Bluesolar invertirá seis millones en su primera planta comercial en Antequera

La compañía trabaja en una ronda de financiación para desarrollar un portfolio de 500 MW con la hibridación con la fotovoltaica como palanca de crecimiento

La empresa sevillana ubicará en Puertollano su línea industrial de filtros para usar su tecnología dual fotovoltaica y termosolar

José Julio Caparrós, director general de Bluesolar, fotografiado con uno de los filtros desarrollado con su patente.
José Julio Caparrós, director general de Bluesolar, fotografiado con uno de los filtros desarrollado con su patente. / Salva Castizo

Bluesolar ha dado un doble paso definitivo para superar la fase de desarrollo de su patente mundial de paneles solares que integran las tecnologías fotovoltaica y termosolar: demostrar la viabilidad comercial de su tecnología en Antequera y consolidar la cadena de valor en Puertollano, donde instaló su primera planta piloto, con la instalación de una línea industrial para fabricar los filtros que permiten el doble uso de su tecnología. Se trata de dos pasos decisivos para competir en el mercado de energía firme y abrir nuevas oportunidades en la hibridación solar.

La compañía propiedad de los hermanos Sebastián y José Julio Caparrós –a través de Capsun– y la multinacional sevillana Ghenova –que tiene un 30% del capital– da el salto a la fase comercial con la construcción de su primera planta en la zona de desarrollo industrial de Antequera. La inversión prevista asciende a seis millones de euros, según confirma José Julio Caparrós, director general de la compañía. El proyecto nace del acuerdo de suministro energético alcanzado con promotor en esta zona estratégica de Andalucía, que necesita energía firme para garantizar el suministro a grandes consumidores. Se trata de un acuerdo previo a un contrato PPA para suministrar energía renovable. De hecho, en esa zona central de Andalucía, proyectos como el Puerto Seco de Antequera, que promueve el grupo francés Idec, tienen el uso de la energía renovable como un eje de la implantación de su parque logístico.

“El acuerdo de suministro energético" con el promotor "prevé entregar 1 MW en carga base durante las 8.760 horas del año, algo imposible con fotovoltaica convencional”, explica Caparrós. Para cumplir este compromiso, la planta contará con 4 MW de paneles híbridos, que permitirán generar energía solar y térmica de forma combinada. El precio pactado en el PPA será muy superior al de los contratos solares estándar, que rondan los 30 euros. “Es lógico porque damos energía estable, no intermitente”, subraya el directivo, que se reserva la cantidad acordada por las cláusulas de confidencialidad del acuerdo.

Renderización del diseño de la planta de Bluesolar.
Renderización del diseño de la planta de Bluesolar. / M. G.

Tecnología simplificada y eficiente

Uno de los avances más relevantes es la reconfiguración del sistema de almacenamiento, que abandona las sales fundidas para utilizar agua líquida caliente presurizada a 220 grados. “Con este cambio hemos simplificado el concepto de planta y alcanzamos una eficiencia cercana al 80%, comparable a una batería, pero sin degradación”, destaca Caparrós. El agua circula en circuito cerrado y se integra con una turbina ORC que aporta potencia síncrona, una característica muy valorada en el mercado eléctrico por su capacidad para estabilizar la red, especialmente desde el apagón masivo del pasado mes de abril.

Este diseño permite competir en un segmento distinto al de las baterías: el mercado de carga base, donde operan ciclos combinados, nucleares e hidráulicas. “Nuestro PPA con el promotor industrial de la zona es la prueba de que hay demanda para esta tecnología”, añade.

Calendario y financiación

La planta de Antequera se encuentra en fase de desarrollo, tanto para la ubicación como para la obtención de los permisos. Bluesolar prevé iniciar la construcción en 2028 y ponerla en operación en 2029. “Es un proyecto pequeño, pero estratégico. Tenemos el 70% de la inversión comprometida con fondos públicos y estamos cerrando el resto con entidades privadas”, indica el director general. La compañía también solicitará ayudas europeas para reforzar la viabilidad financiera.

Aunque Bluesolar actuará como promotor en este primer proyecto, su estrategia a medio plazo no pasa por competir con grandes utilities del sector energético. “Nuestro negocio será el acompañamiento al inversor, desde la fase conceptual hasta la gestión EPC”, explica Caparrós. La tecnología abre además una línea de negocio clave: la hibridación con plantas fotovoltaicas existentes, que permite transformar energía intermitente en carga base sin nuevas interconexiones. “Es una solución muy atractiva en un contexto de red saturada y precios solares hundidos”, añade.

Ronda de financiación y expansión: la hibridación como palanca de crecimiento

Bluesolar prepara una ronda de financiación en 2026 con un doble objetivo: completar la industrialización en Puertollano y acelerar el desarrollo de un portfolio de 500 MW en España. “Queremos llegar a 2029 con proyectos listos para construir, de forma que la tecnología, una vez validada, pueda escalar rápidamente”, afirma José Julio Caparrós.

El directivo subraya que la oportunidad de negocio que ofrece la hibridación de Bluesolar con plantas fotovoltaicas ya construidas o en fase de proyecto. “No necesitas nuevas interconexiones, solo terreno en un radio de 10 kilómetros. Eso es clave en un país donde la red está saturada y los puntos de conexión son casi imposibles”, explica. Esta integración permite transformar el perfil intermitente de la solar en entrega en carga base, lo que abre la puerta a contratos PPA más estables y rentables.

Caparrós detalla el impacto económico: “Una planta fotovoltaica de 50 MW rara vez entrega su potencia nominal. Con Bluesolar puedes añadir 100 MW híbridos y garantizar 7.000 horas de suministro estable. Eso convierte un activo vulnerable en un proyecto bancable”. Además, la tecnología aporta potencia síncrona, algo que las baterías no ofrecen y que el sistema eléctrico demanda para evitar apagones y mantener la estabilidad de la red.

“Estamos hablando de un mercado brutal”, insiste el directivo. “Industria, centros de datos, proyectos de hidrógeno… todos necesitan energía firme. Y la fotovoltaica sola no puede darla. Con Bluesolar, el promotor pasa de sufrir precios hundidos en horas solares a competir en el mercado de carga base, con PPAs a un precio mucho mejor”. La compañía ve en esta estrategia una vía para posicionarse como socio tecnológico de grandes desarrolladores, ofreciendo ingeniería, gestión EPC y soluciones de hibridación que multiplican el valor de los activos renovables.

La industrialización arranca en Puertollano

En paralelo al proyecto de Antequera, Bluesolar avanza en la industrialización de su tecnología con una planta para fabricar filtros en Puertollano (Castilla-La Mancha). Estos filtros son cristales especiales que convierten un panel fotovoltaico en espejo de concentración, pieza esencial del sistema híbrido.

Andalucía ve frustrada su interés por atraer esta inversión. La elección de Puertollano frente a Andalucía responde a criterios técnicos y estratégicos, según detalla José Julio Caparrós. “Necesitábamos un socio tecnológico que validara la innovación y dispusiera de terreno para la planta piloto. ISFOC, en Puertollano, cumplía esos requisitos y nos cedió espacio para el primer montaje”, explica. A ello se sumó la oportunidad de una subvención del IDAE, que otorgaba puntuación extra si la fábrica se alimentaba con energía renovable. “Al estar junto a nuestra planta piloto, garantizamos ese suministro y conseguimos financiación cercana al 50%”, añade. La decisión no implica falta de interés por Andalucía, aclara Caparrós: “Simplemente, el apoyo técnico inicial y la logística hicieron que todo encajara en Puertollano”.

El panel fotovoltaico. Fuente: Bluesolar.
El panel fotovoltaico. Fuente: Bluesolar. / Dpto. De Infografía

“La línea de fabricación será íntegramente propiedad de Bluesolar”, confirma Caparrós. La ubicación responde a varios factores: la disponibilidad de terreno junto al socio tecnológico ISFOC, que alberga la planta piloto, y la oportunidad de una subvención del IDAE, que valoraba que la industria se alimentara con energía renovable. “Cumplimos ese requisito porque la planta piloto suministrará electricidad a la fábrica”, detalla.

La capacidad inicial será modesta, con producción para 3 MW al año, pero el diseño es escalable. “Fabricaremos el filtro y el vidrio, que se enviará a laminadoras para integrar en paneles. De momento trabajamos con proveedores nacionales para proteger la patente”, señala el directivo. Bluesolar descarta convertirse en fabricante de paneles: su foco está en el filtro y en el desarrollo de proyectos, por lo que lo subcontratará.

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