España y organizaciones de consumidores llevan a Bruselas a siete aerolíneas por cobrar por los equipajes de mano
Cinco de ellas, Ryanair, Vueling, EasyJet, Norwegian y Volotea ya fueron multadas por Consumo con 179 millones; las aerolíneas mantienen que la práctica es "perfectamente legal"
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Bruselas/ El ministro español de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, junto a la Asociación Europea de Consumidores (BEUC) y otras 16 organizaciones de doce países de la UE denunciaron hoy ante la Comisión Europea a siete aerolíneas por cobrar por llevar equipaje de mano.
"Lo que el Gobierno de España está intentando hacer es proteger la ley, que defiende los derechos de los consumidores", dijo en rueda de prensa en Bruselas Bustinduy junto con responsables del BEUC.
La queja presentada ante el Ejecutivo comunitario y ante las autoridades de consumo de doce países de la Unión Europea va dirigida contra las cinco aerolíneas a las que el Gobierno de España multó a finales de 2024 con 179 millones de euros (Ryanair, Vueling, EasyJet, Norwegian y Volotea), más Transavia y Wizzair.
"Esas dos otras están en el proceso de seguir el camino de las cinco anteriores", apuntó Bustinduy, quien señaló que la sanción en España es "más amplia que sólo el equipaje de mano", pues la multa también tiene relación con las políticas relacionadas con los asientos para menores acompañados, las personas con movilidad reducida o las tarifas por imprimir la tarjeta de embarque.
Las cinco compañías ya sancionadas recibieron una multa de 179 millones de euros, que han recurrido ante la justicia española, ya que consideran que este tipo de prácticas "perfectamente legales" según el reglamento europeo y que, además, permiten a los pasajeros pagar "únicamente por aquellos servicios que precisan".
Bustinduy declinó mencionar qué plazos o cuantía maneja el Ministerio para las nuevas sanciones porque se trata de "procedimientos en curso" pero reiteró que el Ejecutivo español actuará de la misma forma contra cualquier empresa que incurra en esas prácticas.
España, la Asociación de Consumidores Europeos y las organizaciones miembro denunciantes subrayan que el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó en 2014 que "el transporte de equipaje de mano no puede estar sujeto a un suplemento de precio, siempre que cumpla requisitos razonables de peso y dimensiones y respete las normas de seguridad aplicables".
Las políticas de cargo por el equipaje de mano "afectan a los consumidores no solo en España sino en todas partes en Europa", dijo el director general de BEUC, Agustín Reyna.
Las aerolíneas cobran entre 6 y 75 euros, según cuándo se pague el recargo, según BEUC, que recordó que las organizaciones de consumo tienen abiertos litigios en Bélgica y Portugal contra Ryanair por las misma cuestión.
Con el presidente de Ryanair, Michael O' Reilly, a la cabeza, quien en los últimos meses ha llamado "loco comunista" y "lunático" al ministro español, las compañías argumentan que si no pueden cobrar ese recargo tendrán que repercutir el coste en el precio de todos los billetes.
"Si tu modelo de negocio está sustentado en prácticas ilegales, tienes un problema con tu modelo de negocio", dijo a ese respecto Bustinduy, quien subrayó que algunas de las aerolíneas señaladas "empezaron a hacerlo en 2021 o 2022 y eran extremadamente rentables ya antes".
El ministro agregó que las compañías aéreas han incrementando los precios de los billetes en torno a un 60 % en los últimos años, al tiempo que han cobrado por el equipaje de mano.
El caso está judicializado en España, tras un recurso presentado por las aerolíneas, y se espera que de manera inminente la Justicia decida si ordena medidas cautelares para que las compañías no puedan cargar por el equipaje de mano hasta que se resuelva definitivamente el caso.
Uno de los argumentos de las compañías aéreas es que se cobra por motivos de seguridad, porque si todos los pasajeros llevaran maleta de mano incrementaría el peso del avión y supondría un riesgo, pese a que no se discrimina el precio del billete en función del peso del pasajero.
"Entonces yo debería de volar gratis, porque soy un ser humano pequeño", bromeó Bustinduy.
En paralelo, los colegisladores comunitarios están revisando la normativa europea que protege los derechos de los pasajeros aéreos, situación que preocupa a BEUC porque "intentan dar la vuelta a la jurisprudencia por la puerta de atrás".
Otro de los puntos controvertidos de esa revisión legislativa, en curso durante la actual presidencia polaca del Consejo de la UE, es la intención de las aerolíneas de que se eleve de tres a cinco horas el tiempo mínimo de retraso de un vuelo que da derecho a una indemnización.
Esto implicaría, según BEUC, que "el 75 % de los pasajeros que sufren retrasos no tendrían derecho a indemnización".
"Es absolutamente inaceptable que cualquier país de la UE o institución abandone su obligación de proteger los derechos de los consumidores" para agradar a las aerolíneas, dijo Bustinduy.
El ministro lamentó que exista una cultura generalizada de abusos a los consumidores también en otros sectores: "Pasa en el sector de la aviación y del transporte, pero también en la vivienda, en el comercio electrónico, en la venta de entradas y en muchos otros ámbitos en los que parece que hemos normalizado que las grandes compañías dicten las reglas del mercado y puedan colocarse por encima de la ley", concluyó.
Las aerolíneas reiteran que los cobros son "perfectamente legales"
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha defendido este miércoles que los cobros por maletas en cabina son "perfectamente legales" según el reglamento europeo y que, además, permiten a los pasajeros pagar "únicamente por aquellos servicios que precisan".
ALA añade que los billetes básicos, que no incluyen esta maleta, son la opción elegida por más de 50 millones de pasajeros en 2024, por lo que, de prohibirse estas políticas, serían ellos quienes se verían obligados a pagar por un servicio que no requieren, "viendo incrementados sus costes del viaje".
Por otro lado, destacan que "los hábitos de los consumidores han ido cambiado" y que "cada vez más consumidores quieren ir con su trolley en la cabina", algo que se complica por el límite de capacidad física. Por ejemplo, en un Airbus A320 caben 90 maletas de este tipo, pero dispone de un mínimo de 180 asientos.
Así, la patronal considera que esta política permite conocer con antelación cuántas maletas van a viajar en el avión y prever cuántas de ellas deberán ser trasladas a la bodega sin provocar retrasos.
Asimismo, recuerda que todas las aerolíneas permiten volar de manera gratuita con un bulto que quepa debajo del asiento y que están trabajando con las autoridades europeas en la estandarización de las dimensiones del equipaje en un grupo de trabajo impulsado por la CE.
En este sentido, también quiere destacar que, en España, existe "jurisprudencia contradictoria" contra esta práctica, con más de 40 sentencias dictaminadas que amparan esta práctica de cobro de equipaje en cabina.
La asociación de aerolíneas europea, Airlines for Europe (A4E), ha apoyado la postura de ALA al considerar que todas las aerolíneas permiten viajar con un objeto personal dentro de la tarifa básica y que, de no cobrar por llevar maleta, se estaría obligando a millones de viajeros a pagar por algo "que no quieren" y reduciría sus posibilidades de elección.
Asimismo, incide en que el 90% de los pasajeros están "bien informados" de los límites de tamaño y peso del equipaje según el Eurobarómetro 2024.
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