Bruselas recorta un 20% el presupuesto de la PAC y da más poder a los estados para repartir los fondos de cohesión

La Comisión Europea plantea que las dos partidas, fundamentales para Andalucía, se unan en un solo fondo y que sean los gobiernos los que decidan cómo se gestionan

Bruselas se dispone a demoler el edificio de la PAC

Olivier Mathys / Efe
Olivier Mathys / Efe

La Comisión Europea ha presentado este miércoles el Marco Financiero Plurianual 2028-2034, que establece las líneas maestras de lo que serán las cuentas de la UE en los próximos años y que fija un presupuesto para el periodo de dos billones de euros. A Andalucía le interesan, sobre todo, dos apartados: la Política Agraria Común y los Fondos de Cohesión. En el primer caso, son casi 2.000 millones, que en su mayor parte van a ayudas directas a los agricultores, y en el segundo un importe superior a 3.200 millones de euros (según datos del presupuesto andaluz). Desde 1986, la comunidad ha recibido más de 100.000 millones de euros en este apartado, con el objetivo de reducir la brecha de desarrollo con Europa.

Pues bien, los dos van a sufrir cambios importantes. Se confirma, por un lado, que la PAC desaparece como fondo autónomo, con entidad jurídica y reglas propias. Y también se confirma que desaparece el segundo pilar, el del desarrollo rural, generalmente destinado a proyectos de inversión, sociales o medioambientales de explotaciones agrarias. El dinero destinado a la agricultura se fusiona en un macrofondo de un billón de euros en el que están las partidas de cohesión o el control de fronteras, además de la devolución de los fondos Next Generation. Eso sí, el "apoyo a la renta" se blinda y constituye el 100% de lo que hasta ahora era la PAC: 302.000 millones, que no podrán trasvasarse a otras partidas. Es un 20% menos que en el anterior marco financiero (379.000 millones), aunque desde Bruselas se argumenta que la reducción obedece solo a la eliminación del segundo pilar.

"Este presupuesto específico (para la renta de los agricultores y la gestión de crisis) representa el 8% del presupuesto actual, y eso significa que está protegido solo para el propósito de apoyo a la renta de los agricultores", expuso el comisario de Agricultura, Christophe Hansen, quien añade que ese "apoyo a la renta" engloba más conceptos (no especifica cuáles) que las propias ayudas directas a los productores.

En contraste, se destinan 131.000 millones de euros para apoyar la inversión en defensa, seguridad y espacio, cinco veces más financiación en comparación con el ejercicio anterior.

Marcha simbólica de agricultores españoles desde el Parlamento Europeo hasta la Comisión Europea
Marcha simbólica de agricultores españoles desde el Parlamento Europeo hasta la Comisión Europea / Pablo Garrigós / Efe

Tanto la PAC como los fondos de cohesión se 'nacionalizan'. De ese billón de euros, que corresponden se han dado en llamar "planes nacionales y regionales de asociación", Bruselas repartirá un cheque a cada estado para que diseñe un plan de cómo se van a gastar esos fondos. Hasta ahora, los montantes se decidían en Bruselas y llegaban directamente a las regiones, que eran las que lo gestionaban directamente y certificaban su cumplimiento a la Comisión Europea. Ahora, sin embargo, el papel de la UE lo adoptará, en el caso español, el Gobierno, que será el que, teóricamente, tenga la última palabra en el reparto y en la gestión.

Bruselas se cuida mucho las palabras en este sentido y en las comunicaciones que ha hecho públicas asegura que estos planes (tanto la PAC como los fondos de cohesión) se diseñarán e implementarán "en estrecha asociación entre la Comisión, los Estados miembros, Regiones, comunidades locales y todas las demás partes interesadas relevantes". Pero, al final, habrá un único macroplan por cada Estado (con ayudas a agricultores, fondos para proyectos nacionales, regionales, locales, para la lucha contra el desempleo etc.) que, lógicamente, deberá ser avalado y certificado por la Comisión Europea. Y en este contexto, el poder que tendrá el Gobierno será mucho mayor que el de las comunidades autónomas, como ya se ha demostrado, en cierto modo, con la propia PAC, que en el último marco financiero ya tenía planes nacionales propios.

Bruselas propone que el 14% de los recursos de este fondo se destinen a objetivos sociales y además prevé que 218.000 millones de euros se reserven para las regiones más pobres del bloque, entre las que no está Andalucía.

Por lo que respecta a la PAC, en el caso de España el Gobierno español (o cualquier otro) podrá decidir aumentar su partida para la agricultura, ya que Bruselas afirma que los 302.000 millones son "un mínimo". Eso profundiza en la nacionalización de la PAC iniciada en el anterior periodo. Hasta ahora, los países tenían un margen escaso para elevar o implementar nuevas ayudas. Ahora sí lo tendrán.

Reforma de la PAC que limita las ayudas a grandes explotaciones

Bruselas ha presentado, en paralelo al marco financiero plurianual, una nueva propuesta sobre la PAC que recoge específicamente el límite de pagos de 100.000 euros por explotación y la reducción progresiva a partir de 25.000 euros. Cuantas más hectáreas tiene una granja, menor es el apoyo directo de la PAC que se proporciona por hectárea, y el objetivo es destinar los fondos sobrantes a agricultores jóvenes y pequeños negocios familiares. Habrá, en cualquier caso, posibilidades de compensación mediante "incentivos" para los agricultores que pierdan dinero por estas causas.

Ahora se abre un largo proceso, que se puede extender dos años, de negociaciones a tres bandas entre Comisión Europea, gobiernos y Parlamento europeo. El proceso será largo, sobre todo por la oposición directa de 20 países y la Eurocámara a la fusión de fondos, y la de los propios agricultores, que este miércoles ya protestaron en Bruselas con representación andaluza de COAG, UPA y Asaja.

Pero quien establece el marco siempre tiene algo de ventaja.

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