La OCDE rebaja al 2,4% el crecimiento de la economía española en 2025 por el impacto de los aranceles

Recorta en dos décimas su previsión en los dos próximos años para España, que mantiene un crecimiento relativamente sólido

El paro cae en mayo por debajo de los 2,5 millones y el empleo marca récord con 21,8 millones de afiliados

Terminal de contenedores del Puerto de Algeciras.
Terminal de contenedores del Puerto de Algeciras. / Erasmo Fenoy

París/La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado a la baja sus perspectivas de crecimiento para la economía mundial, incluida la española, que se resiente de los efectos negativos de la guerra arancelaria impulsada desde la Casa Blanca tras la llegada de Donald Trump.

En este contexto de incertidumbre, la OCDE rebaja en cuatro décimas su previsión de crecimiento global tanto para 2025 como para 2026, situándola en un 2,9% para ambos años, reducción que en el caso de España se limita a dos décimas tanto en 2025, hasta el 2,4%, como en 2026, para el que prevé un crecimiento del 1,9%.

Las nuevas cifras pronosticadas por la OCDE en su informe semestral de Perspectivas publicado este martes son similares a las anticipadas en su reporte de diciembre (2,3% para 2025 y 2% para 2026), pero se alejan del crecimiento previsto en su informe provisional de mediados de marzo (2,6% y 2,1%).

Pese a la corrección a la baja, España mantiene un crecimiento económico relativamente sólido, por encima de las principales economías de su entorno. Por otra parte, las nuevas proyecciones de la OCDE son menos optimistas que las realizadas por el Gobierno español en abril (2,6% para 2025 y 2,2% para 2026) y por la Comisión Europea en mayo (2,6% para 2025 y 2% para 2026).

Al margen del deterioro de los indicadores de actividad que reflejan las encuestas a los directores de compras de las empresas, entre los factores que influyen en el recorte de la previsión de España influye el impacto de los aranceles sobre las exportaciones españolas en EEUU pese a que las ventas a ese país en el último año apenas representaron alrededor del 1% del producto interior bruto (PIB) español.

No obstante, el comercio exterior tendrá un impacto negativo en el crecimiento, restando tres décimas al PIB en 2025, debido a una ralentización de las exportaciones y a un repunte de las importaciones.

Mejor que la eurozona y EEUU

La expansión de la economía española seguirá siendo muy superior a la de la zona euro (1% en 2025 y 1,2% en 2026) y también a la de Estados Unidos (1,6% y 1,5% ), que va a estar seriamente lastrada por la escalada arancelaria de Trump.

El crecimiento español se apoya en una demanda interna sólida, un consumo que aunque se modera, sigue siendo dinámico, un mercado laboral “robusto” (con una bajada del paro desde el 11,3% en 2024 al 10,7 en 2025 y al 10,1% en 2026) y una inflación controlada (del 2,9% en 2024, al 2,4 en 2025 y al 1,9% en 2026).

Además, la OCDE subraya que España debe continuar con su senda de consolidación fiscal para cumplir con las reglas europeas y hacer frente a desafíos como el envejecimiento de la población o la transición ecológica, si bien admite que el déficit público podría reducirse del 3,2% del PIB en 2024 al 2,3% en 2026 por los mayores ingresos debido a la creación de empleo y a medidas fiscales, que permitirán absorber, además el gradual aumento del gasto en defensa y el paquete de 14.000 millones de euros de ayudas para los sectores afectados por la guerra comercial.

La mejora de las cuentas también podría traducirse en un descenso de la deuda pública por debajo del 100% por primera vez desde antes de la pandemia.

Castigo para EEUU, México y Canadá

Aunque el informe evita señalar directamente a Trump o a Estados Unidos, sí deja claro que las políticas proteccionistas de la actual administración estadounidense son el principal factor detrás de esta ralentización, cuyo impacto será mayor en Estados Unidos y sus principales socios comerciales México y Canadá.

Estados Unidos verá ralentizado su crecimiento al 1,6% en 2025 y al 1,5% en 2026 por el efecto boomerang de los aranceles. El país está sufriendo ya un repunte de la inflación debido a los nuevos aranceles, lo que penaliza tanto el consumo como la inversión.

Sus dos socios del T-MEC, México y Canadá, también pagarán un alto precio, con un estancamiento casi total del crecimiento económico en el primero (0,4% en 2025 y apenas un 1,1% en 2026), debido a su enorme dependencia de las exportaciones a Estados Unidos (que suponen el 75% de su total). Canadá, algo menos expuesto, crecerá un 1% en 2025 y un 1,1% en 2026, muy por debajo de lo previsto con anterioridad.

China y Europa, cara y cruz

China, pese a ser el blanco principal de los aranceles estadounidenses (que afectan al 30% de sus exportaciones al país), apenas verá mermadas sus expectativas, ya que la OCDE mantiene su previsión de crecimiento en el 4,7% para 2025 y ajusta a la baja sólo una décima para 2026, hasta el 4,3%. Esto se explica por el escaso peso que suponen esas exportaciones para su PIB (menos del 2%).

En Europa, el impacto es desigual. Alemania y los países nórdicos, más expuestos a las exportaciones estadounidenses, se verán más afectados que países como Francia o España. En conjunto, la eurozona crecerá un 1% en 2025 y un 1,2% en 2026, tres décimas por debajo del crecimiento previsto en diciembre de 2024.

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