Italia investiga a Meta por abuso de posición al integrar su IA en WhatsApp
La Autoridad italiana de la Competencia acusa a la tecnológica de imponer su inteligencia artificial a los usuarios sin posibilidad de desactivación y sin garantías suficientes de transparencia sobre el uso de los datos
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Llegó a la Unión Europea más tarde que al resto del mundo por los ajustes que la compañía tuvo que realizar para adaptarla a la normativa comunitaria, pero llegó.
Meta AI, la inteligencia artificial de la matriz de Facebook, desembarcó en nuestro continente el pasado marzo, aunque con funcionalidades limitadas con respecto a otros mercados y casi reducida a un chat en los mensajes de Facebook, Instagram y Messenger.
Sin embargo, en WhatsApp su aparición fue mucho menos discreta, y no tardaron mucho los usuarios en mostrar su descontento con ese círculo que aparecía en la pantalla junto a los chats y que era muy fácil pulsar, intencionadamente o no. Además, al pulsarlo, Meta AI se daba por activada, con todo lo que ello implica.
WhatsApp salió enseguida al paso, alegando que "las funciones de Meta IA son completamente opcionales y los usuarios pueden elegir si las usan o no". Lo que ocurre es que no hay forma de desactivarlas una vez activadas ni tampoco de ocultar el circulito azul.
Investigación en Italia
Era cuestión de tiempo que alguna autoridad de competencia revisase esa implementación poco opcional de las funciones de IA de Meta en WhatsApp, y la primera en hacerlo ha sido la italiana Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado, que ha abierto una investigación a Meta por posible abuso de posición dominante en la integración de Meta AI en la aplicación de mensajería.
El regulador considera que la compañía podría haber vulnerado el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), al vincular forzosamente dos servicios distintos -WhatsApp y Meta AI- sin ofrecer alternativas reales de desactivación o elección al usuario.
En su texto, el organismo repasa la llegada de Meta AI a WhatsApp y menciona su aparición en la app, tanto en forma de círculo colorido en la interfaz como mediante una integración directa en la barra de búsqueda, con la opción visible de “Preguntar a Meta AI”.
"Preinstalación forzada"
Esta incorporación se produjo sin que el usuario tuviera que instalar nada ni realizar ninguna acción, lo que para la AGCM supone una práctica de "preinstalación forzada", que beneficia injustamente al asistente de Meta frente a competidores como ChatGPT, Gemini o Claude.
La crítica no se detiene en la forma de implementación. El regulador confirma que, como decíamos más arriba, los usuarios no pueden eliminar ni desactivar la función, lo que genera un entorno de uso cerrado, restrictivo y, en última instancia, dependiente.
Aunque es posible borrar la conversación con Meta AI o escribir un comando para restablecer el historial, el icono sigue visible y activo en la interfaz principal. De este modo, Meta asegura de facto una exposición constante de su IA generativa ante millones de usuarios (en el mercado italiano, WhatsApp alcanza al 90% de la población conectada).
Este escenario, advierte la AGCM, puede tener un efecto perjudicial sobre la competencia: al partir de una posición dominante en mensajería, Meta estaría desplazando a sus rivales en el sector emergente de la inteligencia artificial sin competir realmente en igualdad de condiciones.
Preocupación por la privacidad
Además, preocupa el uso que la empresa pueda hacer de las interacciones con su IA para entrenar sus modelos. Pese a que Meta ha afirmado que no utiliza los mensajes privados para ese fin, sus políticas de privacidad dejan margen para que los datos aportados por los usuarios en las conversaciones con Meta AI se empleen, salvo que estos se opongan explícitamente.
Por ello, la autoridad italiana considera que Meta podría estar cometiendo un abuso de posición dominante, en perjuicio tanto de otros desarrolladores de IA como del propio usuario, al que no se le brinda la opción de rechazar o configurar la presencia de esta nueva herramienta.
El artículo 102 del TFUE
La investigación de la AGCM se basa en el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que prohíbe el abuso de una posición dominante en el mercado, cuando ese comportamiento tiene efectos perjudiciales sobre la competencia y el comercio entre Estados miembros.
En este caso, el regulador considera que Meta podría estar incurriendo en una práctica conocida como tying (o venta atada), consistente en vincular un producto principal -en este caso, WhatsApp- a otro secundario -Meta AI- sin dar libertad real de elección al usuario.
Una estrategia deliberada
El hecho de que Meta AI se ofrezca también como servicio independiente (por ejemplo, en el sitio web meta.ai o en una app dedicada en Estados Unidos y Canadá) refuerza, según la AGCM, la idea de que la integración dentro de WhatsApp no responde a una necesidad funcional, sino a una estrategia deliberada para reforzar su posición en el mercado de los asistentes de inteligencia artificial generativa.
Además, la autoridad subraya que Meta podría estar entrenando sus modelos con los datos recogidos a través de estas interacciones, aprovechando su dominio en un mercado (la mensajería) para consolidarse rápidamente en otro (la inteligencia artificial), sin que exista una competencia basada en los méritos tecnológicos o en la calidad del servicio.
El riesgo, concluye el regulador, es doble: reducir la innovación en el sector y limitar la capacidad del usuario para elegir entre distintas alternativas en condiciones justas. El procedimiento deberá resolverse antes del 31 de diciembre de 2026.
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