Asaja carga contra el Gobierno por no activar las ayudas extraordinarias al olivar y al viñedo

El Ejecutivo argumenta que los Presupuestos, actualmente prorrogados, no contemplaban esta partida

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Vendimia en el marco Montilla-Moriles.
Vendimia en el marco Montilla-Moriles. / M. G.

Asaja ha expresado su “total rechazo” a la decisión del Gobierno de no activar las ayudas extraordinarias destinadas al olivar y al viñedo de secano, pese a estar fijadas en la Ley 1/2025 de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario. La organización agraria considera “inaceptable” que el Ejecutivo alegue la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado para justificar la falta de recursos, una postura que, según denuncian, deja en el aire un fondo de 370 millones de euros diseñado para paliar los efectos de la sequía y la subida de costes derivada de la guerra en Ucrania.

El Gobierno, en una respuesta parlamentaria conocida ayer, admite que los Presupuestos de 2023, actualmente prorrogados, no contemplaban esta partida y que, por tanto, “no es posible allegar los recursos necesarios” para ponerla en marcha. Desde Asaja lamentan que, más de medio año después de la aprobación de la ley, la ayuda de concesión directa que debía activarse en un plazo máximo de dos meses siga sin ejecutarse.

La organización subraya que se trata de una norma pensada para proteger a los agricultores profesionales “más vulnerables” y advierte de que el olivar y el viñedo de secano no pueden convertirse en “víctimas colaterales” de la falta de Presupuestos. Asaja recuerda además que otros sectores (como arroz, frutales, frutos secos, tomate de industria o herbáceos) sí han recibido apoyos extraordinarios por sequía o por el impacto de la invasión rusa.

Sectores clave y sin ayudas

Los datos oficiales muestran la dimensión del sector que queda sin respaldo. España cuenta con 924.000 hectáreas de viñedo, responsables del 13% de la superficie mundial y de exportaciones superiores a los 3.500 millones de euros. Más de 532.000 viticultores, en su mayoría pequeñas explotaciones, dependen de un cultivo especialmente expuesto a la sequía y al incremento de costes.

En el caso del olivar, España suma 2,75 millones de hectáreas, de las que 1,9 millones son de secano, precisamente las que soportan con mayor dureza los efectos de la falta de lluvias. El sector sostiene más de 350.000 agricultores, 15.000 empleos industriales y 32 millones de jornales por campaña. Asaja recuerda que la producción oscila de forma acusada entre campañas -de 855.600 toneladas en 2023/24 a 1.414.600 en 2024/25-, lo que incrementa la necesidad de estabilidad y apoyo institucional.

La organización agraria alerta también de la “inseguridad jurídica insostenible” que genera la inejecución de una ayuda que la ley establece como de concesión directa e integrada en el sistema de la PAC, sin necesidad de solicitud previa. A su juicio, esta situación deja a miles de explotaciones de secano en una “incertidumbre absoluta”, dificulta la planificación de inversiones, podas, tratamientos o contrataciones, y aumenta el riesgo real de abandono de explotaciones en zonas rurales ya de por sí frágiles.

Asaja reclama al Ministerio de Agricultura que active de forma urgente los 370 millones de euros previstos, que garantice la dotación presupuestaria suficiente y que aclare los criterios de acceso, las superficies beneficiarias y el calendario de pagos. La organización insiste en que el sector requiere “certezas, no excusas burocráticas”, y advierte de que el olivar y el viñedo de secano son pilares de la economía rural, por lo que su abandono tendría “consecuencias irreversibles”.

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