Garamendi echa en falta "cultura del esfuerzo" y dice que las bajas se concentran en lunes y viernes

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, echa en falta "cultura del esfuerzo" para trabajar en sectores donde se necesitan "miles" de trabajadores como hostelería, construcción o transporte, y ha dicho que es una cuestión de "actitud" porque en España hay tres millones de parados si se contabilizan "de verdad". A su juicio, el "gran problema" laboral de España es "el elevado absentismo laboral existente" y ha resaltado que las bajas laborales se concentran en lunes y viernes y que "un millón y medio de personas faltan cada día al trabajo en el Estado".

Garamendi ha realizado un análisis de la situación económica durante la apertura de la cumbre empresarial Liderando en incertidumbre celebrada en Vitoria-Gasteiz, para reconocer que la economía española y vasca van "bien", pero que existen problemas de fondo que no se atajan como es preciso, a su juicio.

Entre otras cuestiones, cuestionó la falta en la sociedad de cultura del esfuerzo. En concreto, se refirió a las miles de personas que hacen falta en sectores como hostelería, la construcción y el transporte mientras se da una elevada cifra de paro. De hecho, ha apuntado a que este número asciende a 3 millones de desempleados si se contabilizan de verdad. Es, ha insistido, "un problema de actitud".

Según ha precisado, se trata de empleos "con sus convenios colectivos, donde falta gente", y ha censurado que una parte de la sociedad defienda que no se puede "traer gente de fuera cuando, "por lo menos, querrán venir a trabajar", y que la patronal reclama. También critica que desde determinados partidos se defienda una cultura de "trabajar menos horas".

Bajas laborales

El presidente de la CEOE ha trasladado que "en España faltan 1.600.000 personas a trabajar todos los días cuando, el año pasado eran 1.400.000". Y ha apuntado a la juventud, puesto que "los menores de 35 años el año pasado han acumulado 9 millones de días sin trabajar. Sabemos que muchos de esos días son los viernes y los lunes". El líder de la patronal ha cifrado el coste de esta situación en 32.000 millones de euros, de los que 16.000 millones corresponde a las empresas, más el coste de la gente y de reposición.

Garamendi ha vuelto a criticar a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la que ha acusado de meterles "la motosierra" al responsabilizarles de costes laborales como las bajas por cuestiones de salud mental.

La economía en España

En su análisis de la situación económica, el representante de los empresarios ha reconocido de entrada que la economía española y vasca van "bien", pero que fuera de los datos "macro" existen problemas de fondo que, a su juicio, no se solventan adecuadamente. Garamendi advierte contra el optimismo de considerar que España va mejor que Alemania o Francia, porque "son algunos de nuestros principales clientes". Por eso, considera que hay que ser precavidos: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".

En cuanto a los datos micro, ha recomendado detenerse a observar que "cuando la gente va al supermercado a veces tiene problemas para llegar a fin de mes por los precios y ese es un problema que se está trasladando de lo privado a lo público". La patronal, apunta, está de acuerdo en subir los salarios para superar ese problema, pero que conviene detenerse y tener en cuenta que, para los empresarios, "los costes salariales unitarios se han disparado". La retención de la Seguridad Social es del trabajador y ha subido "más del 65%", matiza.

Ese aumento de los costes salariales es el que impide que los sueldos más bajos puedan subir, lo que, a su juicio, provoca "una ruptura que hace que los salarios más bajos no puedan ser bastante más altos". La CEOE reclama que, en este sentido, que las cotizaciones a la Seguridad Social sean vistas como parte del salario del trabajador, es decir, que se entienda que los empresarios "lo único que hacemos es poner en la Seguridad Social el dinero, pero que es suyo".

Su propuesta es aplicar el sistema de los autónomos al conjunto de los asalariados para que "pudiéramos hacer como ellos, para que Hacienda y la Seguridad Social hicieran lo que hace con ellos, que pudiéramos pagar el sueldo bruto para que la gente fuera consciente realmente del coste de las retribuciones".

"No decimos que no hay que pagar impuestos, sino que sería más eficiente esa gestión si esa parte que está yendo a lo público fuera al bolsillo de los trabajadores", ha concluido.