El cambio de modelo económico para relanzar las series audiovisuales desde España al mundo

Las compañías televisivas españolas están vendiendo al exterior más ficción que nunca a pesar de la irrupción de las grandes plataformas internacionales

Zona Franca de Cádiz inaugura el nuevo edificio de su incubadora de economía azul que ya ha acompañado a más de 100 empresas

López, Del Pozo, Bustamante y Vernis durante el análisis del futuro de las series
López, Del Pozo, Bustamante y Vernis durante el análisis del futuro de las series

Hace ahora diez años que llegaron las grandes plataformas audiovisuales internacionales al mercado español lideradas por Netflix. Entonces el negocio de las series españolas producidas por las cadenas televisivas tradicionales tembló, "parecía que iba a llegar un tsunami que nos pasaría por encima a todos", reconoce Diego del Pozo, gerente de ficción de Atresmedia. Sin embargo, una década después, estas empresas están produciendo más series que nunca con un mercado exterior inimaginable entonces.

El cambio de modelo de negocio en este periodo ha dado un giro inmenso. Como explica Pio Vernis, director de Negocio audiovisual de 3CAT, su área se ha convertido en algo transversal porque la publicidad convencional no para de caer ante su atomización, sin embargo la falta de ingresos se ha ido compensando con la venta de activos audiovisuales. En definitiva, el dinero ahora no está tanto en la publicidad directa como en la distribución posterior del contenido a otros mercados y en esa faceta el sector español ha obtenido una gran posición.

"La publicidad llega ahora como un francotirador" tal y como compara Ana Bustamante, directora general de Mediterráneo Mediaset España, que entiende que los avances tecnológicos en el sector han servido para apuntar al target comercial con mayor precisión gracias a las plataformas, pero que realmente lo que importa a la hora de poder vender posteriormente el contenido no ha dejado de ser el relato, el cuento, la historia que debe envejecer bien para que en cualquier momento pueda salir al exterior.

Los tres representantes de medios españoles creadores de ficción han debatido este lunes sobre El futuro de las series y el estado de las cosas en el negocio audiovisual en el contexto del III South International Series que se celebra en estos días en Cádiz. Ahí han podido analizar los avances tecnológicos, las amenazas del sector, la transformación en estos años y los retos futuros, aunque pocas han sido las certezas que han dejado de cara al mañana en un negocio en constante evolución.

Del Pozo argumenta que "la clave para poder continuar a los niveles que estamos produciendo actualmente es apostar por estrategias de contenidos que permitan un modelo de producción sostenible". Reconoce los constantes cambios en la industria, "lo que hoy es regla máxima mañana puede no servir de nada" o "la mayor amenaza es la pura incertidumbre" y ejemplifica su modelo 360 para comparar la evolución del negocio: "Ahora una serie la preestreno en Atresplayer, luego la lanzo en Antena 3 para posteriormente venderla al operador con el que inicia un viaje internacional. Antes se proyectaba en Antena 3, conseguía los ingresos por publicidad necesarios para seguir invirtiendo y listo".

Desde 3CAT, Vernis cuenta la importancia actual de negociar los derechos de propiedad intelectual. La televisión pública catalana opta por la coproducción para no tener que financiar íntegramente los proyectos y para poder ampliar los mercados posteriores para su explotación como ha hecho con Això no és Suècia junto a productoras del país nórdico. La venta de los activos audiovisuales le han reportado en los últimos años grandes alegrías con series como Pulseras rojas, Merlí (donde han vendido ahora los derechos para un remake en Italia) o más recientemente con Crimes.

Vernis reconoce que la coproducción se les complica al tener que grabar en catalán, sin embargo reconoce que España se ha convertido en un hub con gran prestigio que abre muchas puertas. Corea, Reino Unido y España están en un tridente al que se le presupone ambición y seriedad en sus proyectos, lo que ahorra muchas explicaciones a la hora de vender las iniciativas y los productos en otros mercados.

Bustamante, por su parte, subraya que La Favorita estaba vendida ya en una veintena de territorios antes de su estreno en España, pero que nunca hay certidumbre de que una historia vaya a viajar de esa manera cuando se produce. Una sorpresa mayor se llevaron con Entrevías, que ha sido la serie de Netflix más vistas de habla no inglesa. España es el segundo país después de Reino Unido en producir ficción, sin embargo en las audiencias de televisión la primera serie en espectadores está muy por detrás del resto de programas. "Hay más de 800 productos audiovisuales que se ven más que la ficción, eso es así" en cuanto a la parrilla televisiva tradicional. Tal y como explica la directora, "hay muchas cosas para pocas ventanas", sin embargo las plataformas tienen un espacio infinito y los mercados son muy abiertos, de modo que hay que realizar un producto con buen relato que envejezca bien para que luego pueda volar, en mercados nacionales o internacionales.

Pero los activos audiovisuales van más allá de la venta a distribuidores internacionales. Vernis lo ejemplifica con un talent que han producido del que posteriormente han explotado conciertos, un campamento de verano y merchandising. Por tanto, como sintetizaba José Antonio López, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Cádiz y moderador del encuentro, el futuro de las series y las plataformas no está escrito y los nuevos modelos de negocio tienen aún un recorrido enorme por transitar.

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