El Gobierno pide un asiento en el consejo de administración de Talgo
La compañía, en la que ha entrado el Estado a través de la SEPI con un 8% de sus acciones, afronta multas por los nuevos retrasos en los trenes 107
El Gobierno central va a pedir un asiento en el consejo de administración de Talgo tras la adquisición por parte del Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de un 8% de la compañía. Así lo ha anunciado hoy el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que también ha avisado de las multas que afronta la compañía por el retraso en la entrega de trenes de la serie 107.
El responsable de Transportes ha evitado dar nombres acerca de quién representará al Gobierno en el consejo de administración de Talgo, pero sí ha dejado claro que confía en que la presencia del Estado en la empresa se formalice "desde el primer día" en el que se produzca su entrada. Esta operación, que está acompañada de la incorporación al accionariado del Gobierno vasco y de las empresas vascas Sidenor, BBK y Vital, es considerada por el Gobierno como "vital para España", según las palabras de Puente que señala que en ella "se lleva trabajando mucho tiempo".
"Si alguna vez escribo mis memorias, la OPA de Talgo va a tener no un capítulo, sino un tomo probablemente, en el que además contaré muchas cosas, que ahora por razones obvias no puedo contar, pero son dos años de trabajo muy duro", ha bromeado. El ministro ha recordado que la compañía iba a acabar en manos de una empresa húngara, "que en realidad era rusa", ha matizado, por lo que los movimientos realizados han permitido que mantenga su "españolidad", así como la viabilidad del empleo y de su futuro.
Retrasos y multas
El responsable de la cartera de Transportes y Movilidad Sostenible ha adelantado que el fabricante de trenes tendrá que hacer frente a nuevas multas impuestas por Renfe por el retraso en la entrega de los trenes de la serie 107. "Alguna (multa) habrá, seguramente", ha contestado al ser preguntado. La esperanza, ha reconocido, es que "antes de que acabe 2026 tengamos ya esos trenes funcionando". "Vamos a ver si somos capaces", ha manifestado de manera gráfica. "La onda que nos llega es que las pruebas están siendo bastante positivas, por lo que veremos si somos capaces de acortar los plazos, pero ya estamos en retrasos", ha aclarado.
Renfe ya le impuso a Talgo una sanción de 116 millones de euros por los retrasos de más de dos años de otros trenes, en esa ocasión los 106, y es algo que ya ha afectado a la cuenta de resultados de la compañía, que ha tenido que provisionar ese coste. El pago de esa multa es "impepinable", ya que considera que los contratos tienen que cumplirse, aunque ha abierto la puerta a ofrecer cierta flexibilidad a la empresa para su pago.
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