Andalucía generó el 11% de la electricidad eólica del país y alcanzó los 3.649 MW instalados en 2024

Andalucía reforzó en 2024 su posición dentro del sector eólico español como uno de los territorios con mayor implantación, capacidad de generación e impacto socioeconómico. Así lo reflejó el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España 2024, presentado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y elaborado por Deloitte, que analizó el comportamiento del sector durante el pasado ejercicio.

Al cierre de 2024, la comunidad contaba con una potencia eólica instalada de 3.649 megavatios, lo que representó el 12% del total nacional y la situó como la quinta comunidad autónoma con mayor capacidad. Esta potencia se tradujo en una generación de 6.532 GWh, el 11% de toda la electricidad eólica producida en España, lo que confirmó a Andalucía como la quinta región en producción durante el ejercicio analizado.

El despliegue territorial también consolidó su peso dentro del mapa renovable. Andalucía cerró 2024 con 170 parques eólicos en funcionamiento, el 12% del total nacional, lo que la convirtió en la cuarta comunidad con mayor número de instalaciones, solo por detrás de los territorios históricamente líderes en esta tecnología.

Desde el punto de vista territorial y rural, el informe reflejó un desarrollo desigual por provincias. Cádiz destacó con el 24% de sus municipios con presencia de parques eólicos, seguida de Almería (13%), Málaga (11%) y Granada (10%), en línea con la media nacional, cifrada en el 11%. Por debajo de este umbral se situaron Huelva (9%) y Sevilla (6%), mientras que Jaén apenas alcanzó el 1% de municipios con parques eólicos y Córdoba no contó con instalaciones de este tipo al cierre del ejercicio.

El impacto del sector eólico andaluz se dejó sentir también en el ámbito económico y laboral. Durante 2024, la actividad eólica contribuyó de forma directa al PIB andaluz con 179 millones de euros, mientras que el empleo asociado al sector alcanzó los 2.303 profesionales, el 11,2% del total nacional, situando a la comunidad como la tercera región con más trabajadores eólicos., solo por detrás de Galicia y País Vasco.

Evolución del sector eólico en España durante 2024

En el conjunto del país, el sector eólico mantuvo en 2024 una evolución de crecimiento moderado. A lo largo del ejercicio se instalaron 1.185 nuevos megavatios, lo que supuso un incremento interanual del 3,89%, hasta alcanzar una potencia total instalada de 31.679 MW.

Por comunidades autónomas, Castilla y León volvió a liderar el ranking nacional, con 7.127 MW, el 23,4% del total, consolidándose como el principal territorio eólico de España. En cuanto al número de instalaciones, el país cerró el año con 1.412 parques eólicos, 41 más que en 2023. Castilla y León encabezó también este apartado, con 291 parques, el 20,6% del total nacional.

Desde el punto de vista del sistema eléctrico, la energía eólica cubrió el 24% de la demanda eléctrica nacional en 2024, lo que la mantuvo como la primera tecnología del mix eléctrico español, por delante de la energía nuclear, la solar fotovoltaica y los ciclos combinados de gas natural.

Ahorro económico y efecto en el precio de la electricidad

El bajo coste marginal de generación de la energía eólica tuvo un impacto directo en el mercado eléctrico. Durante 2024, esta tecnología generó un ahorro total de 4.641 millones de euros para el sistema eléctrico español. Desde 2012, el ahorro acumulado asociado a la eólica ascendió a 47.472 millones de euros.

Asimismo, el informe destacó que el precio del mercado mayorista de la electricidad fue en 2024 unos 19,88 euros por MWh más bajo de lo que habría sido sin la aportación de la potencia eólica instalada en España.

Impacto socioeconómico y empleo a escala nacional

La contribución total del sector eólico al PIB español alcanzó en 2024 el 0,25%, con una aportación directa del 0,15%, equivalente a 1.962,3 millones de euros, y una contribución indirecta de 1.312,1 millones de euros. Esta cifra fue inferior a la registrada en 2023, debido principalmente a la caída del precio del pool eléctrico (-28%) y al descenso de la producción eólica (-2,8%), a pesar del aumento de la actividad en la eólica marina offshore (+33%) y en la industria fabricante (+9%). La retribución a la inversión se situó en 400.000 euros.

En materia de empleo, el sector eólico sumó 37.070 profesionales en España en 2024, lo que supuso un incremento interanual del 4,7%, con el objetivo marcado de superar los 40.000 empleos directos e indirectos en 2030.

Industria, exportaciones y mundo rural

La actividad exportadora del sector eólico alcanzó en 2024 los 1.953,2 millones de euros. España se situó como el cuarto exportador mundial de aerogeneradores, solo por detrás de China, Dinamarca y Alemania, y por delante de Estados Unidos.

En el ámbito territorial, de los 8.132 municipios españoles, 868 contaron con presencia eólica al cierre de 2024, lo que representó el 11% del total. La superficie ocupada por infraestructuras eólicas supuso únicamente el 0,017% del territorio nacional. Los ayuntamientos con parques eólicos recibieron una media de 300.000 euros en 2024 en concepto de impuestos, alquileres y compensaciones, con un ingreso medio de 38.379 euros por hectárea ocupada.

Fiscalidad, sostenibilidad y retos del sector

El informe advirtió de la elevada carga fiscal soportada por los agentes del sector, especialmente productores y promotores, tras la aplicación en 2024 tanto del gravamen temporal energético como del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, reactivado mediante el Real Decreto-ley 8/2023, con minoraciones en los dos primeros trimestres del año.

Desde el punto de vista medioambiental, la eólica evitó en 2024 la emisión de 30,8 millones de toneladas de CO₂, elevando a 536 millones de toneladas las emisiones evitadas desde 2020. La generación eólica alcanzó los 59.378 GWh, evitando la importación de 11,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo, con un valor económico estimado de 2.829,6 millones de euros.

De cara a los próximos años, el sector identificó como principales retos la aceleración de la electrificación de la demanda, la mejora de la tramitación administrativa, el impulso a la repotenciación, la seguridad jurídica para los inversores, con más de 2.800 MW paralizados, la protección de la cadena de valor industrial eólica, el desarrollo de la eólica marina offshore, la mejora de la aceptación social y la definición de un marco regulatorio ambiental equilibrado.