Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
Recortes con escarpelo, no con sierra
Tribuna Económica
EL ex primer ministro de Francia, François Bayrou, se sometió a moción de confianza para reducir el gasto público, y la perdió, pese a tener razón, pues el déficit está en el 5,7% (en la UE es 3,3% y 3,2% en España), lo que avisa que la reducción de gastos se ha de hacer con cuidado, contando con una hucha para pandemias, desastres climáticos, y defensa ante agresiones. La oposición a los recortes es frontal, y no es cuestión de ideología o teorías, sino que la gente quiere servicios, que las empresas, que directa o indirectamente reciben sostén público, tengan mejores salarios, y la fortunas multimillonarias paguen más; uno de los académicos más brillantes, el francés Gabriel Zucman, que influye en revistas de gestión de patrimonios como FT Wealth ( ver mayo 2025), tiene dos impuestos con su nombre, el de las grandes fortunas de más de 100 millones, y sobre empresas que deslocalizan, y se habla de un “presupuesto Zucman”, equilibrado por la parte de los impuestos. Además, los mercados valoran a gobiernos con una fiscalidad adecuada a un nivel de gastos dado, y así, Estados Unidos paga 4,2% por la deuda a 10 años, 3,4% Francia, 3,2% España, 2,7% Alemania.
Francia tiene un crecimiento previsto este año del 0,6%, 1,2% área del euro, y 2,6% España, donde un 3, 2% lo generamos internamente, y 0,6% resta el comercio exterior; hay buenos datos de formación de capital, pero destaca el impulso a la producción y consumo interno. Un pilar de la economía española son las medidas de salario mínimo, pensiones, y subvenciones sociales, que dinamizan la demanda, con los precios contenidos en un 2,3%; esto lo confirma un artículo reciente de Beach, Gamber y Moran, de la Reserva Federal, sobre cómo la acumulación de riqueza crea consumo suntuario, pero provoca una reducción de la demanda nacional; de hecho las fluctuaciones al alza en la renta del 20% más rico aumenta 0,8 céntimos de un dólar la propensión a consumir, mientras que para el 20% más pobre es mucho más sustancial, 7,5 céntimos. Todo esto es discutible, pero es difícil negar la disociación entre la realidad del funcionamiento de las economías de mercado, concentraciones de poder, una tecnología que consume recursos fabulosos y genera escasa productividad, y lo que espera en su vida cotidiana la mayoría de la gente. El margen político es estrecho, y en Francia hablar de los valores de libertad, igualdad, y fraternidad, es retórico, frente al concepto de realismo capitalista que acuñó Mark Fisher: la ficción que nos lleva a imaginar otro mundo, colapsa en el que conocemos.
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