Las empresas ya pueden gestionar sus ofertas de empleo y contratar sin necesidad de la intermediación del personal del SAE

Las empresas ya pueden gestionar sus necesidades de contratación de personal a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) sin tener que pisar ninguna de sus oficinas y sin la intermediación del personal adscrito a ellas. El nuevo modelo de gestión integral implantado por la Consejería de Empleo así lo permite gracias a un nuevo sistema de digitalización que busca ganar en eficacia frente a los antiguos procedimientos y a la instauración del programa Sila.

Este novedoso sistema lleva poco más de un mes en funcionamiento y en la actualidad se trabaja aún con un sistema híbrido, en el que la empresa puede optar por el formato tradicional en la oficina o autogestionar sus propias ofertas a través de la plataforma web, siempre y cuando no se trate de un proceso complejo para el que se requiera de la tutorización de los trabajadores de Empleo, otro de los servicios que prestan desde la Administración.

Para ello las empresas o entidades empleadoras podrán acceder al área de contratación con sus credenciales habituales gracias a su certificado digital o a través del certificado de contrato, de modo que puedan cumplimentar un acta completa en la página web con el perfil de personal que requieran. Además, pueden designar perfiles autorizados que gestionen en nombre de la empresa, desde distintos departamentos o sedes, hasta autorizar a gestorías para que actúen en representación de la empresa y puedan seleccionar las candidaturas entre los perfiles interesados que reúnan los requisitos.

El SAE actúa como base de datos para intermediar entre los demandantes de empleo y las ofertas presentadas por las empresas contratantes con las aportaciones que la digitalización ha sumado en este proceso, que ha modernizado el sistema gracias al uso de big data y el perfilado estadístico. "El servicio público de empleo andaluz cuenta con una base de datos descomunal, yo creo que es la más importante que tenemos a efectos de intermediación y de gestión laboral gracias a la amplia red de oficinas", lo que supone una herramienta básica, aunque con el reconocimiento desde la Junta de que el proceso está aún en una fase en la que "hace falta una depuración y una actualización de toda esa información" para llegar al pleno rendimiento eficaz, "poco a poco, que esto lleva su tiempo", aclara el delegado territorial de Empleo en Cádiz, Daniel Sánchez, que además es trabajador del SAE en excedencia y conoce bien la labor diaria de estas oficinas.

La plataforma web facilita además dos opciones de autogestión. Por un lado sin que haya una preselección previa, en la que la empresa recibe directamente todas las candidaturas que se registren a su oferta de empleo y que reúnan los requisitos; por otro con una selección previa del propio servicio público de empleo que se encargue de emparejar las solicitudes de los demandantes de empleo que más se ajusten a la oferta para enviar posteriormente a las empresas la ordenación y comprobación de la disponibilidad.

Una tercera opción pasaría por la necesidad de un asesoramiento experto a través de los técnicos de empleo. Sánchez lo ejemplifica como un proceso más complejo en el que las necesidades de la empresa pasan por unos requisitos más específicos o particulares. "Por ejemplo, una empresa que necesita 35 trabajadores para esta fecha y de este perfil contable", pues quizás la mejor opción es la tutorización, de modo que se le asigna un tutor funcionario o un empleado público de la oficina que tutoriza todo el el proceso selectivo".

El uso del perfilado estadístico ayuda a que los demandantes pueden contar con un análisis de las necesidades de las empresas, de modo que puedan afinar sus planes de inserción laboral o sus perfiles profesionales hacia aquellos que tengan una mayor demanda de trabajo. De momento es pronto para conocer qué resultados arrojan este cambio de sistema, pero desde la Administración están convencidos de que se mejorarán los registros anteriores, en el que las cifras daban un porcentaje de eficacia que en raras ocasiones llegaba al 10% de éxito con la intermediación laboral del servicio público.