Euro digital: urgencia legislativa, despliegue gradual y debate sobre costes

El BCE reclama aprobar la normativa “cuanto antes” para garantizar soberanía y resiliencia en pagos.

España perfila límites y aceptación en comercios, mientras la banca pide aprovechar infraestructuras y contener costes.

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Euro digital
Euro digital

El Banco Central Europeo (BCE) ha instado a aprobar “cuanto antes” la legislación del euro digital para materializar sus beneficios y reforzar la soberanía europea en pagos.

En una jornada organizada por el Banco de España, autoridades monetarias y actores del sector coincidieron en un calendario con piloto en 2027 y un posible despliegue en 2029, con énfasis en privacidad, pagos offline y contención de costes para la industria.

El Gobierno español y el Eurosistema abordan además límites de tenencia, normas de aceptación en comercios y un despliegue gradual.

Impulso político y calendario

El presidente del grupo de trabajo sobre euro digital del BCE, Piero Cipollone, pidió al Parlamento Europeo acelerar el marco legal: “La legislación desempeñará un papel fundamental para garantizar los beneficios del euro digital”. El BCE prevé “iniciar un programa piloto a mediados de 2027” antes de una posible puesta en marcha a pleno rendimiento en 2029.

Cipollone defendió que la nueva forma de dinero de banco central reforzará, y no desplazará, las soluciones privadas como Wero o la Alianza de Pagos Europea: “La probabilidad de que las soluciones del sector privado logren construir un esquema paneuropeo será mayor con el euro digital. No menor”. Su objetivo, dijo, es dotar a la zona euro de “un medio de pago digital soberano y universalmente aceptado” y reducir la dependencia de proveedores no europeos.

Privacidad y funcionalidades: “Como el efectivo”, también sin conexión

La jefa de la división de diseño del producto del BCE, Mayte Arráez, subrayó que el euro digital “mantiene el anonimato”, ya que “no existe ninguna trazabilidad de los pagos de cara al proveedor de servicios de pago”. Recalcó que la privacidad está garantizada por la legislación y que la comunicación pública irá aclarando progresivamente funcionalidades.

Entre ellas destacó los pagos offline, útiles ante apagones o caídas de conectividad: “Es un medio similar al efectivo, porque no requiere conexión; un medio adicional de resiliencia”. Para evitar fugas de depósitos hacia el dinero digital del banco central, el BCE estudia límites de tenencia “pero no de operación”.

Regulación y equilibrio del sistema: límites y aceptación en comercios

Desde el Ministerio de Economía, Ana Puente recordó que la estabilidad financiera es competencia compartida y avanzó que los límites de tenencia propuestos por el BCE podrían modificarse por mayoría cualificada de Estados miembros y revisarse periódicamente. Añadió que se trabaja en una aceptación obligatoria en comercios, buscando no desincentivar a los establecimientos.

La directora general del Tesoro, Carla Díaz Álvarez de Toledo, abogó por “poner límites” al euro digital offline “al igual que los tiene el efectivo” y por no cobrar más a los comercios por aceptar euros digitales que por otros medios comparables, equilibrando recuperación de costes de los proveedores con incentivos adecuados.

Las claves

  • Piloto en 2027 y posible lanzamiento en 2029, con enfoque gradual y funcionalidades avanzadas.
  • Privacidad garantizada: sin trazabilidad individual y con pagos offline similares al efectivo.
  • El Banco de España anima a proyectos conjuntos para reducir costes y mantener equilibrio público-privado.
  • Bizum y CaixaBank reclaman eficiencia y experiencia de usuario ante el reto de cambiar hábitos.

La visión del Banco de España: contención de costes y despliegue gradual

El director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España, Juan Ayuso, enmarcó el proyecto en la “coexistencia entre dinero público y privado”: “El euro digital no reinventa un sistema, mezcla características que ya existían. El fin no es cambiar nada ni desplazar a las empresas privadas, sino mantener el equilibrio que ha funcionado”.

Para el despliegue técnico, el director general adjunto, Carlos Conesa, animó a la banca a “proyectos conjuntos” para mutualizar inversiones y “contener al máximo” los costes.

Señaló que la hoja de ruta está ya “muy madura”, que se han seleccionado proveedores europeos y que el piloto se lanzará hacia 2027, con entrada gradual de funcionalidades: “Es un proyecto clave para adaptar el dinero de banco central a un mundo cada vez más digitalizado”, sin anticipar efectos perjudiciales sobre la estabilidad financiera en pagos cotidianos, incluso en escenarios extremos.

Próximos pasos

  • Legislación europea: el Parlamento Europeo y los Estados miembros afinan el reglamento sobre privacidad, límites de tenencia, aceptación comercial y estructura de costes.
  • Desarrollo técnico (2025–2027): plataforma del Eurosistema, con proveedores europeos ya preseleccionados.
  • Piloto (2027): pruebas en entorno real y controlado, con incorporación gradual de funciones (incluido offline).
  • Decisión de emisión (horizonte 2029): su puesta en marcha dependerá de la madurez técnica y del marco legal.

La industria: aprovechar lo existente y cuidar la experiencia de usuario

El director general de Bizum, Ángel Nigorra, pidió aprovechar al máximo la infraestructura actual para contener costes: “Cuantos menos costes imprimamos ahí, más fácil o más barato será la extensión del euro digital”. Reclamó valorar la infraestructura de pagos inmediatos y las redes de terminales de comercios, y subrayó que lo difícil es cambiar los hábitos: “No pensemos solo en infraestructura; pensemos también en el cliente”.

Nigorra consideró que el euro digital online será “un medio más” y que el diferencial puede estar en el offline, “mucho más parecido al efectivo”, además de abrir la puerta a estandarizar la infraestructura de terminales en Europa.

Desde CaixaBank, Christian Castro defendió una implementación “prudente” y “eficiente” en un ecosistema de pagos en evolución y resaltó que, a la vista de las encuestas del Banco de España, queda recorrido en conocimiento y uso: “Un 70% no usaría todavía el euro digital y solo un 24% lo conoce”. A su juicio, serán claves reglas claras de compensación, incentivos adecuados a comercios y gestión eficaz del fraude, con atención a blanqueo y resolución de disputas.

Por qué ahora: soberanía, resiliencia y competencia justa

El BCE enmarca el euro digital en la necesidad de reducir la dependencia de proveedores extracomunitarios y en el auge de stablecoins mayoritariamente denominadas en dólares. “Consumidores, comerciantes y bancos se beneficiarán”, defendió Cipollone, aludiendo a la resiliencia, autonomía y seguridad económica de Europa.

El Banco de España subraya que la tecnología no sustituye la confianza en el emisor y que el enfoque gradual permitirá que el euro digital sea “una alternativa real a los sistemas actuales” sin perturbar la estabilidad ni la transmisión de la política monetaria.

Preguntas y respuestas sobre el euro digital

¿Será obligatorio usarlo?

  • No. El euro digital será una alternativa a los medios de pago existentes, no un sustituto del efectivo ni de soluciones privadas.

¿Qué pasa con la privacidad?

  • El BCE asegura que no habrá trazabilidad individual de los pagos hacia el proveedor de servicios. La privacidad está recogida en la legislación.

¿Podré pagar sin conexión?

  • Sí. Se prevé una funcionalidad offline, similar al efectivo, para casos de apagón o falta de conectividad, reforzando la resiliencia.

¿Habrá límites en su uso?

  • Se estudian límites de tenencia para evitar fugas de depósitos y riesgos para la estabilidad financiera. Las operaciones no tendrían tope.

¿Cuándo llegará?

  • El calendario apunta a piloto en 2027 y posible despliegue en 2029, condicionado al marco legal y la madurez técnica.

¿Qué impacto tendrá en los comercios?

  • Se debate la aceptación obligatoria, con reglas para que no suponga costes superiores a otros medios de pago.
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