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Miguel Ángel Noceda
Una reunión en Alaska
El sector financiero atraviesa una transformación tecnológica sin precedentes. Los avances en inteligencia artificial (IA), especialmente en su variante generativa, están abriendo un nuevo paradigma de servicios personalizados, operaciones más eficientes y una ciberseguridad más robusta. Según Google Cloud, el 76% de los clientes de servicios financieros ya considera clave la experiencia digital, lo que obliga a las entidades a repensar sus modelos operativos.
En su informe El retorno de la inversión de la IA de última generación para los servicios financieros, Google Cloud identifica cinco grandes tendencias que definirán este sector en 2025:
La adopción de la IA es significativa: el 63% de las empresas financieras en todo el mundo ya ha puesto en producción casos de uso de IA generativa y, de hecho, un 50% de las hipotecas en Estados Unidos se gestionan por la solución de Google Doc AI, que aplica esta tecnología a la gestión de documentos.
Entre los pioneros, el 90% ha registrado aumentos de ingresos del 6% o más. Aun así, persisten visiones divergentes. Un estudio paralelo, elaborado por SAS y The Economist Impact, concluye que más del 50% de los profesionales del sector no ha obtenido beneficios significativos con sus proyectos de IA generativa, pese a que más del 90% reconoce haberla implementado de alguna forma.
“2025 va a ser el año de las realidades. La banca pasará de los pilotos a la operación con IA funcionando y dando servicio a los clientes”, afirma en declaraciones a EFE Isaac Hernández, director general de Google Cloud Iberia. A su juicio, la IA tiene ventajas claras: procesos que antes requerían un mes ahora se resuelven en doce días, y las soluciones permiten reducir costes y errores humanos.
Sin embargo, como recuerda Javier Roces, director de Financial Services en KPMG España, el sector bancario “es muy tradicional” y, aunque avanza hacia la adopción de IA, “va de puntillas” debido a su sensibilidad regulatoria.
La Ley de Inteligencia Artificial de la UE restringe especialmente el uso de esta tecnología en la concesión de créditos a particulares, por el riesgo de sesgos algorítmicos. “Los modelos de IA, por sí solos, no sirven de nada si no hay gente que conozca el negocio. Hay que entrenarlos y con una determinada dirección”, advierte Roces.
Varios grandes bancos españoles ya colaboran con Google Cloud en el desarrollo de soluciones basadas en inteligencia artificial.
B100, el nuevo banco 100% en la nube de Abanca, es uno de los ejemplos más representativos. Concebido en apenas un año y medio, B100 se basa en el concepto healthy banking, combinando salud financiera, personal y medioambiental.
Google Cloud proporciona la infraestructura tecnológica y los algoritmos de machine learning que permiten ofrecer recomendaciones financieras personalizadas. “Al automatizar tareas y extraer conclusiones más profundas de nuestros datos, nos centramos en proporcionar una mejor labor de consultoría y establecer relaciones más fuertes con nuestros clientes”, señala Juan José González Serrano, Head of Data & Analytics de B100.
BBVA, por su parte, inició su transformación digital hace más de una década al incorporar las herramientas de Google Workspace. Desde entonces, ha reducido el tiempo de lanzamiento de nuevos productos de dos años a apenas nueve meses.
La colaboración con Google Cloud ha optimizado sus sistemas, reducido costes y mejorado la seguridad gracias a la plataforma Chronicle, especializada en el análisis de ciberamenazas. BBVA fue el primer banco europeo en adoptarla.
El pasado mayo, presentó el rediseño de su aplicación de banca digital, precisamente con la IA en el centro.
La entidad catalana también ha reforzado su estrategia de innovación con Google Cloud. Desde 2023, ambas entidades colaboran en la adopción de IA y data analytics para personalizar la oferta comercial de CaixaBank, mejorar la toma de decisiones y acelerar la migración a la nube cumpliendo con altos estándares de protección de datos.
Otro caso emblemático es Santander, que ha desarrollado su propio software de core bancario, Santander, para facilitar la migración de sistemas tradicionales a la nube híbrida. Esta tecnología ha sido reconocida internacionalmente y se está implementando globalmente.
Sobre ella se apoya el servicio Dual Run de Google Cloud, que el banco ya utiliza en su negocio de banca de inversión para acelerar su transformación digital. En la actualidad, Santander ha migrado más del 90% de su infraestructura tecnológica a la nube.
Recientemente ha firmado además un acuerdo con OpenAI para reforzar sus capacidades de inteligencia artificial y convertirse en un banco "nativo en IA".
Aunque Santander ya usa desde hace años la IA en detección de fraude y atención al cliente, el objetivo de Santander es utilizar la IA generativa y los agentes de IA para optimizar procesos. Solo en 2024, la IA supuso ahorros de 200 millones de euros.
En el ámbito de los seguros, Mapfre Iberia ha integrado la IA para personalizar la relación con el cliente mediante la plataforma Vertex AI, lo que ha permitido duplicar las conversiones de clientes potenciales.
Además, ha automatizado la evaluación de riesgos en el sector hotelero, reduciendo el proceso de una semana a tan solo 12 minutos. “Vemos la IA como un motor para nuestro crecimiento”, asegura Ubaldo González, CDO de Mapfre Iberia.
En el terreno de la gestión de fondos, la plataforma Allfunds, líder en soluciones WealthTech B2B, colabora con Google Cloud para incorporar analítica avanzada e inteligencia artificial a su operativa diaria. “Nuestro acuerdo con Google Cloud, con toda la potencia de la IA y analítica avanzada, es testigo del compromiso de Allfunds por la innovación”, señala Jaime Pérez-Maura, responsable global de transformación de negocio.
Aunque el potencial de la IA es inmenso, su despliegue masivo en los servicios financieros aún enfrenta obstáculos regulatorios, técnicos y culturales. La transparencia algorítmica, el cumplimiento normativo y la integración de sistemas heredados son desafíos que requieren tiempo y estrategia.
En palabras de Isaac Hernández, “hacer un piloto es relativamente fácil, pero integrar estas soluciones en un entorno regulado, de forma segura, fiable y a escala, es un poquito más complicado”.
Aun así, los expertos coinciden en que la IA ya está cambiando la forma de operar del sector, especialmente en áreas como la detección de fraudes, la prevención del blanqueo de capitales, la hiperpersonalización o la ciberseguridad. La banca del futuro se perfila como un ecosistema digital, ágil y centrado en el cliente, con la inteligencia artificial como catalizador.
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