España necesita invertir casi 104.000 millones en infraestructuras hídricas para afrontar sequías e inundaciones

El informe presentado por Seopan alerta de la baja ejecución de los planes y reclama un marco financiero estable

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El presidente de Sepoan, Julián Núñez, en la presentación del informe.
El presidente de Sepoan, Julián Núñez, en la presentación del informe. / M. G.

España debe movilizar 103.824 millones de euros en los próximos 10 años para afrontar los efectos de la sequía y reducir el riesgo de inundaciones. Así lo recoge el informe “Estrategia e inversiones para la eficiencia y resiliencia hídrica en España”, presentado por Seopan –patronal de las empresas constructoras y concesionarias de infraestructuras– y la ingeniería Typsa en la jornada “Agua y Futuro: Hoja de ruta para España”, organizada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

84.644 millones para atender la demanda y cumplir objetivos ambientales

La mayor parte de la inversión se concentra en la atención a las demandas de agua: 84.644 millones para contrarrestar la escasez derivada de la variabilidad climática. El documento detalla que 2.769 millones se destinarán al conocimiento y monitorización del ciclo del agua mediante tecnologías avanzadas e inteligencia artificial, con control en tiempo real de consumos y pérdidas y modernización de los sistemas automáticos de información hidrológica. Otros 10.933 millones se orientarán a la adaptación al cambio climático mediante la ampliación de desalación y reutilización, especialmente en las cuencas mediterráneas. El ciclo urbano del agua absorberá 59.183 millones para cumplir las directivas europeas de abastecimiento y saneamiento y alcanzar una tasa mínima de renovación del 1% anual. El cumplimiento de los objetivos ambientales en el Dominio Público Hidráulico requerirá 4.112 millones. Además, el informe incorpora 7.647 millones en el marco de un Acuerdo Nacional del Agua: incluye nuevos trasvases y optimización de los existentes, evaluación de nuevas presas, planes de conservación y mantenimiento —con especial atención a la seguridad— y propuestas para modificar la Ley de Aguas con el fin de mejorar la coordinación entre planes hidrológicos, de sequía y de inundaciones.

19.180 millones para reducir el riesgo de inundación

La segunda parte del estudio cifra en 19.180 millones las inversiones necesarias para reducir el riesgo de inundación y mejorar la resiliencia hídrica. El documento contempla medidas estructurales por 3.550 millones, sistemas de drenaje urbano sostenible y tanques de tormenta por 9.443 millones, infraestructuras verdes para conservación de cauces y litoral por 1.542 millones y adecuación y modernización de presas conforme a las normas de seguridad por 4.644 millones. Estas actuaciones incluyen la adaptación de aliviaderos, órganos de desagüe y sistemas de monitorización, así como nuevos sistemas de alerta temprana y mejora de la permeabilidad de infraestructuras lineales.

El informe advierte que 2,7 millones de personas residen en zonas inundables, con más de 473.000 en áreas de alto riesgo, y que España cuenta con 25.000 kilómetros de ríos y litoral clasificados como inundables.

Plan extraordinario en las cuencas mediterráneas

El estudio incorpora un programa adicional de 4.052 millones para actuaciones no previstas en los planes hidrológicos en las cuencas mediterráneas. Recomienda nuevas presas o alternativas a las de Villamarchante (120 millones), Estubeny (80 millones) y Marquesado (80 millones), una nueva presa del Buseo y la anticipación de la presa de Montesa (100 millones). También contempla actuaciones en estudio en el barranco del Poyo, el Pla de Quart y los barrancos de Saleta, Pozalet y Massanassa, con una inversión estimada de 424 millones.

Baja ejecución y falta de coordinación

El documento subraya la necesidad urgente de establecer un marco financiero estable y predecible para ejecutar los planes hidrológicos y de riesgo de inundación, actualmente inexistente. Señala la fragmentación competencial y la falta de gobernanza homogénea como factores que generan ineficiencias y diferencias territoriales. La ejecución es muy baja: en el último ciclo, los Planes Hidrológicos de Cuenca no alcanzaron el 30%.

Las infraestructuras hidráulicas están sujetas a la Directiva Marco del Agua, que obliga a elaborar planes cada seis años. Hoy están en vigor los Planes Hidrológicos de tercer ciclo y los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación de segundo ciclo (2022-2027), con programas dotados con 37.938 y 3.312 millones, respectivamente, pero con escasa coordinación.

“La DANA de 2024 evidenció la urgencia”

Julián Núñez, presidente de Seopan, advirtió: “La catástrofe causada por la DANA de octubre de 2024 ha subrayado la urgencia de un enfoque integral sobre la planificación, ejecución y financiación de infraestructuras hidráulicas. Además, nuestro país afronta sequías cada vez más frecuentes que afectan a palancas clave de nuestra competitividad como la agricultura, ganadería y turismo y a las nuevas demandas de agua en la economía global como la industria de la transformación digital y la industria verde basada en el hidrógeno”.

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