España redobla la financiación en mercados con récord en deuda y desplome de salidas a bolsa

El informe anual de AFME revela un aumento del 6% en la captación de recursos por empresas españolas, impulsado por bonos corporativos, mientras las OPV caen un 49% y la inversión minorista sigue rezagada

La Bolsa de Madrid, el pasado lunes.
La Bolsa de Madrid, el pasado lunes. / Altea Tejido Sánchez · Efe

La Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) presenta este miércoles en Bruselas la octava edición de su informe sobre indicadores clave de la Unión de los Mercados de Capitales (UMC). El documento confirma avances limitados en la integración financiera europea y alerta sobre la brecha con Estados Unidos y Reino Unido: la UE mantiene una baja actividad de salidas a Bolsa mediante ofertas públicas de venta (OPV), una creciente dependencia de mercados privados y fuertes diferencias nacionales en acceso a capital.

El informe subraya que la competitividad global de la UE sigue estancada: el indicador se mantiene en 0,24 frente al 0,51 de EE. UU. y el 0,35 del Reino Unido. Esta brecha condiciona la capacidad de las empresas europeas para captar recursos y limita las oportunidades de inversión para los hogares.

En este contexto, España muestra luces y sombras. Las sociedades no financieras captaron 16.000 millones de euros en los mercados durante el primer semestre de 2025, un 6% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la proporción de financiación basada en mercado se mantiene en el 7%, muy por debajo de la media europea (13%) y lejos del 29,8% registrado en Reino Unido y EE. UU.

Auge de la deuda frente al hundimiento de las OPV

El crecimiento se explica por la fuerte apuesta por la emisión de deuda. Las empresas españolas colocaron 10.800 millones en bonos con grado de inversión, un 3% más que en 2024, y 4.000 millones en bonos high yield, lo que supone un repunte del 42% interanual y marca el nivel más alto en años.

En contraste, el mercado de renta variable sigue en mínimos: las OPV se desplomaron un 49%, hasta 800 millones, y las ampliaciones de capital retrocedieron un 31%, hasta 400 millones. AFME advierte que esta tendencia limita la diversificación financiera y la capacidad de las compañías para acceder a capital a largo plazo.

El informe también alerta sobre la pérdida de atractivo del mercado europeo para empresas de alto crecimiento: el 90% de los unicornios surgidos en 2021 siguen siendo privados, frente al 70% que salía a bolsa en 2016. Esta dinámica refleja una dependencia creciente de los mercados privados y una redefinición de las estrategias de salida.

Bonos sostenibles: caída en volumen y brecha con la UE

España se mantiene como sexto emisor europeo de bonos ESG, pero el volumen total cayó un 12% interanual, hasta 9.500 millones. La reducción se concentra en bonos verdes (-40%) y sociales (-100%), compensada por un repunte del 181% en bonos sostenibles, que podrían alcanzar cifras récord si se mantiene la tendencia.

Pese a este dinamismo, solo el 4,9% de los bonos emitidos en España tienen etiqueta ESG, frente al 10,7% de la media europea. Entre las operaciones más relevantes destacan las emisiones de 1.500 millones por la Comunidad de Madrid y la Junta de Andalucía, además de Iberdrola (1.100 millones) y CaixaBank (1.000 millones).

AFME subraya que la adopción del estándar europeo de bonos verdes (EuGB) sigue siendo modesta, lo que limita la visibilidad internacional de los emisores españoles.

Capital riesgo y fintech: avances insuficientes

El informe señala que el 1,7% de la inversión total en pymes procede del capital riesgo, frente al 0,4% del mismo periodo de 2024. Aunque la cifra mejora, sigue lejos de los niveles del Reino Unido (17%).

En fintech, España ocupa la posición 15 en la UE. Hubo un aumento del 201% en operaciones de M&A y un 47% más de exits, pero la inversión en fintech cayó un 10% y las patentes retrocedieron un 2%, lo que refleja un ecosistema en consolidación pero con déficit de innovación.

AFME advierte que la falta de un marco regulatorio ágil y la escasa profundidad del mercado limitan la capacidad de España para atraer capital tecnológico y competir en digitalización financiera.

Transferencias de préstamos y fondos a largo plazo

España destaca en la transferencia de préstamos hacia los mercados de capitales, con un indicador del 2,8% sobre el total de préstamos, por encima de la media europea (1,6%). Este avance se apoya en la titulización y ventas de carteras, instrumentos clave para liberar capital bancario y estimular nuevo crédito.

Además, el país se consolida como uno de los principales mercados de fondos europeos de inversión a largo plazo (ELTIFs), con 77 instrumentos registrados, frente a 51 en el ejercicio anterior. Estos vehículos son esenciales para canalizar ahorro hacia infraestructuras y pymes, aunque su tamaño medio sigue siendo reducido frente a productos equivalentes en EE. UU.

Ahorro de los hogares y competitividad: tarea pendiente

Los hogares españoles mantienen un bajo nivel de inversión en mercados de capitales: 66% del PIB, frente al 94% de la media europea y muy lejos de Dinamarca (194%). Esta falta de ahorro invertido reduce la liquidez y limita la profundidad del mercado bursátil.

En competitividad, España ocupa la posición 14 en el ranking europeo, con retrocesos en liquidez y financiación sostenible, aunque mejora en acceso al crédito corporativo y en el ecosistema fintech. AFME insiste en que estimular el ahorro minorista mediante cuentas paneuropeas y educación financiera es clave para cerrar esta brecha.

La advertencia de AFME: simplificación regulatoria para movilizar capital

Adam Farkas, director ejecutivo de AFME, subraya la urgencia de reformas: “Es determinante garantizar que el marco regulatorio europeo sea claro y ágil. Reducir la complejidad innecesaria y los costes asociados puede impulsar la inversión y la innovación, fortalecer la competitividad y ayudar a movilizar capital privado para que la UMCE cumpla plenamente sus objetivos.”

El directivo insiste en que un entorno competitivo para la banca y mercados integrados es clave para que las empresas europeas accedan a capital internacional y compitan a escala global. La simplificación normativa, junto con la digitalización y el impulso a la financiación sostenible, son pilares para que España y la UE cierren la brecha con sus competidores globales.

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