Qué saber sobre la nueva guerra

tribuna económica

24 de junio 2025 - 05:00

Irán no tiene una bomba atómica, aunque está claro que la busca, pero para ello necesita no sólo enriquecer uranio, sino transformarlo en un arma nuclear, lo cual no desarrolla desde 2003. El presidente Obama llegó a un acuerdo nuclear con Irán a un plazo largo, con presencia de inspectores que seguramente han sido engañados, pero han mantenido controlada la situación; este acuerdo lo destruye Trump en 2018, y ahora tras los ataques, es imposible recuperar un documento complejo de más de cien páginas, y sólo cabría acordar algo muy simple como un límite al enriquecimiento del uranio. Una segunda cuestión es la respuesta de Irán, que al ver interrumpido su programa nuclear, se retirará del Tratado de no proliferación de armas nucleares, no habrá inspectores, y buscará en unos años cómo recomponer su programa. Un tercer aspecto es cuál será su venganza, pues coge al país debilitado militarmente en Iraq, Líbano, Palestina y Yemen, y a sus aliados, antes Siria, y Rusia que continúa; los países vecinos están hartos de beligerancia, pero de una forma u otra cobrarán su neutralidad a Estados Unidos, que pierde por todas partes. Un nuevo terrorismo es previsible como la disrupción de comunicaciones, pero también en la manera dura convencional; afortunadamente para nosotros el gobierno actual, pese a sus defectos, no sigue el camino del de Aznar, y nos mantiene apartados del conflicto.

Irán tiene una economía empobrecida por las sanciones, restricciones financieras y a la inversión; como todo gobierno religioso resulta insoportable dentro y antipático fuera, la mujer apenas participa en un 14% en el mundo laboral, y cualquier progreso social y cultural resulta difícil, pese a tener cineastas como Farhardi, Sohani, Malayemi, ganadores de premios Óscar, y las abogadas premios Nobel, Shirin Ebadi, y Narges Mohammadi, esta última hasta hace poco en prisión. Pero Irán no es Gaza, es difícil acabar con un país de 91,4 millones de personas, y el intento de desestabilizar el régimen puede provocar su sustitución por otro aún más radical; no cabe duda que la persistencia diplomática habría sido infinitamente mejor a una agresión, y resulta obvio que no habrá soluciones en la zona mientras permanezcan los actuales gobiernos agresivos de Israel y Estados Unidos. Qué desgraciados son algunos países y cómo buscan secularmente consuelo en la poesía, unos versos de Rumi hablan de que lo peor no es la muerte, sino que la verdadera desgracia de la gente es caer en lo que llama “la trampa de los demonios”.

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