones, alcanzará los 46 con el desarrollo de una capacidad de almacenamiento de 166.000 metros cúbicos
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Dreexo Energy anuncia la implantación de unas instalaciones únicas en la Zona Franca de Cádiz para el pretratamiento de aceites y grasas con la tecnología más avanzada. Se trata de un proceso para el aprovechamiento en la industria de los biocombustibles avanzados de una materia complicada de gestionar para las grandes petroleras pero que gracias a los procedimientos desarrollados en esta planta conseguirá ganar en eficacia y productividad, de modo que el nicho de crecimiento es bastante importante para la transición energética.
El pasado abril el Consorcio de la Zona Franca gaditana presentó públicamente el proyecto junto a la compañía energética con el objetivo de que se haga realidad en 2026 en una superficie de 51.000 metros cuadrados de los antiguos terrenos de Altadis. Ahora Dreexo Energy ha dado más detalles sobre en qué consiste esta industria que anuncian como el principal hub estratégico de biocombustibles avanzados del sur de Europa. La planta será la primera en realizar el pretratamiento de materias primas de doble cómputo, lo que supone convertir todo tipo de sustancias grasas no aptas para el consumo humano, como grasas animales, aceites técnicos y usado de cocina o subproductos industriales, en material optimizado para la fabricación de precursores de SAF (Sustainable Aviation Fuel, combustible alternativo para aviones a partir de materias primas renovables) y HVO (biocombustible a partir de residuos orgánicos).
Además, las instalaciones contarán con una zona de almacenamiento para gasóleo y HVO con capacidad para 166.000 metros cúbicos. La inversión total de Dreexo Energy, participada mayoritariamente por Green Tie Capital, alcanzará los 46 millones de euros. Aunque en su presentación de abril anunciaron un desembolso de 27 millones en una primera fase, finalmente la previsión es desarrollar el proyecto completo que esperan que esté en obras al inicio de 2026 una vez que estén todos los permisos aprobados. Esto supondría que esté operativa en el primer trimestre de 2027.
El pretratamiento que la empresa va a desarrollar de modo único supone aprovechar una pequeña pero importante parte de las materias grasas que no cumplen las especificaciones necesarias para los reactores de las aeronaves porque provocan la degradación de estos. Gracias al proceso al que son tratadas estas materias grasas procedentes de origen animal y vegetal, el producto obtenido es muy eficaz para las grandes petroleras en la fabricación de SAF Y HVO, de modo que supone un proyecto pionero para la descarbonización del transporte y promueve la independencia energética a nivel regional.
La especialización del proceso hace de este proyecto una iniciativa única y con gran perspectiva para el desarrollo de la segunda generación de biodiésel en el que se opta por el uso de materia orgánica no alimentaria. Además, la capacidad de almacenamiento aporta un valor añadido por la estacionalidad de la materia prima. El delegado de la compañía, José Esteban del Corral, explica que ahora mismo se está cubriendo el 5% de consumo de gasoil con biodiésel, cuando en 2050 el objetivo está en el 30%, lo que significa un nicho de crecimiento en la industria por desarrollar muy importante. Esta perspectiva, explica Del Corral, fomentará nuevas inversiones del sector energético en la zona.
La capacidad inicial de procesamiento de la planta alcanzará las 100.000 toneladas al año, por lo que cuantifican en 250.000 toneladas la reducción de CO₂ anuales. "No hay actualmente ninguna otra planta que combine el tratamiento industrial con el almacenamiento masivo y el acceso portuario directo para aceite usado y grasas animales en la región", explica Del Corral. Esta ventaja logística, una de las razones que explican su implantación en la Zona Franca gaditana, permite captar flujo de materia prima desde África, Asia y sur de Europa, además de permitir la distribución del producto tratado hacia refinerías y clientes finales.
El impacto positivo en la economía local, con la generación de unos 250 puestos de trabajo entre las fases de construcción, empleos directos e indirectos, se suma a un impacto ambiental positivo con cero vertidos y la instalación de una estación de tratamiento de aguas residuales propia para poder utilizar la red municipal con el agua depurada con todos los parámetros. Durante su presentación explicaron que el material no presenta "problemas de combustión, no genera olor, no hay riesgo de vertido porque es casi sólida" y se descarga directamente de los barcos.
Aún se encuentran en fase de negociación de los futuros contratos aunque cuentan con clientes que han mostrado interés por estos productos. La cercanía de la importante refinería de Moeve en la provincia podría ser uno de sus principales focos. La parcela en la que se instalará la planta limita una posible ampliación y, aunque aún no han empezado a buscar otros terrenos, Del Corral admite que no sería descabellado replicar las instalaciones en otros suelos en el caso de que se cumplan las perspectivas de crecimiento de este producto gracias al proceso desarrollado específicamente por los ingenieros de Dreexo Energy. En definitiva, un proyecto que consolidará a Cádiz como nodo estratégico y referente en la transición energética y la economía circular, según la empresa.
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