La autorización para comercializar el alga invasora llegará en cuestión de meses según la consejera de Medio Ambiente
Catalina García admite que "de cara al año que viene", "tenemos la oportunidad de convertir este residuo, que es un problema, en una oportunidad"
Futuralga, una empresa pionera varada por las trabas para comercializar el alga asiática invasora
Cádiz/La consejera de Medio Ambiente, Catalina García, considera que "de cara al año que viene" el problema burocrático que impide en estos momentos comercializar el alga asiática invasora debe estar solucionado. Será el momento de convertir "lo que hoy es un problema, en una oportunidad", ha declarado en el cierre de unas jornadas con empresas y ecologistas sobre los retos de la Economía Circular en el sector de los residuos celebradas este martes en la Confederación de Empresarios de Cádiz.
García ha confirmado que el plan de gestión del alga asiática está ya "casi finalizado". Este documento es vital para desbloquear una situación que tiene paralizada la comercialización de cualquier producto que tenga como materia prima el alga declarada como invasora, la Rugulopteryx okamurae, y por tanto, limita su manipulación con el fin de evitar una propagación de la especie.
La consejera informa sobre este plan de gestión que "lo están viendo las dos direcciones que están implicadas y va a ir al Ministerio ya mismo". Además, confirma que se han producido las conversaciones pertinentes con el máximo órgano administrativo del ramo, tanto con el Ministerio de Transición Ecológica como con el secretario de Estado" para desenrrollar el laberinto burocrático que impide la gestión industrial de estas arribazones.
"Una vez que esté aprobado este plan de gestión, tenemos una oportunidad para convertir este residuo, que es un problema, en una oportunidad". Y es que efectivamente son varios los proyectos que ahora mismo están paralizados en el litoral gaditano para transformar lo que hoy es un vertido de difícil gestión en materia prima para uso industrial (plantas de biogás, fertilizante, material para manufacturas).
La consejera ha reconocido que es un problema para las arcas municipales actualmente, porque se tienen que hacer cargo de la retirada de las arribazones de algas en el litoral. Este particular vertido, que es 90% agua, se suele amontonar en solares baldíos para su secado y posterior traslado al vertedero. Sin embargo, la Ley de Economía Circular cuestiona este proceder porque se trata de un material que podría tener una segunda vida. El vertedero de Tarifa ha llegado a acumular 40.000 toneladas de este residuo.
Catalina García, lo más que se atrevía a especificar en cuanto al tiempo que deben esperar estos proyectos empresariales aún bloqueados, es que "yo lo que le decía al alcalde de Tarifa y a su corporación municipal cuando me reunía hace pocas fechas con ellos, es que piensen que va a ser una solución que de cara al año que viene podemos decir que va a estar".
Proyectos bloqueados para su comercialización
Efectivamente, el Consistorio tarifeño es uno de los más afectados por este bloqueo. La planta de biogás que tiene proyectada con el alga asiática como principal fuente le da una solución sostenible a lo que hoy es un callejón sin salida. Esta iniciativa tiene detrás a la empresa valenciana Poplac y a la startup gaditana Futuralga, que han investigado cómo la Rugulopteryx okamurae puede alimentar los biorreactores que transformarían esta materia prima en energía limpia.
Desde que se aprobó en 2023 la Estrategia Nacional contra este problema, que alcanzó las costas gaditanas hace ya 10 años y que acumula pérdidas importantísimas en el sector pesquero gaditano, solo se ha aprobado un proyecto de investigación que presentaron el pasado mes de junio. Hasta ahora todas las iniciativas empresariales presentadas a la administración venían respaldadas por investigaciones para las han ido autorizando de modo limitado para evitar la propagación del alga. Este proyecto, respaldado por el Instituto Andaluz de Biotecnología y Desarrollo Azul de la Universidad de Málaga, busca convertir el alga en fertilizante agrícola en una finca de fermentación en Castellar.
Pero hace años que hay iniciativas que pretenden el uso industrial del alga asiática invasora. Un gran ejemplo de ello es Futuralga, que cuenta con un prototipo diseñado y ultimado para comercializar envases para las frutas y verduras de la Cooperativa jandeña de Las Virtudes. Sofía Tristancho y Víctor Pérez han conseguido obtener un material "con un uso ilimitado, solo hay que cambiar el molde y adaptarlo a la producción que se desee", tal y como explicaba la emprendedora a este medio recientemente.
Otras iniciativas que no han conseguido hasta ahora la autorización para su puesta en marcha también tienen a Futuralga como protagonista. Por ejemplo el proyecto conjunto con la chiclanera Agropellets del Sur para crear palés industriales con una mezcla de algas y paja de arroz, otro residuo agrícola que puede tener una segunda vida de modo sostenible. La intención de Eldaplant para crear plantillas para calzado con la arribazones de alga también se quedó en barbecho hasta el desbloqueo ministerial.
El Ministerio de Transición Ecológica, más allá de aprobar la Estrategia Nacional, solicita que la Junta de Andalucía tenga un plan de gestión de la Rugulopteryx okamurae para dar el visto bueno a este uso industrial. El propio departamento gubernamental admite las posibilidades que esta materia tiene para el uso de sus compuestos en la industria farmacéutica o en el área médica como antiinflamatorio y admite que existen proyectos industriales para su uso como fertilizante y compostaje, para uso cosmético, para bioconstrucción o para la producción de metano. Sin embargo, habrá que esperar estos meses que afirma la consejera para que el desbloqueo sea un hecho y el alga asiática pueda tener esa segunda vida tan esperada para su aprovechamiento industrial.
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