"Estabilidad renovada" y "colaboración estratégica", las dos claves del acuerdo arancelario para la Comisión Europea

Bruselas entiende que el pacto con Trump es la mejor solución para evitar una escalada de problemas en el mercado transatlántico

El acuerdo comercial EEUU-UE impone aranceles a Europa del 15%, pero deja fuera a la aeronáutica y "ciertos productos agrícolas"

El comisario de Comercio y negociador con EEUU, Maros Sefcovic.
El comisario de Comercio y negociador con EEUU, Maros Sefcovic. / Europa Press

Maroš Šefčovič, comisario europeo de Comercio, ha presentado este lunes los detalles del nuevo acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos, un entendimiento que, según ha subrayado, aporta una “estabilidad renovada” y abre la puerta a una colaboración estratégica de gran alcance.

El pacto, fruto de meses de negociaciones “de alta intensidad”, refuerza el valor del mercado transatlántico, cifrado en 1,7 billones de euros, y pone fin a una crisis comercial que amenazaba con derivar en una guerra arancelaria.

“Hemos realizado hasta diez visitas a Washington para alcanzar un resultado que beneficie a ambas partes”, ha explicado el vicepresidente de la Comisión Europea. En este sentido, Šefčovič ha recordado que, de no haberse logrado un entendimiento, la entrada en vigor de aranceles del 30% habría paralizado el comercio entre ambos bloques, con graves riesgos para empresas y trabajadores. “No queríamos una escalada. El consenso alcanzado ha satisfecho a nuestros socios”, ha subrayado.

El acuerdo sellado en Escocia establece un tope arancelario del 15% y arancel cero para diversos productos, además de compras estratégicas europeas por valor de 750.000 millones de dólares en materias como gas, petróleo, energía nuclear o chips de inteligencia artificial. También contempla inversiones por 600.000 millones de dólares en la economía estadounidense y un aumento de las adquisiciones europeas de material militar de EE. UU.

Asimismo, se ha pactado reducir los aranceles a los automóviles del 27,5% al 15%, lo que permitirá a los fabricantes europeos aumentar sus exportaciones y fortalecer la cadena de valor, en uno de los sectores que más preocupación había generado durante los últimos meses de negociación.

Šefčovič ha desglosado los tres pilares principales del pacto. Por un lado, el impulso a la reindustrialización de Estados Unidos, con una lista abierta de productos que quedarán exentos de aranceles, lo que beneficiará a ambos lados del Atlántico. Por otro, se avanza hacia la reforma de la política comercial global, con acciones conjuntas para combatir la sobrecapacidad del mercado en sectores como el acero, el cobre y sus derivados. “Ha quedado muy claro que, en lo que respecta al acero y los metales, no somos el problema del otro. No estamos destruyendo el sector siderúrgico de Estados Unidos, ni ellos el nuestro. Además, somos muy complementarios, y sé que Estados Unidos necesita mucho nuestro acero”, afirmó.

El tercer eje pasa por reforzar la cooperación tecnológica estratégica, con especial atención a los chips de inteligencia artificial estadounidenses, esenciales para mejorar la competitividad compartida. En este sentido, el comisario ha confirmado que la Unión Europea trabaja ya en una plataforma común de compras estratégicas, tanto en el ámbito energético como tecnológico. “Nuestro objetivo es eliminar completamente la dependencia del suministro energético ruso antes de 2027. No se trata solo de gas natural licuado o petróleo, sino también de combustible nuclear, clave en el renacimiento de la energía atómica en Europa”, ha señalado. Según Šefčovič, será necesario garantizar el abastecimiento para las centrales nucleares actuales y futuras.

Del mismo modo, ha defendido la inclusión de los chips de IA de alta calidad en esta plataforma común, al considerarlos fundamentales para el desarrollo de centros tecnológicos y gigafábricas de inteligencia artificial en territorio europeo. “Para mí, este es uno de los logros estratégicos más importantes: tener la certeza de que los chips de máxima calidad estarán disponibles para los europeos. Esto abre un nuevo capítulo de cooperación con Estados Unidos en un sector tan orientado al futuro como la inteligencia artificial”, ha asegurado.

Desde Bruselas, Šefčovič ha advertido que la ausencia de un acuerdo habría tenido consecuencias mucho más graves, con el riesgo de paralizar el comercio transatlántico. Según explicó, las empresas trasladaron un mensaje claro: “Eviten una escalada y busquen una solución que ofrezca un alivio inmediato”. Y, a su juicio, eso es precisamente lo que se ha conseguido.

También lanzó una advertencia a quienes creen que todo podría volver a la situación previa al 2 de abril, cuando Donald Trump anunció por primera vez los nuevos aranceles: “Es bastante evidente que ese mundo ya no existe. Tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad”, afirmó. Desde la Comisión Europea se transmite así un mensaje firme: este acuerdo no solo es positivo, sino que era la única vía posible para evitar una guerra comercial.

El acuerdo defendido por Šefčovič no solo resuelve una crisis inmediata, sino que abre la puerta a futuros acuerdos de inversión y refuerza el compromiso conjunto en temas globales como la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Estamos en diálogo constante con los Estados miembros y con todas las partes interesadas. Agradezco la confianza depositada y el liderazgo de la presidenta Von der Leyen”, ha puntualizado.

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