Beko Europa: una nueva organización con una visión global y sostenible

Surgida en abril de 2024 de la fusión entre el grupo turco Arçelik -matriz de la marca Beko- y el histórico Whirlpool, la nueva entidad opera bajo una estructura accionarial en la que Beko controla el 75% del capital y Whirlpool el 25% restante.

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Manuel Royo, director de Marketing en España de Beko Europe. / JAVIER ALBINANA

Beko Europa es una compañía joven en su configuración actual, pero con una trayectoria industrial que se apoya en décadas de experiencia.

Surgida en abril de 2024 de la fusión entre el grupo turco Arçelik -matriz de la marca Beko- y el histórico Whirlpool, la nueva entidad opera bajo una estructura accionarial en la que Beko controla el 75% del capital y Whirlpool el 25% restante.

Esta alianza ha dado lugar a un actor industrial de gran envergadura en el sector de los electrodomésticos, con 45 fábricas distribuidas por todo el mundo y más de 30 centros de I+D.

Perteneciente al grupo Beko a nivel global, integrado a su vez en el holding turco Koç, la nueva organización apuesta por una estrategia industrial que combina la escala con una fuerte implantación europea: más del 50% de la producción y el 80% de las plantas están en territorio continental, lo que reduce significativamente el impacto logístico y fortalece su competitividad en la región.

Sostenibilidad

Sin embargo, el verdadero elemento diferenciador de Beko Europa no es su tamaño, sino su ambición en materia de sostenibilidad.

“La sostenibilidad no es un departamento, es nuestro eje estratégico”, afirma Manuel Royo, director general de Marketing de Beko Europa en España.

Lejos de tratarse de un añadido, esta visión impregna todo el modelo de negocio: desde el diseño de los productos hasta sus procesos industriales, pasando por la vida útil y el destino final de los electrodomésticos.

La compañía se ha marcado como meta que, para 2050, sus productos alcancen una huella de carbono neutra. Para ello, trabaja en múltiples frentes: mejora de la eficiencia energética, reducción del consumo de agua, minimización de residuos y uso de materiales reciclados.

Ingenieros de todo el mundo diseñan componentes a partir de botellas de plástico, redes de pesca, textiles marinos o incluso cáscaras de huevo recicladas, transformadas en bioplásticos que se utilizan en cubas de lavadora, juntas de horno o hueveras de frigorífico.

Este enfoque circular se traslada también a sus instalaciones industriales. Su última planta, construida bajo estándares de industria 4.0, integra inteligencia artificial para optimizar los procesos y ha logrado reducir un 18% el consumo de recursos en sus dos primeros años.

Es, además, energéticamente autosuficiente gracias al uso de placas solares y sistemas de recogida de agua de lluvia, y está rodeada de espacios naturales diseñados para favorecer la biodiversidad y absorber parte de su impacto ambiental.

La sostenibilidad se extiende a la cadena logística, con medidas como la utilización de flotas eléctricas, rutas optimizadas y vehículos menos contaminantes. La proximidad de sus centros de producción a los mercados europeos permite reducir considerablemente las emisiones derivadas del transporte.

Arquitectura de marcas

En paralelo, Beko Europa ha diseñado una estrategia orientada a distintos perfiles de consumo, combinando innovación tecnológica con una segmentación precisa del mercado.

En España, el grupo opera con cuatro enseñas: Whirlpool y Grundig, enfocadas al segmento premium; Beko, centrada en tecnología accesible; e Indesit, orientada a quienes priorizan la funcionalidad y la simplicidad.

Whirlpool destaca por su diseño italiano y su vocación aspiracional; Grundig, por una propuesta más sobria, de inspiración alemana.

Beko, por su parte, propone una opción que “democratiza la innovación”, en palabras de Royo: una marca que apuesta por ofrecer lo esencial a un precio justo, garantizando eficiencia, durabilidad y sostenibilidad. Indesit completa la oferta con una gama pensada para jóvenes que se independizan, personas mayores o quienes simplemente valoran que “las cosas funcionen bien, sin más”.

La combinación de culturas empresariales tan distintas como las de Arçelik y Whirlpool no ha supuesto una barrera, sino una oportunidad para construir una visión compartida basada en la calidad, la fiabilidad y el compromiso con la sociedad, incide la compañía.

"Queremos acercar el confort y la innovación a todos los hogares, no solo a los que pueden permitirse lo último en tecnología", concluye Royo. "Esa es nuestra manera de contribuir al mundo desde la industria".

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