La justicia de EEUU ordena desmantelar el monopolio de Google en Android
En el caso abierto por Epic Games, un tribunal de apelaciones confirma que Google abusó de su posición de dominio y ordena medidas sin precedentes para restaurar la competencia.
Las 'big tech' aceleran su dominio con la inteligencia artificial y la nube como motores de crecimiento

Primera sentencia firme (aunque la compañía ya ha avanzado que recurrirá ante el Tribunal Supremo) en uno de los frentes judiciales que Google tiene abiertos en Estados Unidos por monopolio.
En el caso que la enfrenta a Epic Games desde hace años, un tribunal ha ordenado a la tecnológica de Mountain View abrir su tienda de aplicaciones y desmontar su monopolio en el mercado de distribución de aplicaciones para dispositivos Android.
Un fallo histórico, comparable al caso Microsoft, que refuerza el giro regulador contra las grandes tecnológicas y puede marcar un punto de inflexión en la política antimonopolio global.
Tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos, designados por los ex presidentes Bill Clinton, Donald Trump y Joe Biden, han ratificado que la compañía violó tanto la legislación antimonopolio federal como la californiana, y respaldan un conjunto de medidas que deberán aplicarse antes de abril de 2026.
Es el primer fallo de una corte de apelaciones estadounidense que declara la existencia de un monopolio ilegal en el sector tecnológico desde el célebre caso contra Microsoft en 2001.
Una resolución que podría transformar significativamente el ecosistema digital en torno a Android y sentar las bases para nuevos litigios contra las grandes plataformas. Y que también podría influir en los otros casos que Google tiene pendientes de resolución.
El recorrido del caso
El origen de esta disputa se remonta a agosto de 2020, cuando Epic Games -desarrollador del popular videojuego Fortnite- demandó a Google tras ser expulsado de la Play Store por intentar sortear el sistema de pagos de la plataforma.
Epic había introducido código oculto para permitir compras dentro de la app sin pasar por el canal oficial de Google, que impone una comisión de hasta el 30%.
Más allá de esta acción concreta, el juicio destapó una amplia estrategia de Google para mantener su posición dominante.
Según las pruebas aportadas por Epic, Google dificultaba activamente la descarga de aplicaciones desde fuera de la Play Store: mediante pantallas de advertencia disuasorias, imposiciones a los fabricantes de móviles para la preinstalación exclusiva de su tienda y acuerdos multimillonarios a desarrolladores para evitar que publicaran sus apps en tiendas rivales, como la Galaxy Store de Samsung.
La sentencia, dictada en diciembre de 2023 tras 15 días de juicio y la declaración de 45 testigos, dio la razón a Epic en los puntos esenciales.
El juez James Donato, encargado del caso en primera instancia, dictó posteriormente una orden de medidas correctivas de gran alcance.
Entre ellas, la obligación de permitir que otras tiendas de apps accedan al catálogo de Google Play y puedan distribuirse a través de la propia tienda, eliminando así dos de las principales barreras de entrada al mercado.
Además, se creaba un comité técnico independiente para supervisar la aplicación de estas medidas, con una vigencia inicial de tres años.
Un cambio de rumbo
La decisión de la corte de apelaciones confirma la ilegalidad de las prácticas de Google y refuerza un enfoque más clásico del derecho antimonopolio estadounidense.
Frente a las tesis dominantes en las últimas décadas -inspiradas en la llamada Escuela de Chicago y contrarias a la intervención judicial en mercados tecnológicos-, los jueces recordaron que la ley exige no solo sancionar al infractor, sino “negarle los frutos de su violación y garantizar que no subsistan prácticas que puedan conducir a una futura monopolización”.
El fallo también desestima uno de los argumentos centrales de Google: que la sentencia favorable a Apple en un caso paralelo presentado por Epic impedía definir de forma distinta el mercado en el litigio contra Android.
- (Apple no salió del todo indemne de su enfrentamiento con la desarrolladora de videojuegos. De hecho, el pasado mayo fue condenada por desacato por no cumplir las medidas que le impuso en 2021 la jueza. El gigante de Cupertino pidió suspender esta última sanción)
El dominio en Android
Volviendo a Google, la corte de apelación rechazó la equiparación de su caso con el de Apple, señalando que los entornos operativos de ambas plataformas son radicalmente distintos, y que la existencia de competencia en un mercado general no excluye la posibilidad de poder de mercado en un submercado específico.
A este respecto, el tribunal citó incluso un ejemplo gráfico propuesto por la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia: que McDonald’s y Chick-fil-A compitan en comida rápida no implica que ambos compitan en el subsegmento de hamburguesas.
De forma similar, aunque Apple y Google compitan en el mercado global de aplicaciones móviles, eso no impide que Google ostente una posición de dominio en el ecosistema Android.

Más allá del caso Google
El fallo podría marcar un antes y un después en la regulación de plataformas digitales.
La propia Epic Games ha anunciado que lanzará su tienda de aplicaciones en Android, y se espera que otras compañías sigan el mismo camino.
La sentencia abre también nuevas posibilidades legales para otros casos en marcha, como el proceso federal contra Google por su servicio de búsqueda, cuyo veredicto está previsto para finales de este año.
Más allá del caso concreto, la resolución introduce un principio clave: que el poder de mercado puede construirse y mantenerse mediante efectos de red y mecanismos técnicos o contractuales, aunque exista una apariencia formal de competencia.
Y que, frente a ese poder, las soluciones (o remedios, si traducimos literalmente el remedies de la jurisprudencia anglosajona) deben ser estructurales, no meramente compensatorias.
En un momento en que se suceden los balances multimillonarios de las llamadas big tech, este caso introduce un precedente difícil de ignorar. Si el Supremo no revoca esta decisión, Google tendrá que rediseñar el modelo comercial de su Play Store. Y podría no ser lo único que esta tecnológica, y otras, tengan que remozar por completo.
Otros frentes judiciales de Google en EEUU
Monopolio en las búsquedas online
El Departamento de Justicia de EEUU y once estados demandaron a Google en 2020 por monopolizar el mercado de búsquedas en internet.
El argumento clave del caso era que Google paga miles de millones de dólares anuales a fabricantes (como Apple y Samsung) y operadores para ser el buscador predeterminado, lo que refuerza su posición dominante. Es el primer gran caso federal contra el negocio central de Google.
El juez Amit Mehta determinó hace ahora un año que Google había mantenido un monopolio ilegal en los mercados de búsqueda general y publicidad de texto mediante contratos exclusivos con fabricantes y navegadores para que Google Search sea el predeterminado.
Se abrió entonces la fase de remedios, donde el Departamento de Justicia propuso medidas radicales como la venta de Chrome y Android, la limitación de pagos por exclusividad y el acceso obligatorio a datos por parte de competidores. Como decíamos más arriba, la decisión del juez está aún pendiente.
Monopolio en la publicidad online
El Departamento de Justicia y varios fiscales estatales acusaron a Google de monopolizar el mercado de la publicidad online al controlar simultáneamente el lado del comprador, el vendedor y la plataforma de intermediación (DoubleClick/AdX).
El argumento clave de la acusación era que Google diseñó su infraestructura para excluir a rivales y favorecer sus propios servicios publicitarios, generando conflictos de interés sistémicos.
En abril de 2025, la jueza Leonie Brinkema del Tribunal del Distrito Este de Virginia dictaminó que Google había establecido un monopolio ilegal en tecnología publicitaria, incluyendo los mercados de servidor de anuncios (DFP) y plataforma de intercambio (AdX)
El caso está en la fase de remedios, en la que ya se han presentado propuestas para desmembrar parcialmente el negocio y permitir acceso real a subastas por parte de terceros y a la espera de la decisión final de la jueza (que también Google ha anunciado que recurrirá).
Otras grandes tecnológicas bajo lupa
Amazon: presunta fijación de precios y abuso sobre vendedores
En septiembre de 2023, la Comisión Federal de Comercio (FTC) y una coalición de 17 fiscales estatales demandaron a Amazon por supuestas prácticas que impedían a los vendedores ofrecer precios más bajos fuera de su plataforma.
Se acusaba a la compañía de penalizar a los comercios que intentan competir en otras webs y de usar su posición dominante para obligar a contratar servicios logísticos y de publicidad propios.
El caso estaba liderado por la entonces presidenta de la FTC, Lina Khan, conocida por sus tesis críticas hacia Amazon desde su etapa académica y cesada por Trump al frente del regulador este mismo año.
Meta: adquisiciones estratégicas bajo sospecha
Meta ha sido objeto de varias investigaciones por supuesta conducta anticompetitiva, especialmente en torno a la compra de rivales como Instagram y WhatsApp.
La demanda inicial de 2020, presentada por la FTC y 46 estados, fue desestimada por un defecto de forma, pero una versión corregida llevó a la tecnológica que dirige Mark Zuckerberg al banquillo la pasada primavera.
El tribunal que preside el juez James Boasberg aún espera los escritos finales para comenzar su deliberación. En caso de encontrar que Meta sí violó la ley, el juez deberá determinar en una segunda fase si imponer medidas estructurales que podrían incluir la venta de Instagram o WhatsApp.
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