"Las plantas fotovoltaicas podrán controlar la tensión en la red eléctrica a partir de enero"

José Donoso, director de la Unión Española Fotovoltaica, afirma que eso dará mayor seguridad al sistema, evitará los vertidos y reducirá el precio de la energía

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José Donoso, director general de UNEF, durante la última edición del Foro Solar, el evento de referencia del sector / M.G.

José Donoso, director general de Unión Española Fotovoltaica (UNEF), una asociación que engloba a las empresas del sector de energías renovables, está convencido de que "si el día del apagón del 28 de abril, las plantas fotovoltaicas hubieran podido gestionar la tensión en la red, probablemente no se hubiera caído el sistema eléctrico". A partir de enero, las plantas renovables podrán controlar la gestión, lo que -a su juicio- garantizatá "un sistema más seguro porque habrá más actores para gestionar la solución a un posible problema de tensión". Avanza Donoso que esa capacidad de las plantas para gestionar la tensión no sólo dará estabilidad al sistema, sino que traerá consigo una reducción de precios y evitará los vertidos de energía.

El portavoz de las empresas de renovables de España lamenta los vertidos que ahora se están produciendo en España, ya sea porque hay más producción que demanda (curtailments económicos) o por problemas en la red (técnicos). "Los vertidos técnicos se producen cuando la infraestructura de la red presenta problemas porque está pendiente de inversiones. Hasta que no se lleven a cabo esas inversiones por parte de REE o de la distribuidora seguirán produciéndose vertidos técnicos porque la red no tiene la capacidad que se le supone". Recuerda Donoso que "el plan de REE de 2021-2026 contemplaba refuerzo de esas líneas y por eso se dieron puntos de conexión a esos nodos. Esas inversiones tendrían que estar hechas pero se han retrasado porque necesitaban permisos administrativos, autorizaciones de los propietarios por donde va la línea o declaraciones de impacto ambiental, que requieren mucho tiempo. Se espera que en 2026 REE las ejecute y que parte de esos vertidos técnicos se hayan resuelto".

"El apagón del 28 de abril fue un problema de tensión y a raíz del mismo se ha descubierto que la capacidad de las centrales convencionales de gestionar los problemas de tensión es limitada. A partir del 1 de enero de 2026, las plantas fotovoltaicas podrán gestionar también esos problemas de tensión. Todas las plantas posteriores a 2019 ya van con el kit para gestionar la tensión. Las renovables pueden regular tensión sin necesidad de tener compensadores síncronos, como ya lo hacen en países vecinos como Portugal". ¿Por qué no se ha hecho hasta ahora? "El problema es que para poder ejercer esa capacidad de gestión de la tensión tiene que haber un plan operativo, unas reglas del juego. Ese plan lo redactó la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia en 2021 pero hasta  el 12 de junio, después del apagón, no se ha aprobado, de modo que a partir de enero ya podrán gestionar la tensión cada planta, lo cual lo tiene que habilitar con REE".

Bajará el precio de la energía

La gestión de la tensión se hace a través de un mercado que hace cuatro años suponía a los consumidores 240 millones de euros. "El año pasado ese costo se elevó a 2.400 millones y en 2025 podremos llegar a los 4.000 millones. Era un mercado en el que sólo las centrales convencionales podían participar pero a partir de enero podrán participar las renovables, con lo que bajará el coste de ese mercado para los consumidores. Habrá más oferta y el precio bajará, lo que se trasladará a la factura de los consumidores, y además se reducirán los vertidos".

¿Por qué no se ha avanzado a la misma velocidad la oferta y la demanda de energía? Según José Donoso, "actualmente hay una demanda de electrificación muy grande y hay una demanda de 70 Gigavatios en nuevos puntos de conexión. La demanda media de energía se mueve en España en torno a los 30 o 35 GW. Si se concretan la mitad de los proyectos de industrias o centros de datos que quieren venir a España, nos estaría faltando energía. Por eso, necesitamos priorizar el concurso de demanda que tiene que hacer el organismo, de forma que se organice y resuelva lo antes posible".

El almacenamiento va a resolver también una gran parte del exceso de capacidad y por la noche, cuando no hay producción solar, se podrá colocar los excedentes de energía con precios más bajos. El problema es que las leyes del pasado no regulaban el almacenamiento de energía, lo cual trajo consigo muchos problemas. "El decreto anti apagones era muy bueno para las empresas y la ciudadanía pero ahora el Gobierno ha aprobado un Real Decreto con el objetivo de reforzar la resiliencia, la robustez y la estabilidad del sistema eléctrico español, que introduce medidas para mejorar la supervisión y el control del sistema, a fomentar el almacenamiento de energía y a acelerar la electrificación de la economía. No incluye todo lo que tenía el decreto anti apagones pero no ha necesitado pasar por el Parlamento y permite que las plantas hibridadas puedan avanzar", explica el director de UNEF.

Cambio de la normativa nacional

En España, los proyectos fotovoltaicos de hasta 50 MW pueden ser autorizados por la comunidad autónoma y a partir del 50 MW es el Gobierno central quien los aprueba. "Si se hibrida una planta de 40 MW de fotovoltaica y se le aplica una batería de 20 MW, con la antigua regulación la planta sumaría 60 MW y toda la tramitación administrativa que tenía ya no servía, por lo que había que empezar de cero. Eso no será obligatorio con la nueva legislación", se congratula Donoso, quien recuerda que "estamos en un sistema que marca precios en función de costes marginales y eso penaliza a la industria. Una solución es la subasta que den certidumbre a las empresas que vayan a verter energía a la red. Esa solución la tienen todos los países y España debería implementarla. Otra solución es establecer un precio suelo y un precio techo·

No cree Donoso que haya una burbuja de proyectos fotovoltaicos si se tiene en cuenta las necesidades futuras de España. "El proceso de energías renovables tiene un objetivo, la descarbonización de la economía, que se puede producir con energía fotovoltaica, que es la forma más barata de producir energía eléctrica, en especial en países con recurso solar como España. Eso nos da una ventaja competitiva. Producir energía fotovoltaica en España cuesta la mitad que en Alemania. Una empresa intensiva en energía preferirá venirse a España porque la energía le va a costar la mitad. Eso explica que haya tantas industrias que quieren venir a nuestro países, lo que permitirá duplicar el sector industrial español. España nunca ha tenido ventaja competitiva en energía  y es fundamental en todas las revoluciones industriales".

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