Salarios, precios y productividad

TRIBUNA ECONÓMICA

10 de julio 2025 - 04:00

Salarios, precios y productividad son los tres vértices de un triángulo virtuoso en el cuadro de mandos de la economía cuya relevancia se multiplica cuando actúan en pareja. Salarios y precios afectan al nivel de gasto y, por tanto, a la actividad en el corto plazo. Salarios y productividad son pareja decisiva en la determinación de la cantidad y calidad del empleo. De los precios y la productividad depende la capacidad competitiva de la economía.

El salario medio en 2024 fue de 31.698 euros, un 4,8% mayor que en 2023. Como los precios crecieron 2,8%, en tasa interanual media a lo largo del año, el poder adquisitivo de los asalariados aumentó en la diferencia, con el consiguiente impacto positivo sobre el consumo, que creció 3,7%. Durante la pandemia y tras el descontrol de los precios desde finales de 2021 la relación fue la contraria. Los precios aumentaron más que los salarios y el poder adquisitivo de los hogares se redujo, especialmente durante 2022, cuando los primeros crecieron 8,4% y el salario medio 4,4%. Afortunadamente la situación comenzó a cambiar al año siguiente (inflación media 3,6%, frente al 5,1% del salario medio) y en 2024, de manera que a lo largo los dos últimos años los asalariados han podido recuperar la mayor parte del poder adquisitivo que perdieron con la inflación.

Sobre el comportamiento de la productividad, el informe elaborado por la OCDE en 2024 establece que su estancamiento en España ha sido anterior (mediados de los 90) y más acusado que en el resto de la OCDE (0,5% de media anual durante la última década, frente al 1,2% del conjunto de la OCDE). Pese a ello, el salario medio real no ha podido seguir su ritmo, provocando tanto la reducción de la parte de la productividad capturada por los trabajadores, como el estancamiento del salario real.

La burbuja financiera generó el entorno perfecto para la caída de la productividad y la crisis financiera añadió las dificultades propias de un cambio de época. Estas dificultades son, según la OCDE, reflejo de los problemas de adaptación al cambio de trabajadores, empresas y del mercado laboral en general, aunque otras perspectivas culpan a la atrofia del modelo social europeo de la mejor adaptación observada en otras latitudes. Por cierto, la caída de la productividad se concentra, según la OCDE, en las autonomías más atrasadas. Entre las causas probables, el déficit de capital humano y organizativo, aunque habrá que indagar en ello.

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