Tacho Rufino
Comisionista de la paz
Cox ha dado algunos detalles adicionales este viernes tras anunciar una gran operación corporativa: la compra a Iberdrola de su negocio en México por 4.200 millones de euros (3.700 millones de euros al cambio actual).
Su fundador y presidente, Enrique Riquelme, y su CEO, Nacho Moreno, han explicado en una presentación a analistas e inversores que la compañía va a crear una nueva sociedad, con activos separados y financiación también separada, para llevar a cabo sus operaciones en el país centroamericano. Esta nueva firma será al 100% propiedad de Cox, pero contará con la inyección de dos "socios internacionales" a través de los llamadas acciones preferentes, es decir, aquellas que tienen una renta fija y prioridad en el pago de dividendos.
La compra del negocio de Iberdrola se financiará en un 25% a través de la aportación Cox y de estos dos inversores y en un 75% a través de los mercados de capitales. Previamente, según ha informado Nacho Moreno, se ha firmado un crédito puente con un 'pool' de bancos formado por Citigroup, Bank of America, Santander, BBVA, Barclays y "un par más", los mismos, previsiblemente, que pilotarán la refinanciación de este préstamo a través de los mercados.
Tanto Riquelme como Moreno han emplazado a los inversores a dar más detalles numéricos sobre la operación a finales de septiembre (probablemente el día 25) en el Investor Day de la compañía.
Respecto a los plazos para que la adquisición se formalice, Cox espera que la autorización por parte de las autoridades regulatorias mexicanas se produzca, como muy tarde, a finales de 2025 o principios de 2026.
En la presentación, Riquelme ha insistido en que esta adquisición es "transformacional" para la compañía y la sitúa en otro plano. "Nos coloca en una liga diferente, si me permiten la expresión", ha dicho. Como ya anunció este jueves la firma, Cox se situará en el rango de los 3.000 millones de euros de facturación y más de 700 millones de euros de Ebitda, con un flujo de caja operacional que se situará entre los 450 y 500 millones de euros.
Riquelme le ha dado mucha importancia al hecho de que la compra del negocio energético de Iberdrola en el país, que cuenta con plantas de todo tipo y diversificadas por todo el país, permitirá a Cox crecer también en su división de agua y acometer hasta diez proyectos, principalmente desaladoras, seis de ellos a corto plazo. "Sin tener la parte de energía (la que se acaba de adquirir) no había certeza de acceder al volumen de energia necesario para acometer los proyectos y vender a buen precio a largo plazo", ha manifestado Riquelme.
El presidente de Cox también ha garantizado que en los próximos cinco años esos activos adquiridos a Iberdrola -una cartera instalada de 2,6 GW y una cartera de proyectos de 12 GW más, 15 plantas en total- crecerán aún más, con inversiones nuevas de entre 3 y 4 GW, en su mayor parte renovables con almacenamiento, pero también "alguna planta de ciclo combinado" en colaboración con la empresa pública CFE.
Cox ha descartado, por otro lado, cualquier estrategia de compra a corto plazo. "Esto es suficientemente transformacional para la compañía, tenemos que digerirlo y digerirlo apropiadamente", ha dicho Riquelme.
Tras el anuncio de compra, las acciones de la firma subieron un 5% este viernes.
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