Randstad y los empresarios analizan el mercado laboral andaluz: “Si un joven quiere trabajo seguro y bien pagado, que se haga técnico de mantenimiento”

La empresa de recursos humanos detecta un problema grave de formación, ya que solo el 42% de los ocupados en la comunidad tiene estudios universitarios o FP

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Reunión el pasado lunes entre representantes de Randstad, empresarios y la consejera de Empleo, Rocío Blanco

La firma de recursos humanos Randstad ha organizado esta semana un encuentro privado con empresarios andaluces y la consejera de Empleo, Rocío Blanco, en el que se han analizado, sobre todo, las dificultades para cubrir vacantes en un contexto andaluz en el que, recordemos, hay aún 600.000 desempleados pese al récord de empleo. Al evento, celebrado en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), asistieron representantes de Covirán, Cox, Azvi, Osborne, Melià, Endesa o Scalpers, entre otros.

Representantes de Randstad -en concreto Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales, y Ana Hervás, su directora regional en Andalucía-- trataron con El Conciso las principales preocupaciones de los asistentes a la reunión. Se resumen en tres, a lo que añadimos una reflexión sobre las vacantes en el mercado laboral:

Formación

Un informe de Randstad señala que solo el 42% de los ocupados andaluces tienen estudios universitarios o Formación Profesional. “Esto pasa en un momento en el que las tareas rutinarias han sido sustituidas por robotización, lo que hace que mucha gente tenga muy difícil insertarse en mercado laboral”. Aparte de mejorar el modelo educativo, que es una solución a largo plazo, Randstad propone facilitar los certificados de profesionalidad “generando itinerarios cortos de formación” y buscar el modo de “cualificar” y reconocer la experiencia laboral.

En el ámbito universitario, se propone trasladar a ese ámbito la experiencia de la FP dual, de tal modo que los itinerarios formativos se amolden con rapidez a la demanda empresarial. “Desde el momento en que las empresas necesitan algo hasta que la universidad adapta el temario pasa mucho tiempo, en un momento en el que el mercado está sufriendo una transformación extremadamente rápida”, se señala desde Randstad. Esto es importante sobre todo para las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Se calcula que en España se necesitarán 200.000 ingenieros en los próximos cuatro años, y para absorberlos no hace falta solo una adaptación curricular: “Tenemos que conseguir hacer atractivas las carreras de ciencias y ahora no solo no aumenta el número de egresados sino que bajan las matrículas”.

El absentismo laboral

Andalucía es una de las comunidades con menos absentismo pero su crecimiento es exponencial –concentrado en las bajas por incapacidad temporal -- en los últimos años. Randstad lo atribuye a tres factores: el envejecimiento de la población, el aumento de las bajas por motivos psicológicos y las dificultades de los sistemas de salud para dar las altas, sobre todo en lo que se refiere a problemas traumatológicos, ante una demanda que ha crecido mucho. “Muchas ves es el propio trabajador el que quiere volver y no encuentra facilidades”. Randstad propone una mayor implicación de las mutuas en el seguimiento del enfermo y, sobre todo, ver las soluciones a través del diálogo social, con ejemplos de modelos exitosos como el de la Comunidad Valenciana. También se alude a la necesidad de que las empresas inviertan en el bienestar del trabajador y “se adapten a nuevas generaciones que valoran la conciliación entre su vida personal y laboral y no solo el salario”.

Javier Sánchez Rojas, vicepresidente de la CEA y presidente del Consejo Andaluz de Cámaras; Rocío Blanco, consejera de Empleo; y Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad

Los fijos discontinuos

Los empresarios no están en contra de esta figura: es una modalidad que da flexibilidad a la contratación, “lo que pasa es que no vale para todo”. Y cuando una empresa tiene necesidades temporales que van más allá de los límites que marca la ley (90 días máximo en un año natural con carácter general) empiezan los problemas, y más en una comunidad donde la estacionalidad es muy importante. Porque debe recurrir a fijos discontinuos que en muchos casos no encuentra, o bien porque en ese momento trabaja para otra compañía o porque son muy pocos días los que tiene que trabajar. “Se dan casos que un fijo discontinuo no trabaja más de 50 días al año, hay situaciones en la que lo que se genera es más precariedad que en el antiguo contrato de obra”, se dice. Las empresas piden otro modelo, ya sea adaptando la contratación temporal o dándole una vuelta a la legislación sobre los fijos discontinuos. Las empresas reclaman mayor flexibilidad, flexibilidad que, curiosamente, sí tiene el sector público, donde permanecen los contratos de obra. De hecho, “la temporalidad ha ido cayendo constantemente en el sector privado y nunca cae en el público”.

Las vacantes

Los directivos de Randstad son conscientes de que las empresas de hostelería tienen que trabajar para “hacer atractivo" un sector del que se marcharon muchas personas durante la pandemia. Pero avisan de que el trabajo en fin de semana y de noche es consustancial a esta actividad y siempre habrá gente que nunca quiera trabajar en él. Además, hay un problema de formación: un camarero ya debe también saber manejar una aplicación, tener ciertas habilidades tecnológicas, idiomas… Y eso hace más difícil la contratación. Y faltan también oficios. Posiciones intermedias como torneros, pesadores, soldadores, electromecánicos que no tienen prácticamente paro. Luis Pérez pone el ejemplo de un centro de FP donde hay el doble o triple de demanda para ser paisajista que para ser técnico de frío-calor. “Si yo tuviera que aconsejar a un joven sobre un trabajo que tenga paro cero y esté bien pagado le diría que se hiciera técnico de mantenimiento”, afirma Ana Hervás. E importante para los mayores de 45 años: “El mercado laboral va muy rápido y es importante aceptar trabajos desde el momento cero; cuando pasan del año en paro, es cuando se pone la cosa difícil”.

De fondo, hay un problema de pirámide poblacional, que es un rombo. La franja de los jóvenes es menos numerosa y la de los mayores de 50 se lleva la parte ancha, lo que hace difícil encontrar personal. Y también hay una situación de baja productividad en la que tienen que ver el absentismo y la falta de formación, pero también con falta de inversión en desarrollo empresarial para que las empresas dejen de ser micropymes y puedan crecer.

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