La traición de Montero: ¿quién va a votarla tras esto?

MARÍA Jesús Montero ha cruzado una línea que debería costarle todo el crédito político. La ministra de Hacienda, que en su día defendía como consejera andaluza un sistema de financiación "igualitario, justo y solidario entre comunidades", hoy avala la creación de un modelo “singular” para Cataluña. Es decir, privilegios. Lo que ayer llamaba insolidario, hoy lo bendice desde el Gobierno. ¿Quién va a votarla después de esta traición a sus propios principios y a los intereses de la autonomía a la que aspira a gobernar?

No se trata de una cesión política menor: lo que Montero apoya ahora es un concierto económico encubierto. Así lo ha advertido el propio Josep Borrell, quien con claridad ha señalado que la propuesta de financiación "singular" no es otra cosa que un modelo de concierto similar al vasco, un sistema donde una sola comunidad recauda todos los impuestos y decide su destino. Borrell, catalán, socialista, y europeísta convencido, reconoce que este planteamiento rompe el principio de equidad.

Y que digan desde el Gobierno que la financiación singular de Cataluña puede ser extendida a todas las comunidades autónomas es un engaño descarado. Nos toman por tontos al intentar vender una contradicción evidente: ¿cómo puede algo ser singular, exclusivo y especial, y a la vez universal para todos? Esto no es más que una estrategia para confundir a la opinión pública, y lo hacen con el cinismo de quien cree que el pueblo se traga cualquier mentira sin cuestionarla.

ERC quiere el 100 % de los impuestos, sin intermediación del Estado. Exigen un calendario claro, planificación y reformas legales necesarias para garantizar la financiación singular. El chantaje, bien claro: “Sin avances tangibles, no habrá apoyo a los próximos presupuestos” (frase con la que entran ganas de vomitar, como le pasó a Alfonso Guerra a propósito del reciente escándalo de reparto de prostitutas entre altos cargos del PSOE). Y vamos de vómito en vómito.

Lo tremendo de este chantaje es que Cataluña depende absolutamente del Estado español. Quieren autonomía fiscal cuando carecen por completo de autonomía financiera: para la financiación de su deuda pública, para el pago de las pensiones o como respaldo del sistema bancario necesitan de forma incuestionable el soporte estatal.

María Jesús Montero no es capaz de enfrentarse a su presidente. Ha dejado claro de qué lado está: no del de la justicia, sino del de los chantajistas independentistas. Lo que ayer defendía con firmeza como consejera, hoy lo pisotea desde su despacho ministerial. Quiere volver a Andalucía, a gobernarla: nadie que crea en la igualdad entre españoles debería votarla.