Familias y empresas andaluzas tienen ahorrado 44.000 millones más que antes de la pandemia
Sus depósitos bancarios a la vista y a plazos suman 162.912 millones de euros, mientras que los créditos son 142.269 millones
Se disparan un 40% las quiebras de familias y empresarios en Andalucía
Las familias y empresas andaluzas tenían en septiembre de 2025 un total de 162.912 millones de euros en depósitos bancarios a la vista y a plazos, 45.000 millones más que el mismo mes de 2019, lo que supone un incremento del 38% en siete años, según los últimos datos publicados por el Banco de España. Comparando con los depósitos registrados en junio, el ahorro ha caído en 400 millones de euros en sólo tres meses.
En cuanto a los créditos, los andaluces están endeudados en 146.269 millones de euros, frente a los 162.912 millones de depósitos, lo que quiere decir que el ahorro bancario supera en 20.000 millones los créditos. Éstos han caído en 475.417 millones respecto a junio de 2025 y en 2.014 millones menos respecto a septiembre de 2024. El mayor endeudamiento de familias y empresa en la región se alcanzó en diciembre de 2021, cuando los créditos llegaron a 148. 744 millones.
Por provincias, las que más ahorros acumulan actualmente son Sevilla (34.201 millones) y Málaga (32.463), seguidas de lejos por Granada (18.784 millones), Cádiz (18.175) y Córdoba (17.038 millones). Las provincias andaluzas con menor volumen de depósitos bancarios por parte de familias y empresas son Almería (13.827), Jaén (12.855), y Huelva (8.114).
En cuanto al endeudamiento, las provincias con mayor volumen de créditos bancarios son Sevilla (39.177), Málaga (32.654), Cádiz (17.442), Almería (14.714), Granada (14.402) y Córdoba (12.542). Por contra, las menos endeudada son Huelva (6.918) y Jaén (8.420).
¿Por qué los andaluces siguen manteniendo un elevado nivel de endeudamiento? Los expertos barajan distintas hipótesis. Unos apuntan a que la población ha aumentado, sobre todo por la inmigración, y al hecho de que los baby boomer tienen altos ingresos que les permiten ahorrar. Otros explican que algunas compañías podrían estar retrasando las inversiones en bienes de equipo por dudas sobre el devenir de la economía mundial. No pocos economistas subrayan que muchas familias estarían posponiendo sus decisiones de grandes inversiones en la adquisición de una vivienda por la escasa oferta y altos precios, o en la compra de un vehículo por la incertidumbre sobre la tecnología que finalmente se impondrá, así como por la incógnita que ha mantenido hasta diciembre Bruselas sobre la producción de coches de combustión más allá de 2035, veto que finalmente ha flexibilizado.
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