La llegada de nuevos aranceles europeos para frenar las importaciones de acero chino impulsa a Acerinox en la Bolsa
La Comisión Europea plantea doblar las tasas actuales, siguiendo el modelo impuesto por EEUU a la UE
La transición energética y la formación, principales ejes del acuerdo entre las industrias del Campo de Gibraltar y Huelva

La Unión Europea prepara una nueva política arancelaria para proteger a la industria siderúrgica europea de la invasión de acero chino producida durante los últimos años y que ha erosionado a los productores del continente al hundir los precios. La cercanía de estas medidas, llamadas a mejorar su situación, ha impulsado el crecimiento en la Bolsa de Acerinox y otras compañías del sector durante los últimos días.
El arancel vigente de la UE para el acero importado por China es del 25%, el cual es considerado insuficiente por las patronales comunitarias y nacionales. Ahora, esta tasa podría incrementarse hasta el 50%, copiando el modelo implantado por Estados Unidos hacia Europa, según el diario alemán Handelsblatt y la agencia Reuters. La Comisión Europea prevé anunciar este martes los detalles de las medidas adoptadas, que podrían incluir un recorte a la mitad de las cuotas libres de gravámenes.
Acerinox es una de las compañías beneficiadas por este nuevo marco arancelario, ya que, al igual que el resto del sector en el continente, se ha visto perjudicada por la competencia del acero chino, con menores precios y que ha producido una sobrecapacidad en el mercado mundial. No en vano, la siderúrgica cuenta en su grupo con la planta de Acerinox Europa en Los Barrios (Cádiz), origen de la compañía, y con la alemana VDM Metals.
El CEO de Acerinox, Bernardo Velázquez, ha criticado en numerosas ocasiones que las medidas de salvaguarda impulsadas por la Unión Europea desde 2019, y que finalizan en 2026, han resultado insuficientes, permitiendo que las importaciones de países asiáticos redujeran los precios hasta mínimos históricos y poniendo en riesgo la supervivencia de la siderurgia europea.
Con esta perspectiva, la cotización de Acerinox en la Bolsa de Madrid ha crecido notablemente en los últimos días. El precio de sus participaciones se incrementó la pasada semana un 5,51%, hasta cerrar el viernes 3 de octubre en 11,88 euros. Otras empresas del sector experimentaron una suerte similar en el mismo periodo, como el caso de ArcelorMittal, que subió un 5,49% hasta su máximo de los últimos cinco años, o la alemana Voelstappine, que creció un 8,86%.
Inundación de acero chino
La Unión de Empresas Siderúrgicas, Unesid, encabeza una larga reivindicación de la necesidad de reforzar la industria española y europea con medidas que frenen la importación de acero de terceros países, principalmente asiático, para garantizar la supervivencia del sector.
Según los datos que la entidad recopiló correspondientes a 2024, España consumió 13,5 millones de toneladas de acero, un 6,5% más que en el ejercicio anterior. Este dato viene impulsado por un crecimiento de las importaciones del 3% (10,4 millones de toneladas), mientras que las exportaciones se estabilizaron en 7,7 millones. El resultado de esta evolución, apuntaba la patronal, es un déficit comercial de 1.256 millones de euros que aumenta la presión sobre la industria.
Alfonso Hidalgo de Calcerrada, director de estudios económicos de Unesid, señala a preguntas de este periódico que las medidas filtradas concuerdan con las peticiones realizadas por la patronal española y son las necesarias para volver "a una situación de mercado equilibrada". "La revitalización de la industria europea pasa por abordar un proceso de descarbonización muy exigente y necesita un alto nivel de confianza para llevar a cabo las inversiones. Medidas en esta línea, con la garantía del largo plazo, son las que ayudarán a recuperar las perspectivas de futuro", añade.
“Estamos en un momento crítico para el sector porque ha cambiado el paradigma. Necesitamos alcanzar la autonomía estratégica, pero sin más medidas de apoyo a la industria, estamos lejos de conseguirla”, apuntó Bernardo Velázquez en junio durante la junta general de la patronal Unesid, la cual preside. Para lograrlo, insiste en la necesidad de una política industrial europea sólida, precios energéticos predecibles, instrumentos eficaces de defensa comercial y un compromiso real con una transición justa.
Carola Hermoso, directora general de Unesid, ya alertaba en una entrevista en El Conciso a principios de año de la situación que vive la industria: "China produce la mitad del acero mundial y no sigue las mismas reglas del juego que la Unión Europea. No tienen los costes laborales o medioambientales que tenemos. Muchas empresas son subvencionadas por el Gobierno. Está exportando productos a precios de derribo y es muy complejo competir en estas condiciones".
Refuerzo al sector en Europa
Después de un gran número de vaivenes, el acuerdo comercial entre Europa y Estados Unidos ha dejado inaccesible el mercado norteamericano al acero europeo y al asiático. De esta forma, la UE manifestó su intención de reforzar el sector continental, ya que las tasas impuestas por Donald Trump a China también impedían la llegada del acero chino a EEUU, lo cual alertó a las empresas por la posibilidad de que este recalase en los países europeos. Ahora, todo apunta a que seguirá un modelo parecido para proteger a sus empresas.
La pasada semana, la Asociación Europea del Acero (Eurofer) y el sindicato industriAll, participaron en una cumbre social de emergencia sobre el acero con una nutrida representación del sector siderúrgico y la participación de Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea.
"Las salvaguardias actuales no están funcionando. Debemos contar con medidas que apoyen una utilización sostenible de la capacidad de la industria siderúrgica europea en un 80% o más, tal y como se establece en el Plan de Acción para el Acero y los Metales", explicó Axel Eggert, director general de Eurofer. Judith Kirton-Darling, secretaria general de industriAll, añadió: "Necesitamos una acción realmente proactiva y seria por parte de la Unión Europea si queremos garantizar una protección eficaz del sector".
En la reunión, además de la protección frente al acero de terceros países, se abordaron otros asuntos considerados críticos en el seno de la industria como los altos precios de la energía o las lagunas de una de las contramedidas complementarias de la UE, el mecanismo de ajuste en frontera por carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), el cual permite gravar los productos de importación a Europa para evitar una desventaja competitiva por políticas medioambientales más laxas en terceros países.
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