El momento dulce de Seabery, la pionera en realidad aumentada en el sector de la formación
La empresa onubense, con presencia en el parque tecnológico de Málaga, lidera el mercado de la formación y la educación en soldadura en el sector industrial con su sistema de realidad aumentada
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¿Puede una empresa andaluza dar respuesta a la necesidad global de la mano de obra cualificada en la industria? La respuesta es un sí categórico. La empresa onubense Seabery es actualmente líder en el desarrollo de soluciones educativas por simulación con tecnología de realidad aumentada, principalmente en el sector de la soldadura y dando sus primeros pasos también en el de la pintura a nivel industrial. Con sedes en Europa, Estados Unidos y Asia, sus sistemas de entrenamiento de la soldadura a través de la realidad aumentada convierten a Seabery en una empresa pionera y puntera en el sector, con clientes que van desde grandes corporaciones de la industria hasta instituciones de enseñanza. Seabery cuenta con 160 empleados de los cuales una decena trabajan desde Málaga. Concretamente en la incubadora de empresas BIC Euronova, ubicada en el parque tecnológico de la capital de la Costa del Sol, donde se concentra la parte de investigación, desarrollo e ingeniería.
Pero, ¿qué es lo que hace Seabery? La respuesta la da Sergi Palomar, director de Investigación, Desarrollo e Ingeniería de la empresa onubense a nivel global: "La industria en la educación es uno de los sectores donde la profesión requiere de memoria muscular; en soldadura, con alcance en la automoción, ferrocarril, aeronáutica, en astilleros... y después toda la parte de pintura, que también aplica a coches, aviones, trenes, etc. Es aquí dónde hay una falta de recursos a día de hoy, no hay gente que sepa. Y al final lo que hacemos en Seabery es enseñar a la gente nueva, o bien re-entrenar a los expertos que están en la industria con un producto de simulación aumentada, donde el cliente o un centro educativo puede formar a la gente".
La presencia de Seabery en Málaga data de hace cuatro años, cuando desembarcaron en la incubadora de empresas de Promálaga y, al no tener la capacidad de ampliar su oficina, se trasladaron a su actual ubicación en el BIC Euronova, donde trabajan diez personas, todos ellos ingenieros en telecomunicaciones, electrónicos y mecánicos, que trabajan en todos los productos de la empresa, centrándose en la parte de investigación y desarrollo y 'aislándose' de la parte de negocio y producción para tener menos ruido a su alrededor.
Hasta hace unos años, Seabery era una empresa "monoproducto", especializada en el entrenamiento de habilidades en la soldadura, pero a día de hoy ya cuentan con ocho productos distintos en varias líneas. Desde la versión de concienciación, que es una antorcha con bluetooth, con un móvil que lleva la aplicación en las gafas, solo para institutos o escuelas, a otras soluciones más profesionales adaptadas al mercado. Además, grandes empresas como BMW, AMG o John Deere les piden piezas customizadas sobre las que trabajar en el simulador. "El cliente tiene un modelo recurrente y entonces tenemos soporte directo con ellos y todas las piezas que van diseñando, piezas que están puestas dentro de un coche, dentro de un helicóptero, de una cabina de un tren, el soldador experto o el pintor experto trabaja con ellas dentro de un escenario que simula el entorno real de fabricación", resume el responsable de ingeniería de la empresa.
Líderes mundiales en el sector
El momento de Seabery, que cerraba el año 2024 con una facturación cercana a los 17 millones de euros, en la actualidad puede calificarse como "dulce" gracias a un producto, el Soldamatic 5.0, que les hace no tener rival en el mercado, que hace que la experiencia del soldador cuando trabaja con el simulador sea la misma que en la realidad. Esto es posible gracias al trabajo de laboratorio que ha caracterizado previamente materiales, parámetros de soldadura, potencia, amperaje, velocidad... "y los competidores están años atrás, a años luz", presume orgulloso Palomar. Y su intención es llegar al mismo nivel con la pintura industrial, donde aseguran que solo existe un competidor en el mercado actualmente pero con un producto que tiene ya diez años de vida pero que "se quedó en un nicho muy residual en el mercado británico-alemán". "Nuestra ventaja", argumenta Sergi Palomar "es que ya tenemos esa red comercial en 75 países exportando ya varios productos, con lo cual a la hora de lanzar un producto nuevo ya sabemos dónde están los congresos, las ferias de interés, dónde llamar... la solución de pintura la lanzamos en abril, y va a ser un bombazo", aventura.
Este sistema de simulación lleva una serie de ventajas aparejadas, tanto en su aplicación formativa como en la industrial. Reduce los costes de materiales y recursos en un 68%; permite un entrenamiento seguro, ya que el alumno no está expuesto a los peligros que puede suponer la soldadura en las primeras fases del aprendizaje; también acelera éste, ya que mejora la atención y las prácticas desde el primer día, al permitir que, en el caso de los cursos de formación de habilidades, un solo tutor forme al mismo tiempo a 15 o 20 alumnos al mismo tiempo y con una curva de aprendizaje mucho más adecuada al perfil del estudiante. “Si tienes una clase donde hay 30 personas y cada uno va a su ritmo, habrá algunos que se pierdan, otros que se aburran…, de esta forma cada uno va con su nivel”, resume Palomar. Por último, el sistema de realidad aumentada reduce de manera significativa la huella de carbono.
El Soldamatic 5.0, ya tiene un sucesor aún en fase de experimentación, con pantalla completamente táctil y unas gafas estroboscópicas mucho más completas y con mayor profundidad de campo gracias a unas lentes ‘pancake’ que ofrecerán una visión mucho más realista del objeto con el que se esté trabajando, incluso a personas con algunas patologías en la visión como pudiera ser el astigmatismo o la miopía.
Acompañados por Palomar, probamos en primera persona este sistema de simulación de soldadura actualmente en el mercado. Totalmente configurable, desde la mano dominante de la persona que la va a utilizar hasta el tipo de trabajo que se va a realizar, pasando por si es soldadura manual o robótica, la pieza que se va a soldar, el material, el grosor, la tecnología y la técnica que se van a emplear, etc.
Junto a su producto estrella de simulación de soldadura a través de la realidad aumentada y el ya mencionado de pintura que lleva un año en desarrollo y que podría comercializarse a partir del año que viene, Seabery también trabaja en sistemas de realidad virtual para formar a equipos forenses de la Guardia Civil que, desde sus distintas sedes, puedan unirse en un mismo entorno virtual y hacer pruebas en la inspección técnica ocular de una escena del crimen. Por último, también se está desarrollando la aplicación de estos sistemas de simulación para un escenario de accidente de tráfico.
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