El comité de Navantia Puerto Real reclama el aumento de la plantilla en 200 personas ante el encargo de los BAM
La ingeniería y construcción de estos buques para la Armada española supondrán 4 millones de horas de trabajo en el astillero gaditano

El astillero de Navantia Puerto Real necesita ampliar su plantilla a más de 700 trabajadores. Es la reclamación que hace el comité de empresa, que aplaude la confirmación de la construcción de dos nuevos Buques de Acción Marítima (BAM) para la Armada española. Para atender la carga de trabajo la representación sindical calcula que necesitarán la incorporación de unas 200 personas, que se sumarían a los que están en proceso de entrada.
"Un astillero de estas características, de un millón de metros cuadrados, para igualarnos con otros centros de trabajo, como Ferrol, mínimo tiene que tener más de 700 trabajadores para que funcione", explica Arturo Martínez, presidente del comité de empresa puertorrealeño. Actualmente, la factoría cuenta con una plantilla de unas 470-480 personas, que se verá incrementada con hasta 45 trabajadores en producción –un total de 60 con la llegada de personal para otras tareas, precisa–. "Se está apostando por los perfiles junior, para dar trabajo a la gente joven, pero también hay plazas para seniors", explica.
Esas llegadas no cubren el déficit existente, advierte el responsable del comité, más cuando el astillero de Matagorda recupera la actividad de construcción de buques como actividad principal y a ritmo constante: actualmente produce un BAM-IS (de intervención subacuática), en unos meses empezará con los bloques que le corresponde del contrato de los FSS (buques de apoyo logístico) para la Royal Navy de Reino Unido y para el primer semestre de 2027 se prevé el inicio de estos dos BAM.
"Estamos contentos porque es un paso más, que confirma que el área principal de Puerto Real sea la construcción naval, que es nuestra reivindicación", destaca Martínez. "Es una alegría para toda la Bahía porque es carga de trabajo", añade. El desarrollo de esta construcción se traducirá en 2.000 empleos anuales, directos, indirectos e inducidos, y en torno a 4 millones de horas de trabajo. Una carga de trabajo que seguirá favoreciendo a la industria colaboradora.
Según la información facilitada por Navantia, tras la aprobación del consejo de ministros de la orden de ejecución de estos buques el martes y una vez se firme el contrato, que tiene un presupuesto de 716 millones de euros, se empezará con la fase de ingeniería. Los nuevos BAM incorporarán, señala, mejoras sustanciales respecto a sus predecesores, tanto en capacidades operativas como en condiciones de habitabilidad para la dotación.
Hasta seis buques de esta índole, Meteoro, Rayo, Relámpago, Tornado, Audaz y Furor, forman parte de la Flota de la Armada española. A ella se sumarán dos nuevas unidades, que contarán con un sistema de combate actualizado, nueva generación del Sistema Integral de Control de Plataforma (SICP), mejoras en los sistemas de comunicaciones y navegación, sistemas avanzados de ciberseguridad, integración de vehículos no tripulados, nuevos espacios de trabajo y áreas médicas y mayor capacidad para alojar tripulantes.
La compañía pública detalla que las labores de ingeniería de esta segunda extensión de BAM se desarrollarán íntegramente mediante las herramientas digitales del programa ELCANO, basado en tecnologías de Siemens. Este entorno permite integrar diseño, modelización, simulación y construcción en un flujo digital conectado, incorporando los últimos avances en transformación digital de Navantia.
Parte de la fase de fabricación se realizará en el taller de bloques planos del astillero de Puerto Real, que está equipado con una línea automatizada de última generación, que ultima su puesta en marcha. En concreto, se trata de un sistema de soldadura que aumenta la velocidad de producción, reduce el aporte térmico y minimiza las deformaciones, por lo que genera productos de mayor calidad. La previsión es que empiece a operar a pleno rendimiento para el programa de los FSS del Reino Unido.
Reforzar la Armada
El plazo otorgado finaliza el 30 de noviembre de 2029 por lo que las nuevas embarcaciones tendrán que estar construidas antes de esa fecha. Se incorporarán entonces a la flota con el objetivo, ha explicado el Gobierno central, de mantener la capacidad de contribución de la Armada al Núcleo de Fuerza Conjunta (NFC) y la eficacia de las operaciones de vigilancia y seguridad marítima, así como la capacidad de respuesta ante otras situaciones operativas.
Con las mejoras respecto a las actuales BAM, estos barcos pueden afrontar estos retos mencionados con mayor eficacia, además de mejorar la calidad de vida de los profesionales embarcados.
Inversión en Puerto Real
La recuperación de la construcción de buques en Navantia Puerto Real como actividad principal redunda, además, en beneficio de este astillero gaditano, puesto que la inversión en mantenimiento y mejora está ligada a la facturación del centro de trabajo. "La inversión en las instalaciones está limitada al 2%, al 2,5%, de la facturación, y con Seanergies esta no era muy alta. Si el contrato de los FSS son 2.000 millones de euros eso supone un salto importante", concreta Arturo Martínez, que ha denunciado en varias ocasiones –junto a otros sindicalistas– el mal estado de la factoría, las deficiencias que arrastraba. "Ahora la puesta en valor va a requerir un esfuerzo de todos", deja claro Arturo Martínez.
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