El caladero de chirla del Golfo de Cádiz volverá a abrir a la pesca el 1 de agosto con nuevas condiciones
Entre las cuestiones consensuadas entre la Junta y el sector está la reducción de la talla mínima a 24 milímetros
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El caladero de chirla del Golfo de Cádiz se reabrirá a la pesca a partir del 1 de agosto bajo nuevas condiciones técnicas y biológicas para garantizar la sostenibilidad y la rentabilidad, según el acuerdo alcanzado entre la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y el sector pesquero. Entre esas cuestiones se incluye la reducción excepcional de la talla mínima de captura a 24 milímetros (mm).
El director general de Pesca, Acuicultura y Economía Azul, Carlos Aldereguía, se ha mostrado “satisfecho” por el acuerdo logrado, "tanto por las condiciones alcanzadas para el sector como para la sostenibilidad del recurso". El acuerdo se cerró ayer martes durante una reunión celebrada en la sede de la Consejería en Sevilla, con la participación de representantes de la OPP72 (Isla Cristina), OPP80 (Sanlúcar de Barrameda), OPP89 (Punta Umbría), la Asociación de Armadores de Punta del Moral, la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (FACOPE) y Asociación de Empresas de Acuicultura Marina de Andalucía (ASEMA).
Según informa la Junta de Andalucía, todas las entidades participantes manifestaron su conformidad con las condiciones recogidas en la resolución, tras semanas de trabajo conjunto, que ha ya sido firmada por lo que su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) se producirá en unos días. Este trámite hará efectiva la apertura del caladero el 1 de agosto, conforme a las condiciones pactadas.
Una reducción excepcional de la talla mínima
Entre las condiciones acordadas para la apertura del caladero se incluye la reducción excepcional de la talla mínima de captura a 24 mm (esto es, un milímetro menos que hasta ahora). Tendrá carácter transitorio hasta el 31 de enero de 2026, mientras se tramita una nueva orden que recoja este cambio de forma definitiva. A ello se suma la introducción de un margen de tolerancia del 20% para ejemplares de talla inferior a 24 mm, aplicable tras el pesado y cribado, y que deberá mantenerse durante toda la cadena de comercialización.
La actividad pesquera se limitará a cuatro días semanales y 200 kilogramos diarios por embarcación en el caso de las dragas hidráulicas, y a cinco días y 150 kilogramos diarios para los rastros remolcados, con un máximo de cinco horas diarias y rangos de velocidad establecidos para controlar el esfuerzo pesquero.
Desde la Junta explican que se pondrá en marcha un seguimiento científico del caladero, con el objetivo de ajustar la actividad según la evolución del recurso. Además, se constituirá una Mesa de la Chirla, cuya primera reunión se celebrará el próximo 31 de julio, para abordar cuestiones como la criba y los protocolos de medición. También se impulsará una línea de ayudas al desguace voluntario de parte de la flota, dotada inicialmente con 4 millones de euros, orientada a lograr un mejor equilibrio entre capacidad extractiva y sostenibilidad del recurso.
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