Jaguar Land Rover se prepara para retomar la producción más de un mes después del ciberataque que lo paralizó

La compañía anuncia un plan de pago a proveedores para facilitar el reinicio de la fabricación

Jaguar Land Rover admite el robo de datos de clientes en el ciberataque que mantiene las fábricas paralizadas desde hace diez días

Imagen promocional de uno de los vehículos que fabrica Jaguar Land Rover
Imagen promocional de uno de los vehículos que fabrica Jaguar Land Rover / E. P.

La compañía automovolística Jaguar Land Rover (JLR) ha anunciado que este miércoles 8 de octubre comenzará a reiniciar la actividad productiva en sus fábricas del Reino Unido que llevan más de un mes paralizadas. Según informan desde la empresa, han conseguido rematar los últimos pasos en el reinicio gradual de sus operaciones, además de lograr un acuerdo de financiación para respaldar el flujo de caja de los proveedores.

En los primeros días de septiembre la empresa sufrió un ataque cibernético que le obligó a paralizar su producción por una brecha de seguridad de sus sistemas informáticos. Información de la compañía se compartió en un chat de Telegram tras haber sido sustraída por piratas informáticos y la empresa reconocía días después que también habían robado datos personales de los clientes.

El reinicio gradual de las operaciones de fabricación de JLR comienza este miércoles en el Centro de fabricación de propulsión eléctrica (EPMC), donde la empresa construye motores, y su centro de ensamblaje de baterías (BAC), ambos en West Midlands, Reino Unido.

Ese mismo día también comenzarán a regresar a las operaciones de estampado de la compañía en Castle Bromwich, Halewood y Solihull, Reino Unido, y otras áreas clave de su planta de producción de vehículos de Solihull, como su taller de carrocería, taller de pintura y su Centro de Operaciones Logísticas (LOC), que suministra piezas a los sitios de fabricación globales de JLR.

Esta actividad será seguida de cerca por la fabricación de vehículos en Nitra, Eslovaquia, y el reinicio de las líneas de producción de Range Rover y Range Rover Sport (MLA) en las instalaciones británicas de Solihull esta semana.

"Esta semana marca un momento importante para JLR y todos nuestros grupos de interés, ya que reiniciamos nuestras operaciones de fabricación tras el ciberataque. A partir de mañana, daremos la bienvenida de nuevo a nuestros compañeros en nuestra planta de producción de motores en Wolverhampton, seguidos poco después por nuestros compañeros que fabrican nuestros coches de primera clase en Nitra y Solihull", ha afirmado el director ejecutivo de JLR, Adrian Mardell.

Plan de financiación a proveedores

Jaguar Land Rover ha informado además que está acelerando un nuevo plan de financiación que brindará a los proveedores calificados efectivo por adelantado durante la fase de reinicio de la producción.

Desde el incidente cibernético, JLR ha introducido soluciones para apoyar a sus proveedores, incluido el establecimiento de un servicio de asistencia dedicado a los proveedores y la implementación de un sistema de pago manual para liquidar facturas pendientes, y esta semana el restablecimiento de sistemas de pago automatizados a proveedores.

Con el nuevo programa, los proveedores de JLR que cumplan los requisitos recibirán pagos mucho más rápido que con sus condiciones de pago estándar, lo que mejorará su flujo de caja a corto plazo. Tras una fase inicial con los proveedores de JLR que cumplan los requisitos, crucial para la reanudación de la producción, el programa se ampliará para incluir a algunos proveedores no relacionados con la producción.

En colaboración con un socio bancario, este plan de financiación a corto plazo permite que los proveedores de JLR que cumplan los requisitos reciban un prepago mayoritario poco después del momento del pedido y un pago final de ajuste al recibir la factura, lo que acelerará los plazos de pago hasta en 120 días.

JLR, propiedad del grupo indio Tata Motors desde 2008, produce en el Reino Unido los modelos Jaguar y Land Rover, y es uno de los motores industriales clave del país, por lo que la paralización tiene un efecto en cadena sobre cientos de empresas proveedoras y miles de empleos

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