Desde el Bolsin
Alberto Grimaldi
Qué hacer ante el cuello de botella eléctrico de Andalucía
Tribuna Económica
EL superávit comercial de China supera el billón de euros, a pesar de los aranceles de Trump. Los líderes de China señalaban este dato como signo de fortaleza y resiliencia frente a un contexto económico mundial adverso. No obstante, el FMI advierte a los dirigentes chinos que su modelo de crecimiento no puede depender de las exportaciones y de la inversión, y que deben de acelerar el giro hacia una economía más orientada al mercado interior y al consumo interno. Esta recomendación recoge dos intereses: los de China y los de la economía global. La estrategia de diversificación de China para evitar los aranceles de Trump ha sido inundar los mercados globales de productos chinos que ahora no se pueden vender en EEUU. La Unión Europea es el principal mercado que afectado por esta desviación. Alemania, Francia e Italia, los más afectados. Con esta recomendación a China, el FMI intenta aliviar las tensiones en el mercado global, ya que China era, y es, el principal exportador mundial.
Pero no es oro todo lo que reluce. China está atravesando un proceso deflacionario fuerte y peligroso. Su demanda interna se está desplomando. La inversión en activos fijos ha tenido la mayor caída en los 30 últimos años. Y lo hace en todos los sectores: el inmobiliario, infraestructuras, industria y servicios. Aunque la recomendación del FMI es reducir la sobrecapacidad industrial. La desinversión en activos fijos se ha acelerado, sin que se haya visto compensada por una subida del consumo interno. Lo cual pone en cuestión el crecimiento de China en los próximos años. La crisis del sector inmobiliario, los bajos salarios, el endeudamiento de las familias y viviendas con precios a la baja (que no darían para pagar las hipotecas), están estimulando el ahorro y perjudicando el consumo. Los efectos de la crisis inmobiliaria perduran. La falta de confianza de consumidores y empresas provocan la subida del ahorro y la caída del consumo. Ante esta situación de caída de la demanda interna, China fomenta sus exportaciones abriendo nuevos mercados para compensar la caída de las exportaciones a EEUU. Y lo ha conseguido. Sus exportaciones al resto del mundo han alcanzado los 1,08 billones de dólares, máximo en toda la serie histórica. No obstante, este es un equilibrio inestable, ya que el resto de los países responderán con nuevos aranceles a las exportaciones chinas, provocando una nueva guerra comercial. Es por esta razón por lo que el FMI insiste en que China tiene que acelerar su transición hacia un modelo económico de crecimiento más orientado al consumo interno y menos a las exportaciones y a la inversión.
También te puede interesar
No hay comentarios