La producción en la lonja de Conil cae a la mitad en menos de una década
Entre las causas de esta evolución destacan la proliferación del alga asiática, el cambio climático y la presencia estable del atún rojo como depredador
El primer semestre deja datos terribles en la lonja de Conil: caídas del 21% en las capturas y del 26% en las ventas

Los productores de la lonja de Conil vuelven a dar la voz de alarma ante la situación que vive el sector pesquero en el litoral gaditano. Según los datos aportados por la Organización de Productores Pesqueros Artesanales de la Lonja de Conil (OPP72), la producción ha caído desde 2015 en un 48,7%, lo que hace muy díficil la viabilidad de su medio de vida.
El gerente de la organización, Nicolás Fernández, califica de una situación "bastante complicada" la que está experimentando el sector en la lonja de Conil y pide soluciones inmediatas para poder revertir la tendencia. La evolución que han hecho pública deja unos datos contundentes, con la caída en la producción desde los 711.829 kilos de pescado capturados en 2015 a los 364.632 con los que cerraron el 2024. Esto significa que una caída de la producción que roza el 50%.
Según el diagnóstico realizado por la organización, el año 2025 se confirma como uno de los peores registrados, con descensos significativos en volumen de capturas y facturación, lo que pone en riesgo la viabilidad económica de más de 200 familias que forman la flota pesquera del puerto pesquero de Conil.
Las ventas en la lonja han resistido mejor en esta década gracias al elevado precio en primera venta. Aún así los descensos acumulados alcanzan el 15,17%. De los 4,5 millones de euros facturados en 2015 se han pasado los 3,8 millones en 2024, lo que supone un descenso de 692.991 euros entre un año y otro.
La OPP72 considera tres factores principales los causantes de esta negativa evolución. Por una parte la proliferación del alga asiática, que invade las redes y reduce la eficacia de las faenas. A esto hay que sumar las alteraciones derivadas del cambio climático, que modifican los ciclos y migraciones de las especies, así como la presencia estable del atún rojo en las costas, convertido en depredador permanente que impacta gravemente a la flota artesanal.
Destacan también que las familias productoras se han visto afectadas negativamente al afrontar los costes fijos y variables elevados, como las cotizaciones, pólizas, aparejos, carnadas y combustible, mientras sus ingresos caen notablemente. Describen que muchas jornadas terminan con descargas muy por debajo de lo necesario o con redes inutilizadas por algas.
Un ejemplo reciente son las embarcaciones asociadas Nuevo Bartolito, Mi niña soledad, Mi Nuevo puente Suazo o Depredador 2, que regresaron con toda su faena perdida por la presencia masiva de alga asiática en sus artes de pesca.
De ahí que la organización solicite a las autoridades competentes la adopción inmediata de medidas que incluyan programas de gestión del alga asiática “que cuente con la opinión del sector pesquero”, políticas adaptadas a los efectos del cambio climático en la pesca artesanal, la regulación específica sobre la presencia del atún rojo y apoyos financieros directos a la pesca artesanal para garantizar su viabilidad.
El gerente de la organización de productores, Nicolás Fernández, considera que esta situación "produce un desequilibrio importante que requiere de respuestas rápidas y eficientes hacia el sector. Los datos demuestran que nuestro sector local está en una situación bastante complicada, con la incertidumbre de saber cómo afrontar el futuro próximo”.
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