El absentismo en Andalucía se ha disparado un 50% desde la pandemia

El absentismo laboral se ha duplicado en España desde los mínimos marcados en el año 2013, según el análisis realizado por la consultora de Recursos Humanos Randstad.

En Andalucía, sin llegar a estos extremos, sí que se aprecia, según Randstad que el absentismo se ha disparado desde la pandemia. Hasta entonces, se mantuvo relativamente estable. En el último trimestre de 2019, justo antes del estallido del Covid-19, el absentismo general estaba en el 4,7% y el de incapacidad temporal (IT) en el 3,5%. En el primer trimestre de 2022, que marca el pico de la pandemia, se alcanzó el 6,9% (5,4% en el caso de las IT) y en los últimos años no se ha regresado a los valores previos y estos se mantienen en el segundo trimestre de 2025 exactamente igual que en 2022. Eso significa que, desde 2019, el absentismo general se ha incrementado un 47% mientras que las IT lo han hecho un 54%.

Andalucía, en la parte media del ranking autonómico en el segundo trimestre de 2025

En comparación con otras autonomías, Andalucía se posiciona en la parte media del ranking autonómico: lejos de las tasas más elevadas en el segundo trimestre de 2025, registradas en Cantabria (9,2%), Canarias (8,8%) y País Vasco (8,6%), pero también por encima de comunidades con absentismo más reducido como Baleares (5,5%), Comunidad de Madrid (6,1%), La Rioja (6,1%) y Comunidad Valenciana (6,4%).

”El absentismo laboral se disparó durante la pandemia y, lejos de remitir una vez superada la crisis sanitaria, se ha mantenido en unos niveles elevados, lo que constituye un problema grave para las empresas españolas, con un impacto directo sobre la productividad y los costes empresariales, y perjudicando la competitividad”, señala Valentín Bote, director de Randstad Research

A nivel nacional, el incremento es mucho más claro y, desde los mínimos alcanzados en 2013 (3,8% en el general y 2,3% en el IT), el absentismo prácticamente se ha duplicado desde los mínimos de 2013: la tasa general roza el doble (7%) y la de IT supera con holgura esa proporción (5,5%).

Bajas por salud mental, saturación del sistema sanitario y una cultura del trabajo diferente, las causas del aumento

Desde Randstad apuntan que el aumento del absentismo desde la pandemia se debe a una combinación de factores, como “el aumento de las bajas relacionadas con la salud mental, la saturación del sistema sanitario, lo que alarga las bajas, y un cambio cultural que ha normalizado no acudir al trabajo sin estar en plenas condiciones, configurando un escenario en el que las ausencias son más frecuentes y de mayor duración”, explica Bote.

Desglosado por los grandes sectores económicos, en el conjunto del mercado laboral español el 7% de absentismo general del segundo trimestre de este año 2025 se corresponde con el 7,4% en el caso de la industria, seguido del 7% en el caso del sector servicios y del 5,5% en la construcción. En el análisis del absentismo por IT (5,5% en el segundo trimestre de este año), los datos varían desde el 5,7% en la industria, al 5,5% en los servicios y al 4,6% en la construcción.

Los mayores aumentos, en restauración y comercio al por menor

A nivel nacional, entre las grandes actividades que desde 2008 han experimentado un importante repunte del absentismo se encuentra los servicios de comidas y bebidas (restauración), que ha pasado de un absentismo general del 3,1% de 2008 al 6,1% en la actualidad y del 2,5% al 5% en IT, y el comercio al por menor, que ha pasado del 4,6% al 7% en el general y del 3,3% al 5,7% en el caso del IT.

Otras actividades con un peso importante en la economía que históricamente han presentado un gran absentismo y que lo han elevado son la sanidad (8,2% en 2008 al 10,3% en la actualidad en absentismo general), la industria metalúrgica (del 6,3% al 9,7%) y la administración pública (del 6,7% al 8,6%).

Finalmente, otras grandes áreas analizadas con elevados niveles que no se reducen son la industria de la alimentación (del 5,2% en 2008 al 7,9% en la actualidad en el absentismo general), la industria textil (del 5,2% al 6,9%), la construcción de edificios (del 3,5% al 5,6%), la industria química (del 5,5% al 6,4%) y, finalmente, la fabricación de maquinaria y equipos (del 4,5% al 6%).