Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Sobre el crecimiento de la economía andaluza
Tribuna Económica
Andalucía ha vuelto a hacerlo. Según la Contabilidad Regional del IECA y la Contabilidad Nacional del INE, hemos vuelto a crecer más que España en el tercer trimestre de 2025 (un 3,1%, frente a un 2,8%, en tasa anual). Lo viene haciendo desde finales de 2023, pese a lo cual, la diferencia acumulada desde entonces no da para hablar de convergencia. En parte, porque en trimestres anteriores ocurría justamente lo contrario, pero también porque si bien el peso de la economía andaluza en la española se mantiene estable, la población registra una moderada, pero persistente, regresión, lo que significa que en la explicación de la debilidad de la convergencia, las razones demográficas son incluso más relevantes que las económicas. Tampoco conviene olvidar que una parte importante de la economía andaluza se mueve por impulsos del turismo, cuya influencia es particularmente notable en el comercio, el transporte y la hostelería. Estas tres actividades son responsables de más de la quinta parte del PIB andaluz, duplican con creces a la industria y al conjunto del sector primario y cuadruplican a la construcción.
Desde la perspectiva de la demanda, las claves son muy contundentes. Puesto que la mayor parte del PIB es consumo final (algo más del 80%), su comportamiento condiciona el del conjunto. El crecimiento acumulado en el PIB andaluz entre enero y octubre es de 2,1%, que son dos décimas menos que el del consumo final. La mayor parte de este, aproximadamente un 75%, lo realizan las familias, que al mes de octubre acumulan un crecimiento de 2,6%, en contraste con el modesto 1,5% de la parte restante (sector público e instituciones sin fines de lucro), probablemente como reflejo de la política de racionalización del gasto público en la Junta de Andalucía.
El cuadro se completa con el espectacular comportamiento de la inversión (7,3% de crecimiento en lo va de año), que aporta la tercera parte del crecimiento acumulado en el PIB, y la contribución negativa de la demanda externa (-4,6%), debido al fuerte tirón de las importaciones, provocado por la fortaleza del consumo familiar y la inversión.
Puesto que el consumo determina la estabilidad y la inversión las expectativas, la perspectiva futura de la economía andaluza se presenta, en ausencia de imprevistos, estable en un contexto expansivo, pero sin previsión de convergencia significativa con el resto de España, en buena medida debido a un problema de productividad.
También te puede interesar
Lo último