La digitalización y la inteligencia artificial movilizarán 31 millones en el regadío andaluz

Las ayudas del Perte digital permitirán acometer inversiones a 60 comunidades de regantes entre 2025 y 2026

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Sesión del foro Agrogo! celebrada en Lebrija
Sesión del foro Agrogo! celebrada en Lebrija

Las dos convocatorias del Perte Digital lanzadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, con un presupuesto de más de 225 millones, animarán la que ya se conoce como la “segunda modernización” del regadío andaluz tras la transformación de las infraestructuras que ha permitido extender riego por goteo al 80% de la superficie regable.

Del montante global de previsto 31 millones, unos 10 millones, ya definitivamente adjudicados, pertenecen a la primera convocatoria, de cuyas ayudas se beneficiarán 20 comunidades regantes en toda Andalucía. La segunda convocatoria, ha sido resuelta de forma provisional y repartirá 20,87 millones de ayudas, que movlizarán 31 millones de euros.

En su conjunto, por tanto un total de 60 comunidades de regantes van a poder acometer proyectos de transformación digital.

En el regadío sevillano, las dos convocatorias del Perte digital movilizarán más de 10 millones de euros en proyectos que serán acometidos por 17 comunidades de regantes de la provincia y que están enfocados a la mejora de la tramitación electrónica, creación de inventarios y servicios web de sistemas de información geográfica, digitalización de los sistemas de control del volumen de agua, monitorización de la humedad del suelo para optimización del riego, monitorización de los retornos del regadío a cauces superficiales y sistemas de telecontrol, monitorización, fertirrigación y mejora de la eficiencia energética.

Tanto los proyectos de esta convocatoria como los de la anterior deberán estar finalizados antes de junio 2026, por lo que los fondos arbitrados por el Ministerio van a significar una concentración de inversiones en IA y big data muy importante para la agricultura de riego andaluza en el próximo año, que debe servir de pistoletazo de salida para la mencionada “segunda modernización del regadío andaluz”, señala Feragua en una nota de prensa.

La primera modernización ha sido la basada en las infraestructuras. Desde 1995 a 2015 se han modernizado en Andalucía 470.000 hectáreas de riego con una inversión estimada superior a los 2.000 millones de euros. Merced a esa inversión, el 80% de la superficie de regable andaluza cuenta con riego localizado de alta eficiencia (riego por goteo frente al tradicional riego por gravedad), un porcentaje prácticamente único en toda Europa y el mundo. Sólo el regadío israelí, con una superficie muy inferior, puede compararse en eficiencia hidráulica al regadío andaluz.

Aunque se estima que aún queda pendiente de modernización más de 150.000 hectáreas de riego en Andalucía, el siguiente estadio en la transformación competitiva y sostenible del regadío andaluz pasa por la mejora de la gestión a través de las tecnologías digitales, y particularmente de la IA, IOt y big data. Junto al ahorro de agua, la incorporación de estas tecnologías será fundamental para mejorar la calidad, productividad y sostenibilidad agrícolas, optimizando el uso de nutrientes y reduciendo la contaminación difusa

El regadío andaluz se ha reivindicado en el Foro Agrogo, celebrado esta semana en Lebrija, como un sector que no sólo genera empleo y riqueza en el medio rural sino que es también motor de innovación, desarrollo tecnológico y sostenibilidad. Un sector que multiplica el valor del agua que recibe, transformándola en salud, gastronomía, innovación y tecnología, empleo, desarrollo rural, equilibrio demográfico y medio ambiente.

La tercera sesión del Foro AgroGO! de este año 2025 se ha celebrado en Lebrija, con el título “Del conocimiento a la acción: transformar el regadío con IA y colaboración”, acogida en su sede por la Comunidad de Regantes del Sector B-XII del Bajo Guadalquivir y ha contado con la participación de Marta Bosquet Aznar, presidenta del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA); Joaquín Sánchez Mancha, gerente de Wats Técnicas de Ingeniería; Pedro Rebuelta González, presidente de la Junta Central de Regantes Arroceros de la Margen Izquierda del Guadalquivir; y Francisco Carrasco Arenas, responsable técnico de Feragua, moderados por Eduardo Vera Canuto, Director Gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla. La sesión ha sido inaugurada por Diego Bellido Sánchez, director gerente de la Comunidad de Regantes del Sector B-XII del Bajo Guadalquivir, y Juan Ignacio Zafra Becerra, Director Territorial de Caixabank en Andalucía.

Durante la mesa redonda, Marta Bosquet Aznar, presidenta del IFAPA, subrayó la importancia de la inteligencia artificial y la digitalización como herramientas para optimizar el uso del agua y garantizar que las producciones agrarias sigan siendo rentables y sostenibles. Recordó que el IFAPA trabaja desde hace años en el desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas al campo andaluz, como aplicaciones móviles gratuitas que ayudan a gestionar el riego o el control de enfermedades en distintos cultivos, así como en la recopilación y puesta a disposición pública de los datos científicos generados durante más de dos décadas de investigación.

Bosquet explicó que el instituto impulsa proyectos pioneros como GestIAgua, que utiliza inteligencia artificial, sensores y gemelos digitales para recopilar información procedente de satélites, drones y estaciones agroclimáticas, con el fin de facilitar a los agricultores y técnicos herramientas de decisión basadas en datos en tiempo real. “Queremos anticiparnos al futuro y dotar al sector de instrumentos sencillos y asequibles que le permitan gestionar el agua y los nutrientes con la máxima eficiencia y el menor impacto ambiental”, destacó.

Por su parte, Joaquín Sánchez Mancha, gerente de Wats Técnicas de Ingeniería, destacó que la inteligencia artificial sigue siendo una herramienta emergente en el ámbito del regadío, pero con un potencial transformador enorme. “Quien no esté preparado en ingeniería y automatización estará fuera en pocos años”, advirtió. Reivindicó la necesidad de dar el salto de la construcción de infraestructuras tradicionales hacia la eficiencia hídrica, energética y de datos, pilares —dijo— sobre los que se asentará la competitividad futura del sector.

Sánchez Mancha puso como ejemplo los proyectos en los que trabaja actualmente su empresa en zonas como la Axarquía, donde se están aplicando sistemas predictivos, teledetección vía satélite y almacenamiento de energía para anticipar necesidades hídricas y energéticas. “Estamos en un momento histórico, con ayudas públicas como los PERTE digitales o el Plan Parra, que pueden marcar un antes y un después en la modernización del regadío andaluz, siempre que se acompañen de una apuesta clara por la formación y la innovación”, subrayó.

El presidente de la Junta Central de Regantes Arroceros de la Margen Izquierda del Guadalquivir, Pedro Rebuelta González, abordó los retos actuales de la agricultura andaluza, marcados por la sequía, la incertidumbre y la competencia internacional. “Llevamos cinco años secos, con embalses bajo mínimos, y necesitamos mejorar los sistemas hidráulicos y de almacenamiento para aprovechar mejor el agua cuando llega”, señaló. También reclamó soluciones a la escasez de productos fitosanitarios y pidió que se apliquen las llamadas “cláusulas espejo” para garantizar que las exigencias ambientales europeas sean las mismas para los productos importados.

Rebuelta explicó el trabajo que se realiza en proyectos de digitalización como SAMA, que utiliza datos de satélites, cámaras inteligentes y sensores de campo para monitorizar el desarrollo de los cultivos y aplicar tratamientos localizados. “Estas tecnologías permiten reducir costes, mejorar la eficiencia y minimizar el impacto ambiental, pero para que sean realmente útiles debemos garantizar su accesibilidad a todos los agricultores y adaptar la legislación para facilitar su uso”, señaló, insistiendo en la importancia de la educación tecnológica en el sector agrario.

Desde Feragua, su responsable técnico Francisco Carrasco Arenas destacó que la tecnología ha cambiado por completo la agricultura, pasando del riego manual al riego automatizado desde un teléfono móvil. “Hablar de inteligencia artificial es hablar de sensórica, de predicción y de gestión del dato”, señaló. En este sentido, defendió que el futuro del regadío pasa por la integración de gemelos digitales, predicciones meteorológicas y modelos predictivos, así como por el impulso de un mix energético renovable que combine energía solar, eólica y microhidráulica para reforzar la autonomía de las comunidades de regantes.

Carrasco advirtió también sobre la necesidad de proteger el valor de los datos agrícolas y evitar que se cedan sin control a terceros a través de herramientas digitales. “El dato tiene un valor enorme, y debemos ser conscientes de su importancia estratégica”, apuntó. Además, destacó que Andalucía vive “un momento muy interesante para la innovación”, gracias a convocatorias como los grupos operativos de la Junta, que permiten la colaboración entre entidades tecnológicas y comunidades de regantes para desarrollar proyectos de alto impacto en sostenibilidad, eficiencia y biodiversidad.

El acto fue clausurado por María Isabel Solís, delegada territorial de Agricultura, que agradeció a Caixabank y Agrobank su implicación con el sector y destacó el compromiso de la Junta de Andalucía con la política del agua como eje central de su gestión. Recordó que desde el inicio de la legislatura se han invertido o están en ejecución más de 1.400 millones de euros en infraestructuras hidráulicas, tanto en cuencas propias como en las del Guadalquivir, con el objetivo de garantizar el suministro, mejorar la eficiencia y reforzar la resiliencia del sistema ante los efectos del cambio climático.

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