Meta invertirá 600.000 millones de dólares en inteligencia artificial hasta 2028
La compañía de Mark Zuckerberg destina una cifra histórica a centros de datos y energía renovable en Estados Unidos
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Meta Platforms ha anunciado un plan de inversión sin precedentes de 600.000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos tres años, centrado en el desarrollo masivo de infraestructuras para inteligencia artificial.
La estrategia, presentada inicialmente el pasado septiembre durante una cena en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump y otros líderes tecnológicos, sitúa a la compañía propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp como uno de los principales actores mundiales en la carrera por la supremacía en IA, junto a Alphabet, Microsoft y Amazon.
El pasado 22 de octubre, Meta informó de que recortará unos 600 puestos de trabajo de su unidad de IA para agilizar operaciones, aunque el ajuste no afectará a la recientemente formada TBD Lab, donde la multinacional continúa contratando de manera activa.
Un compromiso estratégico con la inteligencia artificial
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, avanzó este ambicioso plan durante esa cena en la Casa Blanca, un anuncio posteriormente reafirmado y ahora detallado que supone una apuesta decidida por posicionar a Estados Unidos a la vanguardia de la innovación en inteligencia artificial y computación en la nube.
La inversión anual promedio prevista ronda los 150.000-200.000 millones de dólares, con variaciones en función de los permisos regulatorios y el avance de cada proyecto.
Esta cifra convierte el plan de Meta en una de las mayores inversiones privadas en infraestructura tecnológica de la historia empresarial estadounidense.
El objetivo de la compañía es alcanzar lo que denominan "superinteligencia", un concepto que hace referencia a sistemas de inteligencia artificial cuyas capacidades de pensamiento y análisis superarían las del ser humano.
Para lograrlo, Meta necesita multiplicar exponencialmente su capacidad de procesamiento y entrenamiento de modelos de IA de última generación.
Grandes centros de datos y energía renovable
La mayor parte de los fondos se destinará a la construcción y expansión de grandes centros de datos dedicados específicamente al desarrollo de inteligencia artificial.
Estas instalaciones requieren una infraestructura computacional y energética avanzada capaz de soportar las enormes demandas de procesamiento que implica el entrenamiento de modelos de IA cada vez más sofisticados.
Entre los proyectos más destacados figura el campus Hyperion en Luisiana, que prevé una capacidad de 2 gigavatios para aplicaciones de inteligencia artificial.
Este complejo, financiado mediante un acuerdo de 27.000 millones de dólares con la firma de inversión Blue Owl Capital, representa uno de los pilares fundamentales del plan de expansión de Meta.
En Texas, la compañía ha comprometido 1.500 millones de dólares para nuevas instalaciones que formarán parte de la red de centros de datos especializados.
Estas inversiones se articulan mediante estructuras financieras mixtas que combinan joint ventures, leasing financiero y acuerdos de compra de energía a largo plazo, permitiendo a Meta mantener un balance más limpio y compartir riesgos con inversores externos.
Compromiso con la sostenibilidad energética
El plan incluye acuerdos estratégicos con proveedores de energía renovable para abastecer los centros de datos, reforzando el compromiso climático de la compañía.
Meta ha alcanzado un acuerdo con la empresa energética francesa ENGIE para desarrollar proyectos de energía solar que alimentarán sus infraestructuras.
El proyecto Swenson Ranch en Texas es uno de los ejemplos más significativos de esta estrategia: está previsto que aporte 600 megavatios de energía solar y estará plenamente operativo en 2027.
Esta instalación es un componente clave de la transición energética que Meta está llevando a cabo en paralelo a su expansión tecnológica.
La integración de fuentes renovables no solo responde a objetivos de sostenibilidad, sino también a la necesidad práctica de asegurar un suministro energético estable y suficiente para mantener operativos unos centros de datos que funcionan de manera ininterrumpida y consumen cantidades masivas de electricidad.
Financiación mediante bonos y estrategia de mercado
Para financiar estos gastos crecientes, Meta prepara una emisión masiva de bonos por al menos 25.000 millones de dólares, una de las mayores operaciones de este tipo en Estados Unidos para 2025.
Esta emisión permitirá a la compañía ampliar su inversión en tecnología de vanguardia sin comprometer excesivamente sus reservas de efectivo.
La reacción del mercado ha sido mixta. Aunque el anuncio confirma la ambición estratégica de Meta, las acciones de la compañía experimentaron caídas que reflejaban las preocupaciones de los inversores sobre los elevados desembolsos y los riesgos asociados a estas inversiones masivas.
Los analistas subrayan que Meta se enfrenta a la presión de equilibrar este gasto en infraestructura con la generación de rendimientos a corto plazo, mientras continúa expandiendo su negocio publicitario, que sigue siendo su principal fuente de ingresos.
A nivel financiero, la estrategia de Meta implica ajustar su estructura operativa para maximizar la eficiencia y demostrar a los mercados que estas inversiones se traducirán en ventajas competitivas sostenibles en el tiempo.
Contexto de competencia tecnológica global
El movimiento de Meta se inscribe en una intensa competencia entre las grandes tecnológicas estadounidenses por el liderazgo en inteligencia artificial.
Alphabet (propietaria de Google), Microsoft y Amazon están realizando inversiones similares, elevando el gasto en IA a niveles sin precedentes y transformando profundamente la economía estadounidense.
Esta carrera tecnológica tiene implicaciones que trascienden el ámbito empresarial. Los gobiernos ven en estas inversiones una oportunidad para fortalecer la posición estratégica de sus países en la economía digital global.
La alineación público-privada quedó patente en la mencionada cena de la Casa Blanca, que evidenció la importancia que la administración estadounidense otorga al desarrollo de la inteligencia artificial como elemento de competitividad nacional.
Impacto en empleo y economía digital
Más allá de la infraestructura física, Meta espera que estos esfuerzos permitan ampliar significativamente sus servicios digitales, potenciar la IA personal y reconfigurar el mercado laboral.
La compañía prevé la creación de empleo asociado tanto a la construcción y mantenimiento de los centros de datos como al desarrollo de nuevas aplicaciones y servicios basados en inteligencia artificial.
Los analistas señalan que, aunque la cifra de 600.000 millones de dólares es histórica y aún tiene carácter exploratorio -no existe un compromiso contractual público vinculante sobre el montante total-, es el eje estratégico del crecimiento de Meta para los próximos años y su impacto potencial en la infraestructura digital nacional.
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