El Gobierno evita concretar cuándo terminará la mayoría de los tramos andaluces del Corredor Mediterráneo
Óscar Puente insiste en que dar fechas “es equivocarse” y solo garantiza la conexión Almería hasta la frontera francesa en 2027
La sociedad civil vuelve a pasar examen a las obras del Corredor Mediterráneo
Andalucía es la más perjudicada en el retraso en la ejecución del Corredor Mediterráneo. Así quedó demostrado en el octavo –y último– Acto Empresarial por el Corredor Mediterráneo. En el evento celebrado este jueves en al Roig Arena de Valencia, donde se dieron cita 2.500 personas entre empresarios y otros representantes de la sociedad civil, se volvió a evidenciar la falta de certezas sobre la culminación de los tramos andaluces. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, evitó comprometerse con una fecha para que un tren recorra íntegramente la infraestructura: “Dar fechas es equivocarse”, afirmó ante la insistencia de los empresarios.
Puente sí reiteró un único compromiso: el tramo entre Almería y la frontera francesa estará terminado y operativo en 2027. El resto, incluida la conexión Granada-Almería —que calificó como “la de menor madurez”—, sigue sin calendario definido. El ministro justificó su negativa en “condicionantes técnicos”, aunque aseguró que “la voluntad política y el dinero están”.
Retrasos en Andalucía frente a avances en Cataluña y Valencia
El titular de Transportes reconoció que Andalucía concentra el mayor retraso del Corredor Mediterráneo, mientras que los tramos catalanes y valencianos presentan avances más evidentes.
Puente destacó el esfuerzo inversor que ha realizado el Reino de España: 8.400 millones destinados al Corredor, con la mitad impulsada en los últimos dos años. El ritmo actual supera, enfatizó, los 1.300 millones anuales, cifra que el ministro considera cercana al límite de capacidad no sólo desde el punto de vista administrativo, sino de capacidad empresarial para construir: “Estamos acercándonos al 100% de lo posible”, dijo.
El ministro, además. defendió la eficiencia española frente a otros países: “España, fuera de China, es el país que mejor desarrolla y más barato sus infraestructuras”, comparando los 70.000 millones invertidos en la red nacional de alta velocidad, la segunda más extensa del mundo, con los 100.000 millones previstos en Reino Unido para solo 250 kilómetros entre Londres y Birmingham, donde aún no se ha puesto ni una traviesa.
Puente cerró su intervención reafirmando el compromiso con el plazo de 2027 para la conexión Almería-frontera francesa, pero sin despejar la incógnita sobre cuándo Andalucía tendrá completada la mayoría de sus tramos.
Lo que sí quedó patente es que si la infraestructura ha tenido este impulso ha sido en parte gracias a la presión empresarial: “Movimiento #quierocorredor seguirá hasta que exista conexión de ancho internacional entre Algeciras y la frontera francesa”, defendió Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), principal impulsora de esta movilización de la sociedad civil. Eso sí, aunque los chequeos seguirán, los actos masivos con miles de empresarios ante los respectivos ministros de trnasportes ya no.
Boluda alertó de la pérdida de oportunidades si no se ejecuta el Corredor Mediterráneo y reclamó pactos de Estado para garantizar su desarrollo. También advirtió sobre los cuellos de botella y la lentitud en las obras, que podrían dejar la infraestructura “saturada” desde su nacimiento.
Presión empresarial y voces críticas
Ya antes de su intervención, y en declaraciones a los periodistas, Boluda defendió que se han cumplido los objetivos más importantes y que en 2027 “desde Almería a la frontera va a existir el Corredor, no como a nosotros nos gustaría, con doble plataforma, pero por lo menos se va a poder utilizar”.
Por su parte, Juan Roig, presidente de Mercadona, lanzó un mensaje contundente: “No estamos satisfechos. Somos conscientes en España de que falta el Corredor Mediterráneo, pero satisfechos de lo conseguido no podemos estar”. Para Roig, lo esencial es la conexión entre las principales ciudades: “La segunda y tercera ciudad de España tienen que estar unidas: no queremos ir a 350, con pasar de 100 kilómetros por hora entre València y Barcelona ya estaríamos contentos”.
El empresario líder en la distribución alimentaria en España insistió en que el túnel pasante por Valencia es importante, pero “más importante todavía es que, aunque no haya túnel, entre Alicante, València y Barcelona tuviéramos el Corredor Mediterráneo, que genera el 50% de la riqueza de España”. Añadió con ironía: “No sé si nuestros nietos lo verán, pero estamos luchando por ellos”.
Por su parte, el coordinador del Corredor Mediterráneo del Gobierno, Josep Vicent Boira, ha resaltado a los informadores que, "gracias al trabajo del Gobierno y la presión de los empresarios, estamos al final de la primera fase del Corredor, que certificaría con la llegada del ancho internacional de Almería a la frontera para pasajeros y mercancías".
Europa respalda el avance, pero persisten las sombras
Durante el acto, Mathieu Grosch, coordinador europeo del Corredor Mediterráneo, recordó que “los corredores son la columna vertebral del transporte” y subrayó su importancia estratégica. Sin embargo, el chequeo anual volvió a olvidar el ramal central, salvo el tramo Algeciras-Antequera, lo que alimenta la preocupación empresarial.
En el diálogo entre Mathieu Grosch y Josep Vicent Boira se subrayó la dimensión europea del proyecto, concebido como eje estratégico de la red transeuropea de transportes (RTE-T). Ambos destacaron los avances más allá de la frontera francesa y los retos pendientes para garantizar la plena interoperabilidad y financiación.
La mesa redonda, moderada por Silvia Tomás, reunió a Marc Puig, CEO de Puig; Jorge Martínez Aspar, CEO de Aspar Team; Tomás Fuertes, presidente del Grupo Corporativo Fuertes; y Sandra García-Sanjuán, presidenta ejecutiva de Grupo Starlite. Durante el debate, los participantes destacaron el impacto que la nueva infraestructura tendrá en sus sectores —industria, deporte, cultura y alimentación— y coincidieron en que su finalización supondrá un salto en competitividad, sostenibilidad y proyección internacional.
Avance global y chequeo semestral
El acto sirvió también para presentar el segundo chequeo semestral de las obras, que refleja un progreso significativo: el 36% del trazado ya está en servicio, el 85% se encuentra en obras y el 95% dispone de proyecto aprobado, mientras que el 100% del recorrido está activado en alguna fase. Estos datos confirman que la infraestructura avanza, aunque persisten retrasos en hitos clave como la ampliación de gálibo en el túnel de Roda de Berà, la colocación del tercer carril entre Castellón y Valencia o la adjudicación definitiva del tramo Almería-Granada.
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