Antonio Hernández: "Ebro Foods trabaja con la hipótesis de que habrá aranceles hasta el fin del mandato de Trump"

La multinacional española no lanzará al mercado español paella refrigerada hasta no tener garantizada su calidad y caducidad

El presidente de Ebro Foods: "Los límites de la UE de pesticidas son tan absurdos que van a acabar con los agricultores"

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Entrevista a Antonio Hernández Callejas / José Ángel García

En un momento en que los magistrados del Tribunal Supremo de Estados Unidos han planteado dudas sobre la legalidad de los aranceles de la Administración de Donald Trump, Antonio Hernández Callejas (Tudela, 1955), presidente de la multinacional española Ebro Foods, dueña de marcas tan conocidas como SOS, Garófalo, Tilda, Brillante, Cigala o La Fallera, afirma que la compañía trabaja con el esquema de que los aranceles continuarán hasta el final del segundo mandato del magnate estadounidense... y algo más.

-Ebro Foods facturó el pasado año 3.140 millones, con un Ebitda de 413 millones. Aunque este año la multinacional ha reducido ingresos, la previsión es cerrar el ejercicio con un Ebitda de entre 412 y 418 milles. ¿Cómo lo harán?

-Lo importante para nosotros en el Ebitda y el resultado operativo. El hecho de que haya algo menos de facturación, no quiere decir que no haya otros ahorros. Cuando se habla de un resultado inferior a final del primer trimestre estamos hablando de resultados después de impuestos y ahí influyen ya distintas situaciones, como que hemos pagado 4 millones de dólares por la disolución de una sociedad que tenía Ebro Foods en Guatemala o que no hemos tenido ventas de activos inmobiliarios, como el año pasado. Lo que nos interesa es la marcha de los negocios, independientemente de que vendamos una oficina o cerremos una empresa en un país centroamericano. Sí nos ha afectado a las ventas de pasta que van a EEUU el arancel del 15% y el tipo de cambio, que ha pasado de estar en torno a la paridad a 1,15, lo que supone una pérdida por divisa de casi otro 15%. Ha sido un año complicado con todas estas vicisitudes pero todavía pensamos que podemos superar los 412 millones de Ebitda.

-¿Confía en que el Tribunal Supremo de EEUU termine anulando los aranceles que Trump ha aprobado en base a una Ley de Emergencia de 1977?

-Soy un humilde operador de productos alimenticios y no tengo capacidad geopolítica para saber qué puede pasar. Nosotros estamos funcionando con el esquema de que estos aranceles van a seguir como están hasta por lo menos el final del mandado de Trump y posiblemente incluso algo más porque poner aranceles es muy fácil pero quitarlos resulta más difícil, como sucede con los impuestos. Por tanto, no nos ponemos en la hipótesis de que las cosas se vayan a arreglar por una sentencia del Tribunal Supremo.

-¿Cómo afectan los aranceles de Trump a Ebro Foods?

-En arroz nos afecta poco porque somos los principales productores en EEUU con más de ocho plantas y los principales compradores de arroz americano para el consumo doméstico y ahí tenemos cero aranceles. En cuanto a las importaciones de arroz jazmín que hacemos a EEUU, tendrán un arancel del 19% y hay una bajada de precios del mercado internacional en los últimos doce meses. En cuanto al arroz basmati, la incidencia del 50% es muy relevante y posiblemente dará lugar a algunos ajustes de precios, que en su caso podría llevar al consumidor a optar por otros arroces, algo que tampoco esperamos porque el arroz sigue siendo un producto muy barato. Respecto a la pasta, tenemos Garófalo, que es pasta seca, que pasará del 1 al 15% de aranceles, algo que nos preocupa y estamos en proceso de intentar repercutir al consumidor la mayor parte de esa subida. La mitad de esa subida ya ha sido compensada y la restante será objeto de las negociaciones de 2026.La pasta fresca, que pasa del 6,4 al 15%, tiene una subida menor, que en parte hemos compensado. Ahí no nos ayuda la materia prima porque nos afecta la escalada de precios de los huevos y productos lácteos.

-¿Cómo se presenta 2026?

-En la parte de pasta de EEUU tendremos que compensar el 15% de aranceles de Trump y en la parte arrocera tendremos que afontar un mercado internacional que está a precios de hace 50 años, fundamentalmente en Asia pero que repercuten en el resto del mundo.

Ebro Foods, presidida por Antonio Hernández, está traslando ya en EEUU parte de los aranceles al precio de sus arroces / José Ángel García

Marca blanca

-Se está produciendo un avance de la marca blanca, con márgenes del 10%, lo que va en contra de las marcas de fabricantes como Ebro Foods.

-Nos preocupa que apliquen márgenes diferentes a la marca de la distribución y a la de los fabricantes, ya que es un factor que crea una diferenciación de precios que a la larga se traduce en un trasvase de consumo a la marca blanca. También me preocupa que haya distribuidores que tengan menos marca de los fabricantes. Los consumidores deben ser conscientes de que la mayor parte de las innovaciones y mejoras en el ámbito de la alimentación vienen de las marca de lo fabricantes.

-Antes que Juan Roig, usted ya vaticinó que el hábito de cocinar iba a ir desapareciendo. De hecho, en Reino Unido Ebro Foods ya vende más vasitos de arroz que arroz seco. ¿Eso determinará vuestra política de inversiones?

-No sé si lo dije antes que Juan Roig, pero está claro que hay una tendencia a complicarse lo menos posible a la hora de producir la comida semanal. Otra cosa son las comidas de ocasiones especiales como celebraciones. A mi modo de ver seguirá creciendo la tendencia de facilitar la preparación de comida. Los productos 'listos para servir', como son los vasitos de arroz y otras soluciones, han centrado la mayoría de nuestras inversiones en los últimos años, estamos invirtiendo 160 millones de euros anuales. De esa cantidad, dos tercios se han destinado cada año a plantas que hacen productos de conveniencia para el consumidor.

-¿Qué otras inversiones harán?

- En el primer trimestre de 2026 terminaremos una planta de bolsitas de arroz precocido en Memphis (EEUU), donde ya tenemos una planta grande de vasitos para las marcas del grupo en EEUU y Canadá. Además, estamos haciendo una planta de ingredientes de legumbres en Amberes y ampliamos nuestro congelado en Alemania y Dinamarca.

-¿Las próximas compras buscarán empresas de platos precocinados?

-Nosotros buscamos temas complementarios. No nos vamos a dedicar a un multiproducto, desde las albóndigas a un cocido. Estamos centrados en la línea de negocio de arroz, pasta y posiblemente legumbres. Y dentro de esa línea estamos analizando el sector, qué empresas aportan algo y si es así, compramos porque somos integradores de nuevas compañías. Si vemos que no hay suficiente desarrollo tecnológico, preferimos hacer las cosas internamente, como hemos hecho hasta ahora gracias al nuestros departamentos de I+D de Valencia y La Rinconada.

-¿Cuánto dinero podrá disponer Ebro Foods para compras?

-La empresa tiene una capacidad de endeudamiento alta porque nuestra deuda con entidades bancarias es muy baja, en torno a algo más de 200 millones de euros, la mitad del Ebitda. Podríamos hacer compras de 500 millones sin problema. Eso sí, en estos momentos no estamos en negociaciones con nadie ni tenemos nada a la vista.

Paella refrigerada

-¿Cuánto lanzarán la línea de productos refrigerados a base de arroz con la marca SOS?

-Eso está todavía en estudio y no hay fecha de lanzamiento. Cuando tengamos resuelto los temas de calidad y caducidad saldremos con productos refrigerados en arroces. Dada la característica de super calidad de la marca SOS, necesitamos un producto de la suficiente credibilidad para un consumidor que está acostumbrado a que este arroz nunca falle. No sacaremos un producto que no esté a la altura de las expectativas del sector. En la paella no es lo mismo la expectativa de un consumidor español, que puede comparar la paella con la que hace su madre, que uno francés o inglés, que pueden ser menos exigentes o flexible. Por el momento vendemos paella fuera de España y no son refrigeradas, sino que tienen más de 12 meses de caducidad. En pasta ya hemos salido con gnocchis con la marca Brillante y le seguirán otros productos.

-¿Van a invertir más en congelados?

-Ahora somos una empresa de suministro de congelados al sector industrial. Tenemos una planta importante de congelados en Alemania, otra en Dinamarca y en Memphis (EEUU). Nuestros clientes son gente que, a su vez, hacen platos preparados. Por el momento no estamos haciendo nada en congelados porque estaríamos compitiendo con nuestros clientes. Además, es un segmento más complejo que el nuestro. Sí estamos en refrigerados, en pasta fresca, donde somos la segunda compañía del mundo, y estamos entrando ahora en España con producto refrigerado, como los gnocchis de Brillante y la pasta fresca Garófalo.

-¿Tiene Ebro Foods previsto ampliar la fábrica de La Rinconada, en Sevilla?

-Por el momento no es necesario, aunque se diseñó para seguir creciendo y producir hasta 320 millones de vasitos de arroz o de otros productos precocinados ambiente o refrigerados. Se hizo un cascarón enorme que está usado sólo al 50%. A medida que entran en funcionamiento las plantas de EEUU, los vasitos que se producían en Sevilla para el mercado americano se producirán localmente, liberando así capacidad en La Rinconada y Jerez. A medida que veamos las respuesta del consumidor a los lanzamientos de nuevos productos será cuando usemos la capacidad ociosa de La Rinconada.

Antonio Hernández en un momento de la entrevista / José Ángel García

No saldrá de San Juan

-Ahora que los precios inmobiliarios están por las nueas, ¿prevén dejar ya el casco histórico del municipio de San Juan?

-No así el suelo. La inversión que hay en esta planta es cuantiosa y reproducir esto en otro sitio nos costaría más de 120 millones. No nos planteamos salir de San Juan en los próximos cinco años.

-¿Prevé alguna desinversión el grupo?

-No, aunque es posible que hagamos pequeñas operaciones inmobiliarias, como todos los años, porque tenemos un patrimonio inmobiliario que sigue siendo importante. El año pasado vendimos los terrenos de Guadalcacín (Jerez), almacenes en Francia... Lo que nos quedan son solares con un valor de unos 40 millones, en su mayoría terrenos de la Antigua Azucarera en Salamanca, Aranda...

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