El sector del olivar da los primeros pasos para la contratación de inmigrantes en origen ante la falta de mano de obra
Con el liderazgo de Cooperativas Agro-Alimentarias, iniciará esta campaña un proyecto piloto en la provincia de Córdoba que en principio iba a ser de 300 personas pero que al final se quedará en 30
Interaceituna prevé una producción de 564.300 toneladas de aceituna de mesa esta campaña, un 5,85% más que en 2024

El bajón de la mano de obra en el campo es muy evidente y muy acuciante en el olivar. Los jornaleros de toda la vida se jubilan y no hay relevo generacional. Los jóvenes se forman más hoy en día y prefieren otras salidas laborales, y los agricultores se las ven y se las desean para encontrar trabajadores para la campaña de la aceituna, especialmente en los momentos en los que más hace falta, cuando la aceituna está en su punto de maduración y todos quieren reclutar jornaleros al mismo tiempo.
El sector se explora abiertamente la contratación en origen, como ocurre ya con los frutos rojos en Huelva, como una de las vías de salida.
Un proyecto piloto que ha tenido obstáculos
Si todo se desarrolla con normalidad, las zonas serranas de Córdoba serán testigos de una experiencia piloto liderada por Cooperativas Agro-Alimentarias para el olivar de molino. Ya se han empezado a dar los primeros pasos, y no sin dificultades.
El primer problema es el de la dimensión de las explotaciones: en general son muy pequeñas y el tiempo de recolección es tan corto que no compensa traer a alguien de fuera para pocos días. Ese fue el principal motivo, de hecho, por el que hace unas dos décadas se dejó de traer trabajadores rumanos, tras un cambio en la legislación que impidió a un trabajador hacer la recolección en más de una explotación.
Esta dificultad se pretende solventar gracias a la intermediación de Cooperaativas Agroalimentarias, que será la que gestione los contratos y presté este servicio a sus socios, de tal forma que los trabajadores podrán rotar entre diferentes explotaciones.
Previamente, se ha hecho un proceso de selección para cubrir los puestos con trabajadores locales, y una vez que se ha visto que no se consigue, se ha obtenido la certificación que permite un contigente extranjero.
De 300 a 30 personas por el coste que supone el alojamiento y el traslado
En principio, esa necesidad se cifró en 300 personas, pero, y aquí ha venido el segundo problema, muchos agricultores se han echado atrás cuando han visto el coste de traslado y alojamiento. “Los mismos que nos habían dicho que sí ahora nos dicen que no”, asegura Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-Alimentarias de España. Finalmente, los 300 se han quedado en 30. Sánchez de puerta le da valor, más allá del escaso número, a que es un primer paso. “Podremos ir aprendiendo del rodaje y si este año trajéramos a 30 esto podría servirnos como una experiencia para campañas futuras”, afirma.
El siguiente paso es elegir el país de origen, que probablemente sea Marruecos por los menores costes del traslado, e ir allí a negociar un convenio con las autoridades y seleccionar al personal.
La aceituna de mesa, también afectada por el problema
El problema de la mano de obra no solo está en el olivar de aceite, también en la aceituna de mesa, y quizás de manera aún más acusada aún. Cada año, se queda sin recoger aproximadamente el 15% del fruto por falta de mano de obra, especialmente en las zonas de las variedades tradicionales manzanilla y gordal, más difícilmente mecanizables.
“Las autoridades conocen el problema recolección, no solamente del sector aceituna. Hoy una complejidad para traer contingente de personas de fuera, y estamos viendo a nivel político con el Gobierno y las comunidades autónomas. Seguimos insistiendo en que necesitamos mano de obra, hay gente que está aquí, que se ofrece como mano de obra, pero no la podemos contratar porque no está regularizada”, afirma Gabriel Cabello, presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de Aceituna de Mesa de España, que cree necesaria una regularización de extranjeros que ya tienen un cierto arraigo
El sector pide la reforma del subsidio agrario
También están los locales que prefieren no trabajar mientras tengan el mínimo de jornadas para cobrar el subsidio agrario. Juan Luis Ávila, secretario general de COAG Andalucía, reclamaba hace unos meses en este periódico una reforma del subsidio, con el objetivo de incentivar que se trabaje por encima del cobro del paro. Desde Asaja-Sevilla se coincide, y se señala que tampoco hay flexibilidad para los contratos en origen, “porque la bolsa de desempleo es tan alta que no te lo permiten”, afirma Mercedes Adalid, técnico de la asociación. Por eso pide “legalizar la opción de que no se pierda el subsidio mientras se trabaja”.
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