De los 253.000 euros por hectárea en cultivos bajo plástico a los 17.000 en olivar: así están los precios de la tierra en Andalucía

Los agricultores achacan la tendencia alcista de estos costes a la entrada de grandes inversores y alertan del impacto en la rentabilidad de las explotaciones

El apetito por el campo se acelera en Andalucía y acerca el mercado de fincas rústicas a máximos históricos

Incremento del precio medio del suelo agrario por CCAA
Incremento del precio medio del suelo agrario por CCAA / Dpto. Infografía

La escalada de precios que vienen registrando las tierras de cultivo en Andalucía ha puesto en alerta a los agricultores de la región, que ven esta tendencia alcista, acentuada desde la pandemia, como una amenaza para la rentabilidad de las explotaciones, el relevo generacional, las economías locales y la gestión de los recursos naturales. A ojos del sector, la causa de esta evolución creciente tiene un claro responsable: el apetito de los fondos de inversión por el campo como valor refugio.

En concreto, el coste medio de los suelos agrícolas en Andalucía aumentó un 3,3% -por encima de la media nacional del 2,8%- hasta situarse en los 17.064 euros por hectárea al cierre de 2024, según los datos provisionales de la última 'Encuesta sobre Precios de la Tierra de Cultivo' publicada recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejan también que el valor se ha disparado un 16,9% desde 2020, cuando se situaba en 14.601 euros por hectárea.

Con estas cifras, la región se colocó entre las comunidades donde repuntaron los precios por encima del conjunto del país y como la sexta tanto en crecimiento como en valor medio en 2024. Pero, además, mantiene la tendencia ascendente de los últimos cuatro ejercicios, aunque la subida del pasado año es inferior a la de 2023, cuando el coste se elevó un 4,9% hasta los 16.524 euros por hectárea, y a la de 2022, con una subida del 5% hasta 15.748 euros.

Poniendo la lupa sobre las distintas tipologías de tierras, los cultivos bajo plástico coronaron el escalafón andaluz en términos absolutos en 2024, con un coste de 253.457 euros por hectárea y un avance del 5% sobre el año anterior; seguidos ya a gran distancia de las tierras para tropicales y subtropicales, con 123.156 euros, si bien en este caso el precio retrocedió un 1%; y los suelos para huertas, que completan el podio regional, con 67.699 euros, pese a que también bajaron casi un 7%.

Los terrenos de cítricos, por su parte, repuntaron un 2,4% el pasado ejercicio, hasta los 43.001 euros por hectárea; mientras que los de frutales de regadío se dispararon un 14,6%, alcanzado un valor medio de 38.148 euros. Otros ejemplos destacados fueron el de los suelos arables de regadío, con una escalada del 7,6% que situó el precio en 25.745 euros; y el de arrozal, con un coste medio por hectárea de 21.535 euros y un avance interanual del 2,8%.

En cuanto a un cultivo tan señero de Andalucía como el olivar, la hectárea de regadío alcanzó los 27.052 euros, tras crecer el precio un 2,5%; y la de secano se mantuvo en cifras similares a las del año anterior con 17.029 euros. Además, el viñedo de secano repuntó con fuerza un 7,7% en 2024, alcanzando un valor de 19.112 euros; mientras que en los terrenos para frutos secos el coste de la hactárea avanzó hasta 15.002 euros en regadío (+8%) y hasta 6.529 euros en secano (+9,8%).

Riesgos

El secretario general de UPA Andalucía, Jesús Cózar, explica a este diario que “estamos viendo cómo desde la crisis del Covid está incrementándose la venta de parcelas agrícolas por encima del 30% y que el precio medio está alcanzando cotas que nunca habíamos visto”, algo que atribuye a que “grandes inversores están apostando por el sector primario como un valor seguro, porque si algo claro nos quedó en la pandemia es que tenemos que comer tres veces al día, sí o sí”.

“Allá donde llegan los grandes fondos están esquilmando los recursos, tanto ambientales como locales. Estamos viendo que, en las zonas de España o Europa que ya han apostado por este modelo, se produce una despoblación”, asegura Jesús Cózar, que advierte de que “podemos correr este riesgo en Andalucía” y que “se implante una agricultura intensiva o superintensiva que usa más productos químicos y deteriora el entorno, el paisaje y los recursos naturales”.

En el mismo análisis abundan las fuentes consultadas en COAG Andalucía, que también apuntan que “los fondos de inversión están comprando tierras a mansalva, imponiendo un modelo de agricultura que va en contra de Andalucía y haciendo competencia desleal al sistema que genera empleo y riqueza en el medio rural”. Estos grandes actores, añaden, no pueden acceder a las ayudas de la PAC, que deben ir dirigidas únicamente a apoyar a los agricultores y ganaderos profesionales”.

“Hay que poner pie en pared al desembarco sin control de estos fondos de inversión que están machacando a los agricultores y ganaderos profesionales, que tienen serios problemas para redimensionar sus explotaciones para ser competitivos, frente a grandes multinacionales, mientras que también supone un gran perjuicio para el relevo generacional, ya que los jóvenes no encuentran tierras que puedan pagar para iniciar su actividad”, enfatizan desde la organización COAG.

Tendencia alcista

En el conjunto de España, el precio se situó el pasado año en 10.248 euros por hectárea, lo que supone una subida del 2,8%, mientras que desde 2020 el valor medio ha crecido un 13,8%, consolidando así también la tendencia alcista. Los mayores avances se dieron en frutos secos de secano (+6,7%), arroz (+5,1%), cultivos bajo plástico y tropicales/subtropicales (+4,7%) y prados (+4,9%). En el lado contrario, el viñedo de regadío (-5,7%) y las huertas (-1,9%) lideraron los descensos.

Analizando la evolución por territorios, los precios avanzaron en 14 de las 17 comunidades, destacando Balears (+7,9 %), Galicia (+4,2 %), Castilla y León (3,9%), Aragón (+3,4%) y Asturias, que, con un 3,3%, crece al mismo ritmo de Andalucía. No obstante, Canarias encabezó el ranking autonómico con un precio medio de 148.415 euros la hectárea, debido principalmente al valor del suelo dedicado a plataneras; seguida de la Región de Murcia (33.180 euros) y Baleares (21.390).

Por tipología, sobresalieron los altos costes de los terrenos de plataneras (281.808 euros por hectárea), cultivos bajo plástico (241.797 euros) y subtropicales (121.916 euros), así como los de las huertas (44.135), cítricos (42.947 euros) y frutales de regadío (25.397 euros). En el caso de tierras arables, tanto en regadío como en secano, los precios se situaron en 17.212 y 7.239 euros, respectivamente; asimismo, el olivar de regadío subió hasta los 25.245 euros y el de secano hasta los 13.063 euros.

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