La Fundación Kutxa se cae del consorcio que opta a comprar la división tecnológica de Ayesa y entra la tecnológica Teknei como socio industrial
El acuerdo de exclusividad para la adquisición por parte del consorcio vasco finaliza el 31 diciembre, igual que ocurre con Colliers para la parte de ingeniería
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La Fundación alavesa Vital analiza incorporarse al consorcio vasco que va a adquirir la división tecnológica de Ayesa, después de que su homóloga guipuzcoana Kutxa Fundazioa rechazara participar en esta operación estratégica.
Kutxa Fundazioa decidió el martes 23 de diciembre no unirse al consorcio, en una votación del patronato que se resolvió por un único voto de diferencia. Nueve votos (PNV, Elkarrekin Podemos y los tres representantes de trabajadores, organizaciones sociales e instituciones) se impusieron a los seis que votaron a favor (EH Bildu y PSE).
Recordemos que el consorcio vasco que ganó la puja para hacerse con la parte tecnológica de la empresa sevillana está conformado por el Gobierno Vasco, Fundación BBK, el fondo Indar (creado por Kutxabank) y Teknei como socio industrial, firma que confirmó su participación en el consorcio el pasado 23 de diciembre.
El consorcio vasco tiene exclusividad en la negociación hasta el 31 de diciembre para cerrar el acuerdo, igual que el grupo canadiense Colliers para hacerse con la división de Ingeniería.
La operación implica una inversión total de 450 millones de euros: hasta 277 millones se aportarían en forma de capital, y los 173 restantes como asunción de deuda de la empresa. Fundación BBK y Kutxabank aportarán 100 millones cada una, y el Gobierno Vasco los 77 restantes, aunque el ejecutivo busca dar entrada a nuevos socios para disminuir su participación.
Las razones del rechazo de Kutxa
Según informan varios medios de comunicación vascos, la decisión de Kutxa Fundazioa se basa en razones técnicas y financieras. Según explicó el PNV de Gipuzkoa, durante la reunión del patronato se conocieron las conclusiones de un informe elaborado por el departamento técnico de la fundación que desaconsejaba la participación.
Elkarrekin Podemos justificó su voto negativo al entender que "financieramente la operación suponía un riesgo innecesario, altísimo y sin garantías de ningún tipo de que la sede de Ayesa se fuera a quedar en Gipuzkoa". Fuentes de la formación indicaron que "la comisión de inversores y los técnicos financieros de Kutxa ya habían realizado informes desfavorables" al respecto.
La operación de compra de Ayesa IT, la división tecnológica de Ayesa incluye a la antigua Ibermática, una empresa vasca que fue fundada en 1973 en Gipuzkoa y due adquirida por Ayesa en 2022.
La entrada de Fundación Vital
Tras el rechazo de Kutxa, la Fundación alavesa Vital estudia ahora si sumarse al consorcio, siguiendo el modelo de colaboración que ya estableció en la reciente operación de compra del 29,7% de Talgo, donde participó junto al Gobierno Vasco, Fundación BBK y Sidenor.
Sin embargo, existe una diferencia importante respecto al caso Talgo: mientras que la fábrica principal de Talgo está en Álava, la presencia de Ayesa en Vitoria se reduce a unos 170 trabajadores de los 2.000 que esta firma tiene en Euskadi. Esta circunstancia hace que la vinculación territorial de la operación con Álava sea considerablemente menor
Una vez cerrada la operación, quedará pendiente decidir dónde se ubicará la sede de la empresa, si en San Sebastián o en Zamudio.
El grupo Ayesa, que alcanzará ventas de unos 900 millones de euros en 2025, está siendo vendido por su principal accionista, el fondo A&M Capital Europe (AMCE), que posee el 67% del capital. La familia Manzanares conserva el 33% restante y ha manifestado su disposición a seguir en el accionariado.
El proceso de venta, coordinado por baird, Arcano y Houlihan Lokey, ha llevado a una división funcional de la compañía. La división tecnológica, que genera más de 530 millones de euros, ha sido adquirida por el consorcio vasco. En paralelo, la división de ingeniería, con unos 250 millones de euros en ingresos, está siendo adquirida por el grupo canadiense Colliers. Las ofertas conjuntas rondarían los 1.000 millones de euros.
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