Cox se adjudica concesiones por 700 millones de dólares en Ecuador, el 18% del plan Apollo

Sevilla/La multinacional sevillana Cox ha recibido un enorme espaldarazo a su plan estratégico, denominado Apollo, en el marco de la cumbre de la ONU para la financiación del desarrollo, al firmar contratos con Ecuador para explotar en régimen de concesión 600 megavatios (MW) de energía solar, distribuidos en siete plantas fotovoltaicas, almacenamiento en baterías hibridadas con estos proyectos de generación con 1.200 megavatios hora (MWh) de capacidad y una línea de transmisión eléctrica de cien kilómetros de longitud para conectar esta nueva infraestructura con la red eléctrica del país sudamericano.

Fuentes conocedoras de los acuerdos firmados este domingo, aunque está previsto que se anuncien este lunes, confirmaron a El Conciso que la inversión total rondaría los 600 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 18% de las inversiones que prevé hacer con el plan Apollo, unos 3.200 millones de euros, gracias a un acuerdo por el que el Gobierno de Ecuador apuesta por la empresa que adquirió los activos de Abengoa para que le ayude a desarrollar las energías renovables.

Poco después de las ocho y media de la mañana de este lunes, Cox confirmó en una información relevante remitida a la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV) que se adjudica en Ecuador activos concesionales en infraestructuras, aunque precisó suponen una inversión superior a 700 millones de dólares, unos 600 millones de euros.

La compañía confirmó la información adelantada por este medio: son siete proyectos iniciales que contemplan más de 600 MW de energía solar fotovoltaica, hibridada con más de 1.200 MWh en sistemas de almacenamiento con baterías. También ratificó que el desarrollo se completará con la construcción de una nueva línea de transmisión eléctrica en Ecuador.

Cox precisó que se trata de los proyectos La Ceiba I y II, Mátala, Tocachi, Malchinguí e Ilapo I y II, ubicados en las provincias de Loja, Pichincha y Chimborazo.

Estos ocho proyectos, las siete plantas fotovoltaicas y la línea de transmisión eléctrica, "impulsarán la generación de empleo en varias regiones del país, involucrando hasta 3.000 personas", agregó la cotizada andaluza en un comunicado, en el que destacó que, una vez finalizados, estos proyectos "fomentarán la creación de empleo de calidad, contribuyendo a la estabilidad y operación eficiente del sistema energético ecuatoriano, y beneficiarán a futuro los sistemas de desalinización y tratamiento de agua".

Este es un primer paso que refleja la confianza depositada en la estrategia de Cox, en el marco de un plan de inversión más amplio en el que se analizan nuevas iniciativas vinculadas a la desalinización y el tratamiento de aguas", enfatizó la compañía andaluza de infraestructuras de agua y energía.

"Estas concesiones representan un hito clave para la diversificación de la matriz energética del país, el fortalecimiento de la seguridad del sistema eléctrico y el avance en los compromisos de sostenibilidad y eficiencia energética. Asimismo, contribuirán a ampliar el acceso a la energía en zonas estratégicas del territorio nacional ecuatoriano", agregó la compañía en su comunicación al regulador de los mercados bursátiles.

Enrique Riquelme, presidente Ejecutivo de Cox, destacó al confirmarse las adjudicadiones "el esfuerzo del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, de la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, y de todo su equipo, por el trabajo conjunto que ha hecho posible la llegada de inversiones y el desarrollo del país". Además, resaltó que “nuestro compromiso con Ecuador combina innovación tecnológica y gestión integral para crear valor económico y social sostenible”.

Por su parte, la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, afirmó que “la confianza depositada en Cox aportará capital, conocimiento y tecnologías de última generación que colocan al país a la vanguardia de la transición energética regional”.

Aceleración del plan Apollo

Enrique Riquelme ya anunció hace un mes, el pasado 30 de mayo con motivo de la junta general de accionistas celebrada en la sede sevillana de la empresa, en Palmas Altas, que la compañía quería acelerar el plan Apollo, que prevé un crecimiento sostenido de su actividad confesional con inversiones superiores a los 3.000 millones de euros hasta 2028, centradas en sus divisiones de agua y energía, tanto en concesiones como activos propios, para generar ebitda recurrente que permita alcanzar su plan quinquenal 2024-2028.

"Estamos tratando de acelerar el plan estratégico para llegar a 2028 con los deberes hechos", afirmó en concreto Riquelme tras la junta de accionistas, porque sostuvo que el objetivo es "tener una estructura de capital sólida y sostenible para garantizar el apalancamiento conservador que nos dé flexibilidad para afrontar oportunidades de inversión y remunerar al accionista".

El propio Riquelme confirmó el día de la junta de accionistas que en el ejercicio de 2025 se ejecutarían un mínimo de 600 millones, una cantidad que se cubriría en la práctica gracias al acuerdo alcanzado con Ecuador. De hecho, los contratos firmados en Sevilla en el marco de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, convocada por Naciones Unidas, prevén que las primeras inversiones se ejecuten ya este año.

También este extremo fue confirmado posteriormente por Cox, que señaló que La inversión comenzará en 2025, con un calendario de ejecución que prevé la entrada en operación de los proyectos en dos fases, a lo largo de los ejercicios 2026 y 2027.

Las fuentes conocedoras del acuerdo señalaron a este medio que la firma del acuerdo en Sevilla quiere enfatizar el liderazgo que Andalucía tiene en energía renovables, donde hay un marco jurídico que facilita este tipo de inversiones, y la potencia industrial que cuenta para la potenciación de estas tecnologías en otras regiones del mundo en vías de desarrollo con empresas radicadas en la región como Cox.

También al dar a conocer estas concesiones, la propia compañía destacó el hecho de que el contrato se haya cerrado en Andalucía. "La elección de Sevilla como sede de la firma subraya también el papel tractor de Andalucía en la revolución verde: el tejido industrial renovable, los centros de I+D de la región y el firme respaldo de la Junta de Andalucía (cuyo marco regulatorio estable y decidida apuesta por la colaboración público-privada) han convertido al territorio andaluz en un auténtico laboratorio de innovación energética que exporta talento y tecnología al resto del mundo", afirma en un comunicado público.

Antes de adjudicarse en el proceso concursal de Abengoa los principales activos de la multinacional sevillana en liquidación, la empresa fundada por Riquelme ya desarrollaba proyectos de energía renovable, esencialmente fotovoltaicos, en diversos países de Latinoamérica.

De hecho, antes de cotizar en la Bolsa española en el mercado continuo, la filial de energía del grupo Cox Energy cotizaba en México con doble listado en el BME Growth español.

Resultados de 2024

Cox tuvo un buen ejercicio en 2024, en el que disparó su negocio y su beneficio –tanto el bruto de explotación como el neto–, el mismo año en el que salió a cotizar en el mercado continuo, ya con los activos que pertenecieron a Abengoa en su balance.

En marzo, el grupo comunicó a la CNMV que en 2024 el Ebitda creció un 77%, al pasar de los 103,4 millones de 2023 hasta los 183 millones de 2024, “con un margen del 26%”, según dijo entonces Riquelme en una videoconferencia con medios de comunicación.

El beneficio neto fue de 59 millones de euros, un 62% más que en 2023, cuando la empresa sostuvo que las ganancias fueron de 36,42 millones de euros.

La cifra de negocio del ejercicio de 2024 del conjunto de la compañía fueron 702 millones de euros, un incremento del 21% desde los 580,2 de 2023. Estos 702 millones estarían por debajo por los números facilitados por la compañía en mayo de 2024, cuando señaló que en los primeros doce meses bajo su gestión la facturación alcanzó los 800 millones.