Catalina se impone a otros grupos de restauración y se queda con la macro terraza del complejo Vera de Sevilla
Además de esos 600 metros cuadrados, explotará un bar de 300 metros cuadrados en planta baja

Sevilla/Fundada por dos charnegos, Albert Granados y Gonzalo Villalba, el Grupo Catalina pisa con fuerza en el mundo de la restauración en Sevilla, donde aterrizó en 2011. Ya tiene siete establecimientos en Sevilla y ha logrado poner una pica en Flandes al imponerse a otros grupos empresariales del sector y quedarse con la gran terraza que tendrá el edificio Vera, en la antigua sede de Altadis en Sevilla, un proyecto que incluye hoteles de lujo, oficinas y restauración, y cuya comercialización corre a cargo de CBRE.
El grupo Catalina ha alquilado dos locales en el complejo Vera: uno de 600 metros cuadrados de superficie para eventos, que estará a un nivel de una cuarta o quinta planta, ya que ha habido que respetar la altura del edificio antiguo, con casi cuatro metros de alto por planta; y un segundo local de 300 metros. La entrega de los locales está prevista para el último trimestre de 2026, según Gonzalo Villalba (Barcelona, 1974). "Participar en este proyecto supone para nosotros un salto por su importancia para la ciudad. Vamos a poder contar con un espacio casi único para celebraciones y eventos con una visión 180 grados del río Guadalquivir a su paso por la capital, la Torre del Oro, el Palacio de San Telmo y la Plaza de España", explica.

"En 2011 nos vinimos de Barcelona a Sevilla porque no nos gustaban cómo se estaban poniendo las cosas allí. En realidad ya estábamos muy vinculados a Andalucía porque somos lo que en Cataluña califican charnegos, ya que mi abuela es gaditana y la de Albert, malagueña", cuenta a este periódico Gonzalo Villalba , quien conocía bien el sector, ya que trabajó como cocinero primero y después como director de operaciones de los grupos de restauración Sagardi y Sodexo.
Ambos hace un tándem perfecto, ya que mientras Gonzalo domina los fogones, Albert Villalba (Barcelona, 1980) se ocupa de la sala, ya que había trabajado como camarero y era profesor de la Escuela de Hostelería de Barcelona. Se pusieron manos a la obra y el primer establecimiento que abrieron fue la casa de comidas Catalina en la Plaza Ponce de León, a escasos metros del Palacio de Dueñas . En 2015 inauguró la brasería La Quinta en Santa Catalina, en el corazón de Sevilla.

Tres años después, en el hotel Bécquer, en la calle Reyes Católicos, dieron a conocer el Bar Catalina, que cerró en pandemia y después traspasaron a Manuel Mayo. Ese traspiés no les desanimó y en 2023 eligieron la Alfalfa de Sevilla para abrir Catalina La Barra, el mismo año en que volvieron a la calle Reyes Católicos para abril otra casa de comidas. Imparables, el pasado año optaron por Nervión al dar a conocer la Cervecería Catalina y otro bar en la calle Chicarreros. Este año se han atrevido con el llamado Soho sevillano, ocupando el espacio donde estuvo el restaurante Perro Chiko, junto a las Setas, para abrir Casa Regina.
Gonzalo Villalba explica que tienen dos líneas de establecimientos: La Quinta y Chicarreros, que son restaurantes, mientras que el resto son bares de barras donde tomar tapas. "En Cataluña no hay tradición de barras, de consumo vertical. Nosotros hemos intentando recuperar el formato de barra con tapas dando calidad. En cierto modo hay sido una forma de reinventar las barras sevillanas", añade el fundador de Grupo Catalina. El grupo cuida al detalle el diseño de sus establecimientos, confiando el mismo a la empresa de interiorismo que han creado junto a Carlos Iglesias, y que trabaja también para otras empresas de restauración, hoteles, etcétera.
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